viernes, 26 de junio de 2009

Meet the Habsburgs : "Concieved with rage"



Todo el mundo estaba en silencio, solo los niños cuchicheaban y reian al ver a su primita tan feliz por el regreso de la madre ausente. Al separarse de la niña, Carolath condujo a su hija a una mecedora en donde le sento. La siguio Miana la cual no tenia intenciones de seguir la fiesta, sino de compartir con la indiferente de Mimi.


Ella estaba igual de divertida por la batahola de su llegada. Le daba mucha gracia como "Ferdi" y Franz Joseph le miraba, como Maria Josepha se enrojecia con su avasalladora presencia, como Gisela le sonreia y como sus cuñadas hablaban quizas que de ella. Estaba adolorida, pero no podia perderse aquella ocasion, no tanto porque fuese el cumpleaños de su hija, sino por la variedad de "personajes" que se encontraban en el.

-Pienso que deberias de recostarte.

-Por que?.- pregunto el kaiser.

-Acaso le interesa mi salud?. Vaya! que novedad!.- dijo burlona

-Mamita. Me has traido aquella torta que te encarge?.

-Amor, veras tu... Tuve problemas con mi equipaje y vendra despues.

-Sabia que no lo olvidarias!.- decia mientras le daba besos en el brazo

-Marie Sophie, contestame, Que te ocurre?.- Volvio a preguntar Franz Joseph

Resoplaba y lo miraba fijamente con una sonrisa malvada en los labios.

-Mimi, contestale.- exigio Franz F.

-Querido esposo!. Como has estado?.

-Sophie no comiences...- le susurro su madre.

-Mami, papa te extraño muchisimo. Sabes?.

-Ah si?. Bueno, despues hablaremos de eso.- contesto observando cruelmente a su marido.

Este temblaba mientras su prima Gisela le acariciaba el brazo.

-Bueno!. Por que no continuamos la fiesta!. Ven, Miana, tu mami esta algo cansadita, vamos a jugar.- acoto ella

-No me tardo nada, mamita. Ya vuelvo!.

Los niños corrrieron cerca de la laguna, dejando a los adultos solos.

-Aprovechen la distraccion y arreglen sus problemas. Como estas, pequeña?.- pregunto Gisela a Mimi.

-Aqui, ni bien ni mal.- contesto dandole una sincera sonrisa

Gisela era la unica , aparte de su madre y padre, a la cual Sophie respetaba. Habian sido muy cercanas de pequeñas, a pesar de la diferencia de edad entre las dos. Se volvieron a sonreir y luego la mujer partio hacia donde los niños para hacerles fiesta y alejarlos del clima denso que hacia en el gazebo.

-Que frio hace aqui en Austria. Por eso no queria volver.- resoplo haciendose la tonta.

-Que te ocurre Mimi?.- pregunto Franz Joseph por tercera vez.

-Ay! pues nada, solamente he tenido un pequeño accidente. Andaba a caballo por la playa y zas! me resbale y cai. Nada grave, solo un fuerte dolor en la pelvis que ya pasara.

-Viste al doctor?.- pregunto su marido preocupado

-Doh! pues claro, tontuelo!. Me ha dado algo de calmantes para el dolor y recetado reposo.

-Entonces ve a reposar. Vamos, yo te ayudo.

-No necesito tu ayuda. Ademas...no creo que te guste la sorpresita que me espera en el cuarto.- susurro cruelmente en su oido

El joven estaba petrificado y al borde de las lagrimas. No entendia tanta rabia y crueldad hacia su persona de parte de Sophie. Que le habia hecho para que le detestase asi?.

Franz J no entendia que ocurria, Carolath le conversaba de otras cosas para distraerlo, pero el no era tonto y sabia que algo mas pasaba ahi. Fue Ludwig el que logro por fin sacar al "objeto de la discordia"

-Mimi, preciosa, por favor. Vamos a tu cuarto?. No creo que te haga bien estar aqui...

-Hmm..pensandolo bien, padre, si, te hare caso. Ven, ayudame a ponerme de pie...

Le ofrecio la mano y esta se agarro de su brazo, acariciando con su rostro el hombro de su papà

-Voy con ustedes...

-Franz por favor...tu anda con Miana. No hagas de su cumpleaños una tragedia.- suplico su suegra

Mordiendose las ganas cedio y vio como su amada esposa se perdia en las inmensidades de la mansion, no sin antes guiñarle coquetamente un ojo. No habia caso, por mas que ella trapease el piso con el , estaba totalmente envenenado con su persona, y eso seria de por vida.

-Vamos, ven. Que la niña nos esta haciendo señas.- dijo su tio llevandolo del brazo hacia donde los niños, junto a Gisela y Maria Josepha, jugaban.

Carolath quedo sola y aun temblando de nervios por el escandalo y tragedia que se pudo haber desencadenado. Cayo sentada en la mecedora y luego un frio aire golpeo su rostro.

-Recuerdas aquel frio viento?. Aquel frio viento que hizo volar la carta que le escribias a Napoleon?.

Le costo mucho decidirse, pero al final lo hizo. Se sento a duras penas, debido a su estado , en el escritorio de su marido para comunicarle su estado a su amante frances. Entre lagrimas, recordando el trato de Franzl, comenzo la misiva, contandole sin preambulos tontos, de que esperaba un hijo. Cuando la firmaba, una rafaga fuerte llevo volando hacia la nada la carta, cosa que Carolath considero como mensaje divino de callar y dejar pasar las cosas. Total, por todas las de la ley, este hijo seria hijo de Ludwig y aquello seria indiscutible.


Pero F. Joseph se le habia adelantado y en el arranque de rabia, enviado una carta al emperador frances contandole "que seria padre de un pequeño bastardito, gentileza de la Archiduquesa Carolath". La respuesta no se hizo esperar y un dia tramquilo en que Carolath dormia placidamente, se vio violentamente despertada por unos gritos que provenian del pasillo.

-No puede pasar, su majestad!. Su alteza duerme!!.- chillaba una de las sirvientas

-Y a mi que!. quiero verla!

La puerta se abrio de golpe y afirmado con un baston, agitado y mirandola fijamente estaba el...

-Napoleon!! que haces aqui?

-Dios santo...con que era verdad...

Rapidamente, ayudandose del baston, camino hacia donde yacia la joven, se sento a su lado y luego timidamente, acaricio la barriga que se hacia notar bajo las gasas del pijama. Ella no pudo mas que romper en suave llanto mientras el emperador apegaba su cabeza al pecho de su amada.

-Ya no llores que no estas sola.

-No lloro por eso.

-Entonces?

-Es porque.... Te sere sincera porque te adoro. Yo...yo no tengo certeza de quien es el padre...

Se levanto y encogio los hombros

-Bah, eso es lo de menos. Rogaremos para que yo sea el padre biologico , y si no, igual lo sere. Ahora eso es lo de menos. No dejare que pases esto sola...

-Que haremos?. Tu tienes un imperio que gobernar...

-Te iras conmigo...

-Que?

-Eso. Iras con Ludwig a pasar los ultimos meses alla, asi te tendre cerca y podre mimar. Que dices?

Estuvo a punto de decir que no pero despues penso en los desprecios de Franz. No tenia nada que perder.

-Si...si...ire contigo.

-Que feliz me haces, mon petite!. Anda, dile a las sirvientas que arreglen el equipaje de ambos. Partimos mañana sin falta.

La noticia del inminente viaje tomo de sorpresa a Ludwig el cual tuvo el incomodo papel de ser el que le comunicase la partida a su hermano mayor. Este estaba de piedra, muerto de pena y arrepentimiento por haber actuado tan impulsivamente , solamente balbuceaba apretandose nerviosamente la pierna.

-Y cuando sera eso?.

-Manaña a las 3 de la tarde.

-Tan rapido?.

-Te importa?.

-Claro que si!. Se va....se va mi hijo.

-Hmmm ya. Ahora te interesa Louie?

-Siempre me ha interesado! tu lo sabes!

-Por eso en estos cuatro meses no has ido a visitarlo....

Quedo mudo. Era verdad. Se contentaba solo con ver la foto del pequeño que llevaba siempre consigo. La verguenza de enfrentar a Carolath despues de haberla tratado como basura, era mucho mas grande que sus ganas de ver a su niño.

-Eso tenia que decirte, ahora me marcho. Tenemos mucho que hacer.

-Bubi... por favor...

-Que , hermano?

-Dile a Carolath que no se vaya. Trata de convencerla, por favor.

-No, no puedo. Ya esta decidido y la apoyo completamente en su desicion. Adios.

Camino rapido hacia la salida, haciendo caso omiso de los llamados de Franzl el cual quedo devastado por la inesperada partida.

El viaje fue una tortura para la joven. Las nauseas la tenian abrumada y sentia mucha pena por el hombre que dejaba en Austria. El bebe apenas se movia y se imaginaba lo peor. Un doctor de confianza de Napoleon la ausculto

-Pues yo escucho movimiento ahi dentro. El niño debe ser algo perezoso, pero solo eso. No se preocupe Madame.

-Esta seguro?

-Pues si. Relajese y disfrute su estado.

El emperador fue todo un futuro padre preocupado, satisfaciendo hasta el mas minimo capricho de Carolath . Pasaba dia y noche junto a su amante, con la venia de la emperatriz, la cual sentia gran simpatia por la joven al estar haber hecho algo que ni ella misma habia logrado : sacar a la petulante de la condesa de Castiglione para siempre de la corte imperial. Por su parte, Ludwig nuevamente sentia que estorbaba y se dedicaba a pasar sus dias disfrutando la bohemia parisina.


Las cartas desde Austria llegaban seguidas ; La archiduquesa Sophie preguntando por la salud de su nuera, los padres de Carolath insistiendo en que volviese a metersele por los ojos a Napoleon y Franz...Franz rogando por la vuelta pronta de ambos antes del nacimiento. Aquellas cartas terminaban ardiendo en las chimeneas de la habitacion.

-Segura?.

-Si, no quiero saber nada de el.

El emperador soltaba el papel y veia como las sentidas y sinceras palabras de aquel joven enamorado ardian en el fuego y lentamente se convertian en cenizas.

El dia siguiente del cumpleaños numero 22 de Carolath. despues de una bonita celebracion intima con aquellos dos hombres que adoraba, esta empezo con los dolores de parto. Napoleon se encontraba en una importante reunion cuando su secretario personal, Felix, le comunico la noticia.

-Su majestad...

-Que ocurre?. Dije que no me interrumpieran.

-Il bambini...

Aquello frase fue suficiente para que el emperador saliese rapidamente del despacho, sin siquiera excusarse con su ministro, el cual quedo a cargo de Baccioci.

Al llegar a la residencia, Carol estaba en pujando en pleno, desesperada por el dolor y porque el bebe , simplemente, no queria salir.


-Calma, Madame, que ya veo la cabecita.- suplicaba el doctor

-No doy mas. Morire!

-No seas melodramatica, esposa!.- se burlaba Ludwig

-Como estas, querida?.- pregunto Napoleon

-Yo ya no puedo...

-Puje, Madame!

Un pujo grande, falta de aire, Franzl en el pensamiento...

El bebè salio y fue tomado por el doctor el cual lo limpio con una sabanita para sacarle la sangre y estimularlo, pero aun asi, no lloraba. Ludwig abanicaba desesperadamente a la ahogada parturienta mientras Napoleon no sabia que hacer, si seguir apretando la mano de la joven o ver a su hijo.

-El niño.- balbuceaba casi inconciente Carol

-Doctor! que ocurre?.

El no respondia, movia al bebe pero nada. Hasta que lo cargo y pego una sonoro nalgada. Fue entonces que el infante exploto en llanto, para la tranquilidad de los presentes en el cuarto.

-Dios! que susto me has hecho pasar, pequeña!.- dijo aliviado el galeno

-Pequeña?.- pregunto la madre

-Si, es una hermosa y sana bebita.

Se las acerco para que la mirasen. Era una muñequita.

-Pero que bello botoncito de rosa.- suspiro Ludwig

El maduro emperador solo balbuceaba emocionado por haber sido testigo por primera vez en sus largos años del milagro de la vida. No habia entrado para el nacimiento de su hijo Napoleon Eugene y menos para los de los que tenia desparramados por Francia.

Carolath observaba embelesada a su niñita la cual le miraba fijamente.

-Mira como te tiene la vista encima! como si nos reprochara algo!.- decia su marido muerto de la risa

La joven no respondia, pues estaba analizando cada faccion de la pequeña para adivinar quien era el padre. Al quitarle la mantita de la cabeza, no le quepo duda. Aquella pelusita rubia rojiza...

Aun asi, Napoleon la tomo como hija y la emperatriz Eugenia como ahijada . Esta , de regalo a la nueva madre mando el mas lindo de los ajuares para el bautizo que se efectuaria apenas llegasen a Austria. Ambos gobernantes, estaban cordialmente invitados.

A lo que la niña cumplio mes y medio, partieron hacia casa, dejando a Bonaparte con el corazon apretado y prometiendoles visita periodica. Al arrivar al puerto de Viena, de incognito, los esperaba Franz el cual, nervioso, ansiaba por conocer a el pequeño.


Bajaron los tres del barco, caminaron hacia el carruaje en donde los esperaba el.

-Como estan?.- balbuceo nervioso

-Muy bien.- contesto friamente Carolath

Ludwig miraba por la ventana y solo contestaba con movimientos de cabeza. Franzl retorcia las manos, muerto de curiosidad por verle la carita al bultito que su Carol llevaba en los brazos

-Puedo...?

-Y para que quieres ver si segun tu te "consta" que no es tuyo?

-Carolath...estoy muy arrepentido por todo lo que te dije. No debi de comportarme asi. Estaba cegado por los celos, abrumado por los problemas en mi vida...

-Es una niña...- susurro interrumpiendolo.

Este quedo boquiabierto y luego sonrio con el menton tembloroso.

-Vaya....una pequeña...

-Quieres cargarla?

Movio la cabeza en gesto positivo, con una gran sonrisa en el rostro y recibio al bebe en los brazos. Esta dormia placidamente. Con el dedo corrio la mantita y fue entonces que de golpe, la culpa que ya lo tenia atormentado se hizo aun mas fuerte. No cabia duda alguna que era su hija.

-Disculpame, pequeñita, disculpame Carolath.- gemia entre sollozos

La joven junto a su esposo se agarraban de la mano y observaban al arrepentido hombre que rogaba por redencion a su pequeña hija.

Los años siguientes la relacion entre Franz y la pequeña a la que bautizaron como Marie Sophie Karoline , fue dificultosa, porque la niña, la cual era "complicada y mimada", solia tenerle cierta antipatia congenita a su progenitor. El kaiser atribuia esto a lo desgraciado que habia sido con ella desde el momento que se entero de su existencia. Asi , por mas que Carolath y Ludwig, tratasen de inculcarle a la pequeña, amor por el "tio Franzie", esta le rechazaba y preferia jugar con Bubi y observar por horas el retrato del cual ella creia su padre, Napoleon III. Por esto, y por los acontecimientos posteriores como la guerra de 7 semanas, la muerte de Maximiliano en mexico y la posterior locura de su esposa, Charlotte, lograron por distanciar definitivamente a los dos. El kaiser solo mantenia firme y cercano contacto con su hijo Franz Ludwig, que en aquel entonces , con seis años, admiraba al que, inconscientemente, identificaba como padre.

-Yo se por que esta niña tiene ese caracter.- decia su suegra mientreas observaba a la pequeña jugar solitariamente con sus muñecas.

-Que dice?.

-Que se el por que del caracter de Mimi. La niña fue concebida con rabia..

-Que?

-Concebida con rabia. Tuvieron alguna pelea tu y Bubi en el momento de concebirla?. Ya lo creo, fue asi. Asi son los niños que son concebidos o con furia o con despecho. Salen con caracter fuerte e irrrascible. Cuida a la pequeña e inculcale buenos valores, sino, la perderas...


Concebida con rabia...

Con los años de experiencia e historia con su hija, Carolath no podia estar mas de acuerdo con su fallecida suegra. Suspiraba y abanicaba por la falta de aire, mientras Franzl le observaba.

-Que miras?.

-Nada.- contesto riendo

-Me pones nerviosa.

-Aun?

Suspiro y respondio abanicandose aun mas rapido.

-Aun...

Se sento a su lado y le acaricio la mano. Ella le correspondio tomandosela y apretandosela, despertando asi las ganas de ambos de entregarse al amor como en antaño.


Estaban en su mundo, volviendo atras los años, no imaginando la tempestad que estaba por desencadenarse dentro, en el cuarto de Mimi...

(Continuara)

jueves, 25 de junio de 2009

Meet the Habsburgs : "Guilt & consequences"


El joven estaba nervioso, carraspeaba y miraba a su tia con algo de culpabilidad.

-Ya pues! que ha ocurrido!

-Nada grave.

-Como que no?!. Pero si la he visto!

-Eso porque esta sedada. El asunto es que se ha caido del caballo mientras paseabamos. Nada mas.

-Dios!. Y ya la ha visto el doctor?

-Pues si. El la medicò.

-Llamare al doctor Schulze...

-No no!. No te preocupes. Que solo debe reposar. Y si Mimi tiene alguna molestia, ahi le llamaremos.

Carolath miraba con desconfianza a su sobrino. Porque le conocia como la palma de la mano, porque era igual a su hija, el uno para el otro, ambos, mentirosos profesionales.

-Esta bien. Ahora tu, vete a tu casa que Josepha y tu hermano estan abajo.

-De verdad?. Hmm...

-Anda, ve!

-No, me quedare aqui con Sophie, aunque sea encerrado.

-Haz lo que quieras, pero por favor, no te aparezcas en el cumpleaños.

-De veras que hoy Miana cumple años. Llegamos en buena fecha, no crees tu?. No te preocupes, que seria incapaz de arruinarle la fiesta a mi sobrina favorita.

Le sonrio burlonamente y luego, sin excusarse, se encerro con su amante .

Molesta y preocupada, bajo para reunirse con su marido.

-Que ocurre? por que esa cara?.

-Ha vuelto Marie Sophie...

-Que? ya?! y por que no ha venido a saludar?

-Esta en su cuarto...con Otto.

-Pero que par de descarados!.- susurro.

-Si, pero no te imagines lo peor. Ella esta durmiendo, viene sedada.

-Y por que? que le ha ocurrido?

-Accidente a caballo....- dijo con algo de duda en sus palabras

Luego ambos observaron hacia donde estaba sentada Maria Josepha, su joven mujer, la cual llevaba al pequeño Karl en sus brazos. Era una mujer bellisima y buena, ambos sentian mucha pena por ella, al igual que por Franz Ferdinand.

Culpa, pena...

Aquello sintio durante aquellas vacaciones en Cannes. Ahi estaba ella, aun joven y lozana frente a un
avenjentado Napoleon. El le sonreia y acariciaba suavemente el rostro mientras esta no paraba de suspirar y temblar de deseo.

-No sabes cuanto te extrañe.- susurro

-Yo igual, pequeña mia. Pero debia alejarme un tiempo. Las cosas no han estado bien...

-Que ocurre?- pregunto asustada

-Mi salud. No estoy bien. Los años de juerga ya me estan jugando una mala pasada.

-Mi amor...

Lo encamino hacia el sillon para sentarlo, luego suavemente lo hizo sobre su regazo, como en la primera vez...

-Pues me hubieses mandado a buscar igual. Yo soy feliz a tu lado sano y dispuesto o no.

-Ay Carolath! Cuanto extrañe tus suaves manos, tus besos, tu perfume...

Teniendo cuidado del estado de su amante, cuidadosamente , casi en camara lenta, se entrego a el. Y asi, consecutivamente, se vio envuelta nuevamente en el embrujo del maduro emperador. Mientras Ludwig la pasaba divino en los casinos y fiestas, su joven esposa pasaba sus dias y noches en el tibio lecho del
emperador Frances, el cual le hacia mil y una promesas.

-Algun dia, te establecere aqui, cerca mio y jamas nos separaremos.

-Que cosas dices!. Tu sabes que no puedo, no podemos.

-Yo no acepto la idea de tenerte tan lejos.

-Ahi nos arreglaremos, ya veras...

Y asi lo hicieron. Napoleon se daba breves escapaditas de incognito a Austria, auspiciadas por Ludwig quien, a esas alturas le era mas fiel y leal a su mujer que a su propio hermano. Franz no tenia idea de lo que pasaba en su casa, hasta que una tarde, al visitar sin avisar a su hijo, se encontro con el emperador muy sentado en el living tomando te junto a Carol, ambos muertos de la risa.

-Vaya! que sorpresa!.- dijo molesto

-Franz, que gusto verle!

-Que haces aqui?.- susurro la joven

-Y preguntas, mujer?. Pues vine a verte a ti y a mi hijo.

-Bueno, Carolath. Yo solo venia a despedirme...

-Aha! con que ya lleva un tiempo aqui. Lo sabe la emperatriz?

-Franz...


El ambiente estaba denso , casi se podia cortar con un cuchillo...

-Pues si. Ella lo sabe y encuentra que es un alivio para su persona que no este cerca, acosandola.- respondio burlonamente.

Luego se volvio a Carol y le beso galantemente la mano.


-Nos veremos pronto, mon cherie.

-Esta bien.- balbuceo nerviosa al verse observada por un furioso Franz Joseph

-Hasta luego, Mein Kaiser.Espero verlo pronto en Francia junto a su hermosa mujer.

Y salio raudamente d ela residencia. El joven kaiser estaba que explotaba de ira. Carolath no hacia mas que retorcer las manos y golpear el pie contra el suelo.

-Pense que ya habias terminado con aquellas mañas...

-El solo ha venido a despedirse...

-Mientes...

-Es verdad!.

-Ah claro, vino a visitarte por un dia, en visita no oficial, umn emperador! . No me jodas, Carolath.

-Franz...si no me crees, bien. Yo no quiero pelear.

Se acerco con furia hacia ella y la tiro con violentamente al sillon.

-Quien te crees que eres para mentirme asi?!.

-Franzl!

Se tiro sin piedad contra ella aprisionando fuerte y doloramente el cuerpo de la muchacha. Le tenia agarrada de las muñecas y esta se retorcia bajo su captor.

-Dejame, duele!

-Sabe lo que es usted , archiduquesa Carolath? Hm sabe??. Una puta..una sucia puta!

Carol ahora le miraba fijo , con rabia y lagrimas en los ojos.

-Entonces si yo soy eso, usted, Kaiser Franz Joseph I, es un putero.!

Aquello prendio aun mas a Franz el cual beso fuertemente la boca de su presa., Esta le mordio los labios, enterro su lengua el la boca y de a poco el le fue soltando las muñecas. se deshicieron rapidamente de la ropa que estorbaba y despues, apretados el uno al otro, ambos ardiendo de rabia y pasion, hicieron el amor animalmente ahi mismo donde estaba, desplanzandose con cada movimiento por el salon, no importandoles que en cualquier momento, Ludwig o la enfermera de Louie , apareciesen. Despues que ambos entre gruñidos y rasguños se corriesen, tan violento como copularon ,se separaron, quedando ambos mirando al techo, agitados y aun llenos de coraje.

-Ire a ver a mi hijo. Luego me largare y no volvere en un buen tiempo. De ahi hablare con Ludwig para el asunto de las visitas.- menciono mientras se arreglaba la ropa


Silencio. Luego , con la voz y ojos ahogados en lagrimas, Carolath respondio :

-Haz lo que quieras...


Y aunque esa fue la intencion de el kaiser, le costo cumplirla. Volvio otras dos veces mas a hacerle el amor a Carolath con toda la rabia y desilucion que llevaba en el pecho y esta aceptaba sin condiciones el contacto, disfrutando y atesorando los efimeros momentos en el que el le demostraba amor, atencion y pasion.

A principios de 1865 se vio nuevamente embarazada. Su marido le miraba sorprendido mientras esta cosia la batita para el niño que vendria.

-Y como ocurrio esto?

-Como ya sabes. Que preguntas haces!

-Si si...si se "como" . Lo que no se es "cuando" y " con quien".

-Que pretendes?

-Carolath. Seamos honestos. Calculo los meses que tienes y hago solo conjeturas de quien podria ser el padre de aquel bebecito

-Es Franz! . Lo se...

-Segura? Recuerda que en aquellos dias, "Monsieur Empereur" estuvo haciendo meritos tambien...

-No no!. Para nada. Es de Franz.

-Carolath Margerite...Mirame a los ojos.

Se puso frente a ella sujetandole las manos y le miro a los ojos.

-Dime...estas 100% segura?

La joven tartamudeo y luego rompio en llanto. Ludwig comprendio todo y le abrazo fuertemente
tranquilizandola

-Ay mujer. Que haremos ahora?. Lo sabe Franzl?

-No, aun no le he dicho.

-Diablos, y no puede haber venido en peor tiempo...

En efecto. La noticia de la llegada de un nuevo "hijo" a la vida del Kaiser no venia en ningun buen momento. Los roces con Prusia y los problemas hogareños le tenian casi al punto del colapso. Ademas, gracias al affaire de Carolath y la insistencia y apoyo a su hermano Maximiliano para tomar el mando en Mexico, de parte de Napoleon III , no tenian en muy buenas condiciones las relaciones entre Austria y Francia.

Una tarde gris, si, aun lo recordaba Carolath, fue hacia la oficina de su amante junto a su marido, para contarle las buenas nuevas. Aun asi no estuviese segura 100% de la paternidad del niño que se gestaba en sus
entrañas, el tenia que saberlo.

Entraron al despacho en donde el emperador les miraba inquisitivo

-Y? que quieren?. Pasa algo con Louie?

-No. El esta muy bien.- contesto su joven hermano

-Entonces?

-Carolath...?.- susurro Ludwig

La joven carraspeo y luego ,mirando al suelo, dijo :

-Tengo algo que decirte.

-Ya...

-Estoy esperando un hijo tuyo...

Le miro fijo con las manos cruzadas sobre el despacho. Luego de un silencio y risas amargas, contesto:

-Cuantos meses tienes?

- Casi tres....

-Y tu pretendes que crea que aquel bebè es mio?

-Hermano, por favor...

-Tu, alcahuete, te callas!. Carolath, tonto no soy. Se perfectamente que aquel vastago no es mio

-No me hagas esto, por favor..- dijo entre lagrimas

-Yo no te hago nada. Eres tu la que me lo esta haciendo! tratando de pasarlo por mio. Anda, ve a casa y escribele una misiva al canalla de Napoleon contandole que le daras un nuevo hijo, asi suma uno mas a su lista de bastarditos.

-Pero como te atreves...

Ludwig saco toda su furia interna y agarro a su hermano de la pechera del uniforme , casi haciendolo caer de la silla, pero Franz fue mas fuerte y lo empujo, haciendole tambalear.

-Salgan los dos de aqui. No les quiero volver a ver!

Carol lloraba de impotencia apretando su manguito.

-Te vas a arrepentir de esto, te juro que lo haras!

-No lo creo. El que se va a arrepentir sera el franchute ese al enterarse que ha engendrado contigo.

Ambos, deshechos y humillados, salieron de la habitacion. Al quedar solo, el joven kaiser rompio en llanto, sintiendose el hombre mas miserable del mundo, no pudiendo quitarse de la mente el rostro destruido y acongojado de Carolath...SU Carolath.


Ese rostro le penaba aun cuando las relaciones con ella se habian restablecido. Aun sentia culpa, en
especial al enterarse de las andanzas de Marie Sophie y ver a su pobre hija, inocente de todo pecado, corriendo por los jardines, feliz, pero con tristeza en sus azules ojitos.

-Que pasa, abuelo?.- preguntaba Konrad al verlo como "en otro mundo"

-No, nada, nada pequeño.

-Tio Franz. Tiene penita?. Yo soy el hada de los buenos deseos, si quiere , se la quito de su corazoncito.- dijo Annunziata

-Ah si?.

-Si...mire.

Con su varita dio dos suaves toquecitos en la semi calva cabeza del hombre el cual le devolvio el "favor" con una sonrisa en la cara y los ojos aguados.

-Gracias, preciosa.

La niña rio y siguio corriendo por el jardin con sus invitados.

-Miana es magica!.- decia el pequeño Konrad.

-Si que lo es.- murmuraba tratando de evitar el llanto


El niño salto de su regazo y fue corriendo hacia donde su prima. Fue entonces que el Franz se dio cuenta de la desazon en la cara de Carolath y Ludwig, los cuales conversaban calurosamente. Camino hacia ellos y pregunto

-Y...que ocurre?

Quedaron ambos mudos y luego la respuesta se mostro. Ahi estaba Mimi, afirmada de un baston y aun hecha un fantasma de lo palida que estaba.

-Sophie...

-Pero muchacha necia!. por que te has levantado?!.- dijo molesta su madre

-Vengo a compartir con mi hija en su cumpleaños.. Acaso no puedo?. Herr Kaiser!. Como le va.- replico sarcasticamente. Este apreto el puño y bajo la cabeza bajo la mirada cruel de la joven.

-Mimi...ve a tu cuarto, y que no te vea ni la niña ni Franz .- dijo su madre confrontandola

Demasiado tarde, Annunziata la vio en seguida y gritando, corrio hacia ella.

-Mamà!! mamita!!

Corrio hacia sus brazos mientras el joven Ferdinand le miraba emocionado y a la vez algo shockeado . Los demas invitados, los cuales, ni siquiera Maria Josepha, tenian idea de con quien habia sido su escapada, observaban la escena igual de impactados.

-Como estas, Miana?

-Feliz, feliz! . Has vuelto! has vuelto mamita!

La niña se aferraba con los ojitos cerrados a la falda de su madre, la cual solamente le daba torpes caricias en la cabeza, algo molesta por la "embnarazosa" situacion. Por su lado, Otto observaba divertido la escena desde la terraza, planeando la proxima escapadita que tendria con su prima apenas esta se curase de su "accidente". Le agobiaba tanta cosa melosa, le agobiaba la vida en austria, le agobiaba su esposa, todo le agobiaba, menos Mimi, la cual era la unica que le entendia y complementaba...

(Continuara )

Meet the Habsburgs: "Fairies & Demons"


Despues del apretado abrazo lleno de suspiros, Joseph saludo a su sobrino y al encargado de la fiesta, luego se puso al dia con los preparativos y ayudo con algunas ideas. Al irse el encargado, quedaron los tres solos y Franz F comprendio que estorbaba.

-Ire a ver a Miana.

-Esta bien. No le digas que estoy aqui que quiero darle la sorpresa.

-Perfecto. Ella estara muy feliz de verte. Permiso...

Quedaron solo, mirandose con las mejillas entintadas. Era increible que despues de 30 años, el sentimiento aun siguiese ahi.

-Y... como has estado?.- pregunto el

-Muy bien.- mintio

-Ah...

-Y tu?

-Ocupado con muchos asuntos de estado. Recibiste carta de Louie?

-Si, llegara en breve. Lo extraño tanto

-Yo igual.- contesto suspirando

-Y...has tenido noticias de Mimi (Marie Sophie)?

-Si, llega entre mañana y pasado.

-Que bien. Llegara justo para agasajar a su pequeña

-Si

-Que chica mas loca. Como se le ocurre partir sola a Biarritz!

-Ya sabes que es impulsiva....

El Kaiser no tenia idea de que la muchacha se habia fugado con su primo Otto, ni siquiera que el joven matrimonio estaba tan mal. Se le mantenia engañado para que no tomase medidas extremas. Todo a pedido de el engañado marido que no queria que su mujer sufriese.

-Demasiado diria yo. A esa niña le falto una buena tanda de pequeña.

-Por favor...no digas eso.- susurro dolida.

-Disculpa.- contesto acariciandole la fria mano


Aquella caricia...era la misma que el le dio mientras, sentados juntos, muy juntos en la mesa, contaron la "alegre noticia" de la inminente llegada del primer hijo de la pareja a los padres de Carolath, los cuales no tomaron nada de bien la noticia

-Pero que broma de mal gusto es esta!-. Usted me va a disculpar, su majestad, pero...pero....- musito el Baron

-Padre, es en serio. Me han visto dos doctores y los dos han confirmado el diagnostico.

-No, no puede ser verdad.- repetia el hombre meneando la cabeza

-Alex, la niña. Que va a ser ahora de nuestra niña. Se ha desgraciado!.- decia la madre al borde de las lagrimas

-No, no!. No diga eso, por favor, baronesa. Usted sabe que amo mas que a nadie a su hija y que lo ultimo que haria seria desgraciarla.

-Madre. Yo estoy muy feliz.

-Como puedes decir eso, Carolath!. Ahora que va a ser de ti?. Has pensado en eso? has barajado las opciones?. Te imaginas viviendo lejos de aqui cargando un ...bastardito en el vientre.- bramo el hombre

-De que habla Alexander!. Que bastardito ni ocho cuartos!. El niño nacera en el seno de una familia bien formada y sera legitimo!.

-Ay, su majestad, no me haga reir!.- replico sardonicamente el anciano

-De que hablas, Franz?.- pregunto la joven sorprendida

-Que ya tengo todo arreglado. No se preocupen que la honra de Carolath continuara intachable.

-A ver?, expliquese.

El joven trago saliva y recordo la noche pasada en la residencia de sus padres. Su madre, la archiduquesa Sophie se quejaba amargamente del comportamiento del menor de sus hijos, Ludwig Viktor

-Franzie. Si puedes hablar con el, hacerlo entrar en razon.- decia desesperada

-En que anda ahora, madre?

-Pues, tu sabes como es el. Haciendo cosas "raras" y "torcidas"

-Pero que testarudo!. Ya he hablado con el mil y una veces y no parece entender.

-Y lo peor es que ya los siquiatras lo han desauciado. No encuentran remedio para su actitud. Tienes que hacer algo, hijo, antes de que la gente comience a hablar...

-A que te refieres, madre?

-Temo mucho que tu hermano este haciendo gala de su caracter estrafalario alla afuera tambien. Me llego por rumor que ha estado frecuentando cierto bar de mala muerte y...

Escucho como su madre le contaba el sucio chisme que habia llegado a sus oidos y fue entonces que una luz se prendio dentro de el y vio la solucion al "gran" problema, que lo tenia al borde del colapso mental

-Madre, creo tener la solucion.

-Si?. Dimela!

-Casaremos a Bubi

-Casarlo?. P...pero solo tiene 17 años!

-Y?. Ya esta en edad de merecer. Es un archiduque y ya esta crecidito...

-Ya...y con quien le pretendes casar?

-Con una dama hermosa y de familia...

-Ay Franzl...ay Franzl!. Cuando hablas asi, me asustas...

-No tienes de que temer, madre. Estoy limpio de cualquier pecado.- mintio.- Vamos, esto va a resultar. Haremos un hombre de familia a Ludwig y la gente dejara de inventar historias sobre el.

-Crees que resulte?.

-Te lo aseguro

-Gracias, amor. Sabia que tu tendrias la solucion a este entuerto!.

"Este y el otro de dos meses de Carolath", penso el, respirando aliviado, pues no perderia a su amante y de paso, arreglaria la fama de su hermano menor.

-Casarme? Con tu hermano?.- susurro la joven asustada

-Calma, Carol, el es inofensivo. Sera solo la careta.

-Hmm...si, puede ser..- carraspeo el baron seducido por la idea

La muchacha tragaba saliva rapido y comenzaba a desesperarse. Franz vio aquello y le abrazo fuerte para tranquilizarla.

-No temas, amor, que todo sera nada mas que un simple formalismo. Las cosas seguiran igual. Mi hermano no te importunara.

-Entonces mi hija pasaria a ser...

-Archiduquesa de Austria...

La baronesa dio un respingo y de a poco una satisfecha sonrisa broto de la cara de Alexandres Drasche- Wartimberg, el cual veia por fin su oportunidad de subir en la escala social de la corte austriaca.

-Entonces no se diga mas. Doy mi venia a esta boda!.

-Padre!

-Carolath, tienes que aceptar. Yo no quiero que hablen mal de ti, que te separen de mi, que me separen de ustedes.

Rapidamente la pobre analizo todo y se dio cuenta que lo mejor que podria hacer era aceptar. Tenia todo que perder si se negaba. Fue entonces que aquella noche se sello el destino de los adolescentes que al dia siguiente, en apuro por los meses de gestacion, se conocieron. Se miraban nerviosos y no sabiendo que decirse.

-Ya Franzl me ha confidenciado todo.

-Ah si?.- murmuro nerviosa

-Si. No te preocupes. Hare el rol de padre a la perfeccion.- le susurro para que la sorda y sexagenaria chaperona no escuchase.

-Gracias.

-Que lindo collar aquel. Te lo ha regalado mi hermano?.- dijo no sacandole encima a la hermosa joya de oro blanco y esmeraldas

-No, un amigo muy querido

-Tienes "amiguitos"?- pregunto en tono picaro

-Y tu?.- pregunto sin pudor

-Te lo dire a lo que tengamos la argolla en el dedo.- contesto riendo el muchacho.


Fue entonces que se convirtieron en amigos y complices, dando la imagen de apasionados enamorados al mundo que veia con sorpresa aquel fugaz compromiso. Franz por su parte veia con tranquilidad toda la batahola que traia la apresurada boda, porque, la vida de su mujer y su hijo estaban aseguradas. Por debajo de las apariencias seguiria siendo el apasionado amante que habia sido hasta entonces con Carolath y le haria saber su hijo quien era su verdadero padre.

El matrimonio se efectuo dos meses despues del compromiso, cuando Carol ya tenia casi cuatro meses de gestacion. Apretada, sofocada y mareada observaba a la gente bailar en el salon, mientras su nuevo esposo le acariciaba la mano, tranquilizandola. Lo peor de la velada fue tener que verle la cara a la mujer con la que habia estado compartiendo el hombre por casi cuatro años y verla danzando, muerta de la risa con Franz.

-Esposa mia. Tendras que acostumbrarte a esto. Ellos son familia y te los toparas en estas actitud, seguido.

-No se como soportare.

-Pues distrayendote!. Yo te ayudare.

-Que me ofreces?!.- dijo sonriendo

-Diversion para el tedio..- menciono sorbiendo su vino

Con la mente en otro lugar y tratando de no desfallecer, Carolath junto a su esposo caminaron hacia la pista de baile para la "Danza nupcial".

-Si te sientes mal, me aprietas la mano y te saco de aqui, vale?

-Si

Entonces dieron vueltas por toda la pista, tal como lo hizo con Franz en su presentacion en la corte en 1858. Tenia centrada la vista en los azules ojos de Ludwig, el cual con suaves caricias en el dorso de la mano le entregaba confianza. De los brazos de su marido, paso a los de su padre, que no podia mas de orgullo por el ventajoso matrimonio de su "bebè". Al final, en un acto audaz, Franz pidio a su hermano bailar con su nueva cuñada.

-Puedo?

-Claro, como no.... y preguntas.- le susurro riendo

-Baila usted, Cuñada?

-Por supuesto.- contesto esta encantada

Trataron de disimular el embelesamiento mutuo pero medio salon debio de darse cuenta de la pasion que habia entre la pareja. Danzaron apretandos un dulce vals vienes, el mismo que bailaron en el cumpleaños aquel que concibieron a el hijo que se gestaba en sus entrañas...

-Esto es tan surreal.- le decia el kaiser

-Si. Quien lo hubiese imaginado.

-Muero por besarte.

-Franz, compostura...

La joven se sentia en las nubes, aspirando aquel perfume , sintiendo el tibio aliento y la respiracion agitada y excitada de su pareja. En las ultimas vueltas del vals, la novia dio un respingo.

-Te sientes bien?.- pregunto procupado pero disimulando

-El niño ha pateado!

Termino la musica y tuvieron que separarse, ambos con una sonrisa en la cara , sin quitarse la vista de encima. Aquella revelacion le habia puesto broche de oro a aquella extraña noche, en donde Franz Joseph I habia visto a su amada amante contraer el sagrado vinculo con su hermano, el cual se veia de lo mas agradado con todo lo que pasaba. Claro! como no! por fin dejaria de ser la comidilla de la ciudad!


Pasada la media noche, los novios se retiraron de la fiesta hacia la habitacion nupcial en donde, al cerrar la puerta, quedaron mirandose confundidos-.

-Y ahora que?.- pregunto el

-Me ayudas a sacarme este asunto?

-Si, claro

Se acerco a su esposa y comenzo a desvestirla. luego le saco el corse y esta se tiro a la cama aliviada de verse prisionera de aquella tortura

-Dios! cuanto desee esto!

-Ya esta algo grande, no?

-Casi cuatro meses. Yo no se como aguantare tanto tiempo ocultando el bulto

-Pues despues de esta noche, sera solo una cuenta regresiva

Rieron y Ludwig dijo:

-Sere padre en menos de seis meses. Hace un par de meses atras jamas hubiese imaginado esto. Es mas jamas hubiese imaginado que me casaria!

-Te molesta?

-Claro que no!. Como dice mi hermano, es solo un formalismo. Ademas, que mejor que estarlo con tu mejor amiga?.

-Tienes razon.

Se sento al lado de Carolath la cual yacia en la cama acariciandose el vientre. El joven miraba hacia la nada en silencio y acaricando las suaves muselinas del bello traje de novia. La joven se dio cuenta de aquello.

-Te gusta?

-Que?

-El vestido, tontito!.

-Pues si. Esta muy bonito. Las telas son perfectas.

-Quieres probartelo?

-Que dices?.- contesto algo perturbado

-Anda, si estamos en confianza. Yo te ayudo !

Vacilo y luego se dejo llevar mientras su mujer lo desnudaba y le ponia un corse. Luego se enfundo en el vestido y al estar listo, se miro a espejo sonriendo y tocando fascinado las vaporosas telas.

-Te ves precioso.

-Yo...

No daba de tanta alegria teniendo a su lado a esta mujer que sabia , compartia y apoyaba su "torcido secreto" y estando vestido con aquel maravilloso traje. Carolath le dio vuelta y le miro a los ojos para luego ser besada, mas que en gesto pasional, de amistad. A continuacion bailaron por la habitacion, muertos de la risa y terminaron la noche de bodas tirandos en la cama, conversando y contandose mutuamente hasta sus mas profundos secretos.

Las semanas y meses posteriores a la boda fueron de visitas secretas de Franz para pasar tiempo con su Carol y ser testigo del crecimiento de su hijo, de paseos familiares en donde los recien casados se veian enamorados y cariñosos, "demasiado", pensaria el joven Kaiser al ver a su hermano besando en la boca a su mujer. Una tarde trato de ponerle freno a esto encarando a Ludwig

-Y a ti que bicho te ha picado?

-Que dices, hermano?.- pregunto haciendose el tonto

-No me vengas con inocentadas. Que pretendes siendo tan "amoroso" con Carolath?.

-Hmm, pues nada, solo ser un buen marido, en todos los aspectos.

Entro en pavor y luego en furia al escuchar aquellas sarcasticas palabras provenientes de la boca de su hermano al que confio su mujer. Le agarro de las solapas de la chaqueta y lo puso contra la pared.

-He confiado en ti y tu me has hecho una promesa. Deja de aprovechar tu estatus de maridito. Esta bien?

-Si si, calma!. Y para que estes tranquilo, no la he tocado de "esa" forma. Jamas me dejaria..

El joven suspiro y solto al muchacho el cual temblaba. Despues de esto, las demostraciones publicas de amor en el joven matrimonio se limitaron a solo suaves caricias en la mano. Todo estuvo tranquilo en el mundo de los habsburgo hasta diciembre de 1861 cuando Carolath comenzo con los dolores de parto. Estaba asustada y agotada de sufrir tanto, pedia en susurros a su marido que llamase a Franz. Este, asustado y sobreexcitado, fue en persona a la residencia de su hermano. En ella, le encontro cenando en silencio con su mujer.

-Franz...

-Bubi...q...que haces aqui a estas horas?

-Hermano..tengo miedo...

-Que ocurre?

La emperatriz miraba de reojo apenas masticando lentamente. Franz estaba nervioso, pues intuia que ocurria.

-Te necesito, por favor, ven conmigo.Es Carolath

El joven se puso roja como la grana y miro de reojo a su mujer la cual no se inmutaba.

-Que le ocurre?

-Ha entrado en labor. Sere padre!. Ven conmigo por favopr que no se que hacer.

-Si, si, claro...ire contigo. Espera que ire a buscar mi abrigo.

-Y no pudiste pedirle el favor a Karl?.- interrumpio la mujer

-P...pues...El no ha sido padre y ...

-Elisabeth...no comiences...- resoplo molesto apretando los puños

-Yo solo preguntaba. Para que molestarse, esposo mio?.- pregunto burlona.

Le miro con rabia y luego, seguido por Ludwig, partieron . Al llegar era todo silencio, ambos temblaron de miedo, pues no se escuchaba ni un suspiro. Imaginaron lo peor

Caminaron rapido escaleras arriba hacia el cuarto del matrimonio y a mitad de camino, un fuerte y saludable llanto de bebè les paro en seco. Corrieron hacia el dormitorio y al abrir la puerta se encontraron con el mas bello de los espectaculos; Carol, medio incorporada, con la cara cubierta en sudor y un bultito entre sus brazos. Franz se acerco lentamente y sento al lado de su amada. Esta con una sonrisa en el rostro , bajo lentamente la mantita que cubria la carita del bebè.

-Miralo, es tu hijo...Tu pequeño Franz...

El niño emitia sonoros quejidos , se movia apretado en la frazadita y su padre pidio cargarlo. Al tomarlo entre sus brazos, el pequeño exploto en llanto y este lo calmo con arrullos y dulces palabras al oido.

-Bienvenido hijo...- dijo con la garganta apretada

El pequeño observaba curioso a aquel hombre con ojos llorosos, al igual que Carolath la cual no paraba de llorar de emocion, al igual que su marido, el cual se sentia como un extraño en aquella habitacion. Despues , puso al pequeño sobre la cama, le saco la mantita e inspecciono con cuidado. Rosado, saludable, de claros ojos y una motita de pelo rubio rojizo en la cabecita.

-Es perfecto, perfecto....- repetia Franz restregandose los ojos.


En visperas de navidad de 1861 Franz Ludwig Viktor fue bautizado. Sus padrinos fueron su padre, Franz Joseph y una prima de Carolath llamada Mathilda. Los años posteriores fueron de paz y armonia ambos viendo crecer al pequeño del cual no quedaba duda, era todo un Habsburgo. Era el regalon de su abuela Sophie, la cual no daba en tanto gozo de ver a su descarriado hijo Bubi, ser padre.

-Que niño mas mono eres, Louie!.- decia mientras lo cargaba con alegria

-No cierto? es tan parecido a su padre.- suspiraba Carol

-Pues si. Eso si mas rechonchito de lo que fue el a su edad. Tambien, para ser sietemesino..

La anciana mujer reia de buena gana con aquella ultima acotacion, ya que sabia perfectamente que el pequeño habia sido concebido antes del matrimonio y atribuia a ese encuentro entre su hijo menor y su yerna, el cambio radical de este. Para la archiduquesa Sophie, Carolath habia llegado caida del cielo para llevar por el buen camino al discolo Ludwig.

La armonia y la tranquilidad duraron solo hasta finales de 1864, cuando Carolath, apoyada y acompañada por su marido, volvio a la andanzas. Franz estaba particularmente preocupado de asuntos de estados y los cambios de humor de su mujer, dejando de lado a la joven la cual sentia que se aburria millones en el entorno de su marido y viendose condenada a solamente a criar a su hijo, al cual a pesar de todo, adoraba. Entonces, en Octubre de 1864, una carta llegada de Francia fue la luz que ilumino su ya casi en penumbras, camino. Era el, el!. Despues de dos años, recibia una carta de el, al cual le pensaba de dia y noche.


Era una invitacion solemne de Napoleon III a pasar unos dias con el en una villa cerca de Cannes. Al terminar de leer la apasionada epistola, la apreto contra su pecho y luego miro a su esposo el cual resolvia crucigramas frente a ella.

-Bubi!

-Que ocurre?

-Nos vamos!

-Donde?

-A Cannes...

-Que?

-Napoleon..el..me ha invitado.

Ludwig primero dio una mueca de desagrado y luego, acoto:

-Y que le diras a Franz sobre esto?

-Que nos iremos de vacaciones como marido y mujer. Que necesitamos salir de esta corte para relajarnos y pasar "tiempo de calidad" juntos.

-Tu sabes que no me creera y aquello del "tiempo de calidad" terminara por cabrearlo.

-Da lo mismo!. Iremos juntos. A estas alturas creo que le importaria mas que me llevase a Louie que mi ausencia. Al niño le dejaremos aca con tu madre y la enfermera. Ella estara encantada de pasar tiempo con el, ademas seran solo un par de semanas.

-Hmm..no se

-Vamos, esposo mio!!. Veras lo bien que la pasaras alla.- ronroneo guiñandole un ojo

Este termino por ceder y en menos de una semana ya estaban rumbo a Francia, en donde pasarian unas de las vacaciones mas inolvidables de sus vida, en especial para Carolath. Para ella tendria consecuencias insospechadas que repercutirian fuerte en eventos futuros...

Aun en 1888.....


Annunziata corria con un bello traje de tules purpuras , alitas de muselina , coronita y una varita magica, persiguiendo a sus primos y siendo azuzada por su tias M. Annunziata y Elisabeth, las cuales tambien llevaban disfraz. Franz F trataba de agrupar a los invitados para sacarles una foto, y los orgullosos abuelos observaban la escena embelesados. Ludwig habia llegado la noche anterior para no perderse el cumpleaños de su "princesita"

-Veo que Stephanie no trajo a Erzsi.

-No. Esperabas que lo hiciese despues de lo grosera que ha sido "Mimi" con ella?. No es nada contra Miana, pero odiaria encontrarse con ella aqui.

-Y Rudolph?

-Anda tu a saber. Debe andar con la mujer esa.- resoplo refiriendose a Mary Vetsera.

F. Joseph estaba sentado entre los niños, mimando a Konrad, el menor de los hijos de Gisela.

-Miralo como observa a Miana. Debe sentir culpa reprimida.

-Que dices, Ludwig!

-Sabes bien a lo que me refiero y sabes que fue injusto, injustisimo.

La mujer suspiro y luego escucho que tocaban el timbre . Al ver que este sonaba sin parar y que nadie respondia, molesta se paro a atender. Al abrir la puerta, quedo de piedra , no creyendo lo que veia. Ahi estaba Otto con una palida M. Sophie en brazos, la cual apenas abria los ojos

-Dios santo, Que ocurre?

-Shtsss... Vamos al cuarto y te cuento.- replico nervioso el joven.

Aturdida y preocupandose que nadie viese a la pareja, les encamino al cuarto de Mimi. Ahi Otto la acosto y dejo que siguiese durmiendo.

Salieron en silencio de la habitacion y entonces, Carolath pidio explicaciones

-Ahora me diras que ocurre aqui?

(continuara)

viernes, 19 de junio de 2009

Meet the Habsburgs: "Birthday Wishes"



El dia siguiente, previo a la llegada de los amantes, Franz F estuvo inquieto y preocupado por la salud de su discola mujer. Que se habria pescado alla en tierras francesas?. Le habria contagiado algo el tarambana de su hermano?. Carolath trataba de calmarlo en vano.

-No debe ser nada tan grave. Tu sabes lo exagerado que es tu hermano

-No, no, algo me dice que no es nada bueno.

-Quizas el consumo desmedido de alcohol le ha cobrado la cuenta y esta enferma del higado. Pero nada que no se cure con aceite de bacalao.

- Carol, no, sabes que eso no es.

Muy en sus adentros sabia que los temores de su yerno no eran infundados. Sophie tenia muy mal juicio y se la podia imaginar perfectamente con una sobredosis de drogas o quien sabe que otra aberracion. Le dio un te con gotitas de passiflora el cual bebio a regañadientes.

-No querras que Annunziata te vea asi.

-No. Tienes razon. Pero sabes? , me duele tanto todo esto, tanto que se rian ambos asi de mi.

-Te entiendo. Ahora, trata de no pensar en ellos y veamos los preparativos del cumpleaños de la niña?

El hombre suspiro y movio la cabeza, dirigiendose al salon en donde estaba el encargado de la fiesta para hablar de los pormenores de esta.



Mientras el hombre le hablaba de globos, payasos , pasteles y demases, Carolath recordo su cumpleaños numero 17. Sus padres para variar habian desaparecido del mapa haciendo vida social en Francia y de seguro sonsacando a Napoleon III el cual cada semana le enviaba una misiva llena de pasion y promesas a la joven.

Franz le habia organizado una intima fiesta para dos en donde una banda especial toco vals para ellos, luego se embriagaron con vino tinto y a continuacion, desnudos frente a la chimenea, devoraron pasteles. Ya eran casi dos años juntos.

-Y, Carol...pediras un deseo?.- dijo el joven prendiendo la vela del pastel

-Pero que deseo pedir?. Si tengo todo lo que quiero!

-No se, piensalo. Yo pedire los deseos contigo.

-Y...cuantos son?.- pregunto untando el dedo indice en la dulce crema

-Tres

-Esta bien, entonces pidamos los deseos. Eso si! ni te atrevas a cantarme el cumpleaños feliz!.

-Y por que no?

-Porque no me gusta.

-Esta bien..y...solo la melodia?

Empezo a tararearla mientras esta reia y se lamia el dedo. Luego al terminar, besando sus labios, susurro:

-Ahora, los deseos y despues sopla la vela.

-Esta bien.

Sus deseos fueron : Que esto no terminase jamas, ser feliz para siempre y que Franz lo fuese tambien.

Soplo la vela y observo a su pareja el cual le sonreia candidamente mientras le acariciaba el pelo.

-Que deseos pediste?.- pregunto curiosa

-Si te los digo, jamas se me cumpliran.

-Anda!! no seas malo! dime dime!!

-Que no!

Carolath comenzo a hacerle cosquillas en modo de tortura para sacarle la verdad, pero solo consiguio verse atrapada entre el suelo y el cuerpo de su pareja.

-Ya pronto lo sabras...

La beso e hizo suya suavemente, tratando de alargar el acto lo maximo posible. Carol se sintio en las nubes, pero aun mas al anunciarle su padre a su llegada , la visita de Napoleon III a Austria.

-Viene de incognito para aca solo para verte. No a aguantado mas tu ausencia

-Dios santo. Y no le has parado?!

-Y que iba a hacer yo?. Decirle que mi hija convive con el Kaiser ?

-Y por que no?

-Porque..porque...imaginate! se perderia todo, todo lo que hemos contruido hasta ahora.

-"Hemos" construido?. Estas loco...

-Hija, por dios. Mira...los encuentros seran aqui en casa, pues aqui se quedara . No habra necesidad de que Franz se entere...

-Esta loco. Como mentirle asi?. Suficiente he tenido ocultandole las misivas que me manda!

-Tu sabras como engañarlo. Carolath! , querida!! el esta ciego por ti!. Si le dices que la luna es de queso, probablemente te crea...

A pesar de que se nego y peleo con su padre hasta las ultimas, ya no habia nada que hacer, Napoleon venia en camino. Menos de una semana demoro en llegar a la villa de los Barones y lo primero que hizo al llegar fue ordenar a los dueños de casa que se retirasen para pasar un tiempo a solas con su Carolath. Esta no se sentia bien, sentia la culpa y el deseo mezclados en el cuerpo, lo que le hacian sentir fuera de este mundo y algo "mareada". Aun asi se entrego a los deseos del Emperador, disfrutando como siempre y dejandose querer, ansiosa de aprender mas de aquel "maestro" de las artes amatorias.

Aquello sucedia de mañana, en las tardes era toda de Franz Joseph, el cual de la pasion habia pasado al amor profundo, invitando a su amante a pasear alrededor del nidito de amor o a veces iban lejos a caminar por el litoral. Aun asi la llama de la pasion seguia encendida entre ambos haciendolos amarse donde los instintos le atrapasen, sin nungun pudor.

A mediados de 1860, otro viaje relampago. Carolath era invitada a Paris a pasar una temporada con Napoleon, viaje que no le sento nada bien al sentirse rara y perseguida. Algo de sexto sentido tenia ya que en el mismo barco, nuevamente, Dieter fue a seguirle el paso, enviado por el joven monarca que ya sentia que perdia la chaveta de amor y celos.

Al pisar tierra gala, ya la joven sintio que aquella estadia seria de lo mas desagradable. Se dirigio a la misma casa donde habian hecho el amor por primera vez y fue atendida como reina. Se sentia mal, muy mal, con pocas ganas de fiesta y visitas, pero aun asi, cual amante obediente, se entrego sin remilgos una y otra y otra vez a su ionsaciable amante. Casi al final de su estadia, el emperador organizo una pequeña y discreta fiesta en honor a su nueva favorita, en la misma casa donde la joven se quedaba, con sus amigos mas cercanos.

El mundo le daba vueltas a la pobre Carol y se sintio aun peor cuando en la pista de baile, interrumpio la famosa "putana" de la que tanto Frau Von Traut le hablaba. Ahi, justo frente a ella estaba la condesa de Castiglione en persona, bella, altiva...e indignada!

Carolath bailaba apretada a su "Empereur" cuando la mujer, la cual no habia podido ser reducida por los guardias,separo con rabia a la pareja encarando a su ex amante.

-Y tu, viejito?. Olvidaste mandarme invitacion para esta magna velada?

-Virginia...- dijo este molesto y observandola con rabia

-Que?. Por que me miras asi?. Que falta de consideracion la tuya no invitarme despues de todo lo que hemos pasado juntos .- suspiro burlonamente la mujer.

Carolath estaba firmemente agarrada de la mano de Napoleon el cual tambien la apretaba con fuerza, a la vez que la acariaba con el pulgar

La fulana aquella era hermosa, de rojizos cabellos, piel blanca y ojos azules intenso. Vestia un traje color carmesi de seda y un apretado corse.

-Crei que habia quedado claro el status de nuestra relacion despeus de la ultima visita.


Aquella ultima visita habia sido despues de haber conocido a Carolath, cuando le dio definitivamente calabazas a aquella mujer que ya no le satisfacia, no fisica ni intelectualmente

-Pues no, no me quedo del nada claro.

-Su majestad. La sacamos de aqui?.- pregunto un guardia.

-Ni te atrevas a ponerme la mano encima, imbecil!.- grito furiosa la mujer

-Virginia, por favor ten dignidad y sale por donde llegaste.

-Y dejar que tu y tu nuevo juguetito la pasen bien?. Estas loco....

La pobre Carol a esta altura tenia el cuerpo convertido el un tembloroso flan. Si no fuese por aquella mano que la protegia y daba seguridad!. El emperador discutia con la mujer mientars los invitados observaban expectantes la pelea entre los ex amantes.

-Carolath, anda con Felix y deja que yo solucione esto. No tardare.- dijo acariciandole el hombro

-Pero que protector te has puesto, Napoleon!!. Nunca pense que fueses tan delicado y "paternal" con tus putitas nuevas!.

Aquello hizo parar en seco a Carolath la cual encontro en aquellas burlescas y crudas palabras la fuerza que necesitaba para parar los temblores y enfrentar a aquella mujerzuela que habia estado hablando pestes de ella por todo Paris. Se dio la media vuelta y se acerco a los dos que discutian a viva voz. Empujo a Napoleon a un lado y con todas sus fuerzas le dio con el abanico cerrado en la cara a la Condesa la cual dio un chillido de sorpresa y dolor.

-La unica "putita" en este salon eres tu!. Por que no te vas y dejas de dar pena!.- le grito en la cara

-Pero que te crees tu!.- dijo furiosa acariciando su adolorida mejilla

-Andate! Vete! aqui ya no te quieren. Eres una pobre puta italiana que intercambia sexo por favores politicos!. No me mires asi que puedo ser joven pero se mucho de ti. Ja! quien NO sabe de ti! si tu oscura fama es conocida hasta en Viena! en Viena!.

-Carolath, querida, por favor no te rebajes...

-No, dejame!. Ya he soportado bastante la presencia de esta escoria en MI fiesta!. Guardias!

-Ni se atrevan!!!. Me ire sola. Y tu..muchachita. No sabes en la que te has metido...

-No te atrevas a amenazarme que la que no sabe con quien se ha metido eres tu!

-Te maldigo...te maldigo...a ti y toda tu estirpe!

-Cierra tu maldita boca y vete...YA!

Virginia le dedico una ultima mirada de desprecio luego dio la media vuelta y salio rauda hacia la calle. El salon estaba en silencio, mudo e impresionado por el vailente actuar de la joven austriaca. Esta habia vuelto a temblar, bajo la cabeza ,mientras Napoleon preguntaba :

-Te sientes bien?. No debiste haber hecho eso. Eres demasiado para pelearte con ese tipo de basura.

No hablaba, la boca le salivaba profusamente y comenzaba a ver todo borroso. Miro con los ojos bañados en lagrimas a su acompañante y despues partio corriendo hacia su habitacion. No alcanzo a llegar a ella , pues a mitad de camino cayo desfallecida. Desperto media hora despues acostada en su cama y con pijama. A su lado, un hombre tomandole el pulso y el emperador preocupado, mirandole.

-Napoleon?

-Nos deja a solas, por favor?.- pidio al galeno

Este en silencio salio del cuarto y el hombre ocupo su lugar , sentado al lado de la joven que estaba palida como papel

-Que ocurrio?

-Nada, solo un desmayo. Ya estas bien.

-Desmayo?. Pero yo nunca me desmayo.

El sonrio amargamente y luego, dijo:

-No me lo pensabas decir?

-Que cosa?

-Como que que cosa?. Tu estado?. El ya lo sabe?

-El quien?

-Ay pequeña. Yo ya soy viejo zorro. Yo se todo de ti y se que te comparto con Franz Joseph. Creias que no tenia idea de nada?

Estaba fria y muerta de miedo, no entendiendo nada.

-No pongas esa carita. Anda, ven y abrazame.

Lentamente se sento y pego su cara al pecho de Napoleon y comenzo a llorar confundida y avergonzada por haber querido engañar a aquel hombre que tanto queria y estimaba.

-No llores mas, por favor, que me haras llorar a mi. Ahora, secate las lagrimitas , sonrie y pediremos algo para comer . Tienes hambre?

-No tanto

-Pues comeras algo nutritivo para sostener el estomago. Despues del episodio aquel necesito algo fuerte para llenar el mio!.

-Que pasara con nosotros.- pregunto con la garganta apretada la joven

-Quedara todo en pausa. Mañana mismo te devuelves a Austria y hablas con el. Yo estare siempre aqui para ti, extrañandote como un loco, pero sabre esperar.

Aquello tranquilizo a Carol todo el camino de vuelta a su pais natal y le hizo mas facil enfrentar lo que se le venia por delante. Al llegar a su hogar, le esperaba Franz serio y molesto.

-Lo has hecho de nuevo...

-No.El me ha enviado para aca.

-Que? acaso ya se aburrio de ti?.- pregunto burlonamente.

-No. Franz, tenemos que conversar...

-Tu crees?. Carolath, yo ya no soporto ser tu juguetito. Me duele en el alma que me engañes asi tan descaradamente. Por que me haces esto si sabes que te amo?

-Franz...

-No, Carol!!. Yo ya no puedo mas!. Estoy cansado de llorar, de la angustia que se me acumula en el pecho cada vez que te largas. Por que te gusta hacerme sufrir? te causa algun tipo de placer morboso?

-Franz...estoy en estado...

El joven quedo mudo y le observo boquiabierto no creyendo lo que sus oidos escuchaban.

-Que?

-Que espero un hijo tuyo. Por eso Napoleon me ha mandado de vuelta. El quiere que este contigo, el padre de mi hijo.

Movio la cabeza aun incredulo y cayo al suelo de rodillas estirando los brazos . Carolath camino hacia el y este se aferro de su amante fuertemente pegando su rostro al vientre que gestaba a su hijo.

-Nunca crei que esto de los deseos de cumpleaños se cumplieran.- dijo riendo entre lagrimas

-Asi que eso has pedido?.- susurro sonriendo y acariciandole el cabello a Franz

-Dos veces.- contesto este riendo, haciendo tambien reir a su Carol.

Silencio. Despues volvieron en si...

-Y ahora que haremos?. Tengo miedo

-No, no temas. Ya pensare en algo

Se puso de pie y abrazo a Carol fuertemente y unieron sus bocas en un dulce beso. Ambos estaban felices por la inesperada noticia pero a la vez con una terrible incertidumbre de como se daria todo, de que pasaria con Carolath y aquel niño que, aunque deseado, era ilegitimo. Tenia que idear una forma de evitarle la verguenza, clandestinidad, o peor aun , el exilio a la joven y su hijo.






-Su alteza!. Me escucha?

-Carolath.- pregunto Franz F acariciandole el brazo

-Si?

-Disculpe. Es que yo le decia que si les parecia bien traer unos payasos de esos italianos...

-No, no, payasos no. No le gustan a Miana.

-Yo le decia que algunas hadas?

-Si, podria ser. Espero que a los primos le gusten!.- contesto la mujer sonriendo

Siguieron conversando de los ultimos preparativos para la fiesta de la niña cuando sintio pasos detras suyo, luego, aquel caracteristico perfume.

-Carol?

Se dio vuelta lentamente y le vio ahi...

-Molesto?. Quizas pueda ser util en esto. Tengo experiencia en fiestas de cumpleaños y me gustaria ser parte de este. Digo yo, a falta de Bubi...

-Joseph...- dijo casi suspirando

Se sonrieron y luego saludaron con un apretado abrazo, sintiendo cada uno un calor interno que siempre brotaba al mirarse a los ojos. Donde fuego hubo....

(Continuara)