jueves, 26 de noviembre de 2009

Meet the Habsburg: Now, we re even.

-Sabes que te amo desde que jugabamos en la cuna?.

-Si , lo se, porque siempre lo pude ver en tus ojos.

Otto y Sophie yacian en la cama, aun vestidos, acariciandose mutuamente el rostro , observandose con ojos brillantes y labios sonrientes. Acababan de llegar de un cafe en donde Otto le habia dado calabazas a Marie. Mimi habia sido testigo de todo sentada dos mesas atras con una malevola sonrisa en el rostro, disfrutando las muecas de pena que hacia la joven que parecia contrariada con la frialdad del que hasta entonces, habia sido su apasionado amante. Habia terminado todo, por ambas partes. Otto se veia libre de aquella bailarina y Sophie habia dejado de responderle las cartas que llegaban a millones a Friedrich.

Habian vuelto ambos a la vida, se paseaban juntos por las calles de Viena, sin importarles lo que la gente cuchicheaba a sus espaldas y desafiaban ambos con sus actitudes al emperador que con verguenza escuchaba los chismes que circundaban en la corte.

-Si estos cabezas locas lo hiciesen de forma discreta...- se decia a si mismo en voz alta.

-De inmediato se denota la cepa de donde viene Mimi, no?.- murmuro sin expresion su mujer.

-Que dices?

-Siempre lo supe.

-Explicate, por favor?

-Veo que me has subestimado de sobremanera, esposo mio. Se que ambos hijos de Carolath no son de Ludwig, son tuyos.

El hombre torcio la cabeza y le miro algo horrorizado.

-Calma, calma. Que ya no duele ni molesta. Si lo hiciese no permitiria que mantuvieses amiguitas por ahi.

-Elisabeth...

-Deberias ponerte firme con tu hija. No puede ser que se comporte asi siendo una archiduquesa de Austria.

-Yo no puedo..no puedo. No me respeta ni escucha...

-Entonces, escucha y pon atencion a lo que te voy a decir: Si Marie Sophie no se mide ni controla, va a caer en un precipicio del cual, ni tu ni nadie la podran sacar.

Aquellas palabras quedaron resonando en la cabeza de Franz Joseph. Ya no sabia que mas hacer : la habian visto varios doctores, llegando todos a la conclusion de que la muchacha tenia "Personalidad narcisista, Hedonista y con tendencia a las perversiones sexuales".Misma cosa con Otto, el cual demostraba una despreocupacion total por su mujer e hijo. "Deshauciados" asi estaban y no habia nada que se pudiese hacer por ellos.

Por su parte, la pareja, a pesar de pasearse en publico , mantenian en privado las demostraciones de afecto y trataban de evitar el escandalo a pesar de sus locas escapadas nocturnas que seguian siendo la comidilla de la ciudad y el pais. A pesar de todo, eran felices, era su mundo, su burbuja y nadie la reventaria. Nadie? a mediados de marzo de 1892, cuando ambos se aprestaban a viajar a Venecia, Marie, la bailarina busco discretamente a Otto. Tenia serias noticias que contarle: Estaba encinta y no habia duda que el era el padre. El joven palidecio y contrariado comenzo a zamarrearla y a negar el hecho aunque despues de a poco entrando en calma, lo acepto repitiendo compulsivamente.

-Mimi no puede saber de esto...no..

Pero muy a su pesar, la noticia llego a los oidos de la muchacha la cual perdio el juicio y hecha furia y celos, busco a joven a la cual ataco con una botella rota cortandole parte de la mejilla. Estaba fuera de si y le gritaba como poseida

-Perra! Perra maldita! lo has hecho a proposito, Te matare y a ese bastardo tambien!

Tuvo que intervenir discretamente el personal de seguridad del vaudeville en donde la Schleinzer trabajaba, tratandola firme pero cuidadosamente ya que tenian nocion del poder que Sophie tenia en la corte por ser archiduquesa de Austria. Ya calma y destruida, consolada por Frau Von Traut, decidio que tenia que hacer para calmar el dolor y vengarse de Otto que, en ese momento, la habia herido a muerte.

Se dirigio hacia un hotel no sin antes advertir a todos en el burdel que no le dijiesen a Otto donde se encontraba, luego pidio a Von traut que fuese a su departamento a buscar ropa, pero que esperase que el no estuviese ahi para pedir explicaciones y al estar ya instalada, escribio una nota urgente a Friedrich :

"Te necesito mas que nunca. Este lunes a las 4:30 arrivo a Eisentadt. Deseo ardientemente verte y ser abrazada y mimada por ti. Tu Mimi."

Von Traut, ordenandole la maleta observaba a la muchacha que no tenia expresion en el rostro. Aquello la tenia preocupada

-Que estas planeando, pequeña?.

-Nada, nada. Necesito paz y alejarme de esta maldita ciudad.

-Tu madre preguntara donde estas y quizas venga hacia mi a pedir respuestas

-Pues no le digas nada. Yo volvere pronto.

-Te iras a ver con el hungaro?

-Puede ser. Quizas el me de el consuelo que necesito...

Al decir esto , la mirada fija de Mimi le helo los huesos a la madura mujer que veia en aquel viaje, desgracia venidera, pero, a Sophie no le interesaba por mas que ella la alertase que no fuera y se quedase con sus padres. Tal como lo habia pactado, a las 4:30 de un lunes de Marzo de 1892, al bajar del tren encontro a Friedrich que la esperaba con una sonrisa de oreja a oreja.

Coquetamente, pero con la vista perdida le devolvio el gesto sonriendole y engarfiando su brazo al de el con direccion hacia el carruaje. Al estar ambos amparados en la privacidad de la cabina, el hombre se tiro cual leon a su presa para besarla apasionadamente. Mimi relajo la mandibula y le siguio el jueguito porque, despues de cuatro dias de angustia, rabia, pena y llanto, se sentia bien.

Al llegar a la residencia que su amante habia arrendado, no esperaron ni un segundo para desnudar sus cuerpos y entregarse el uno al otro. Con la mirada fija en el techo, siendo violentamente sacudida por las fieras embestidas de su "Freddie", Marie Sophie pensaba en Otto, en como le iba a doler esto y que la iba a pagar. Gruesas lagrimas caian por su mejilla y sus gemidos de pena se mezclaban con los de placer de su acompañante el cual habia esperado meses por aquel encuentro. De noche, cuando el ya dormia, cansada y con calambres, se acerco a la ventana para observar la estrellada noche. Misma cosa hacia en Viena el desesperado joven que habia buscado por cielo mar y tierra a su Mimi, arrepentido y culpable por haber sido tan tonto y haber provocado todo aquello. Semi borracho y hecho un mamarracho, llorando a mares se juraba a si mismo no volver a cometer el mismo error y cumplir las reglas que ambos habian pactado años atras.

-Mimi...Mimi...donde estas. No me dejes solo!.- lloraba abrazado de una botella de whisky.

Casi quince dias duro el via crucis del joven , quince dias seguidos Sophie se entrego sucesivamente a Friedrich que parecia no satisfacerse con nada. Entre el gozo y las lagrimas que inundaban sus ojos en el climax ella veia a su "Schone" susurrando su nombre y observandola a los ojos como solia hacerlo cuando hacian el amor y al terminar y volver en si, veia a Frittie sonriendole y con las pupilas dilatadas repitiendole cuanto la deseaba . Mientras el dormia se acariciaba el cuerpo y llegaba a su vientre, amasandolo delicadamente y apretando los ojos, susurrando unas cuantas suplicas que parecieron ser escuchadas...

Mediados de Abril. Satisfecha y con una fria mueca parecida a una sonrisa, Mimi volvio a Viena directo a la casa de su madre. Al entrar, lo primero que vio fue a su hija, la cual al ver a su madre corrio emocionada a abrazarla

-Madre! Madre!!

-Annunziata...

Le abrazo y la observo detenidamente. La niña estaba creciendo preciosa, con diez años era mucho mas alta que las niñas de su edad y demostraba una madurez impresionante. Le sonrio y acaricio con su enguantada mano la carita de la pequeña.

-Esas maletas...te quedaras aca?

-Pues si, por un tiempo

-Que bueno, que bueno.- dijo feliz aferrandose de la falda de su mamà

-Y tu ...padre?

-El esta en Prusia. Volvera en un mes. Lo extraño.

No contesto. Le dio la mano y la condujo a la salita de estar donde estaba Carolath tejiendo

-Que imagen de paz y serenidad.

-Mimi!. Y tu..que haces aqui?. Donde estabas?

-De viaje.

-De viaje?. Como te vas de viaje y no le dices nada a nadie!

-Oma..Mamà viene cansada, no la retes por favor.- suplico Miana con los ojos brillantes

Carolath titubeo y vio a su hija riendo sarcasticamente.

-Que ocurre, Marie Sophie?.

-Me quedare un tiempo aqui-

-Aqui?. Pero tu tienes casa!.

-No volvere con ...el.- susurro lo ultimo al ver a su hija expectante y escuchandolo todo.

-No me refiero a eso. Me refiero a la casa que tienes con tu marido.

-Que se quede aqui, Oma!. Yo quiero...

-Miana, por que no vas con Mitzi a buscar mariquitas?

-Pero...!

-Amor, hazle caso a tu abuela. Por favor?

-Esta bien...

Arrastrando los pies y sonriendole a su madre se dirigio al jardin dejando sola a las mujeres.

-Madre, por favor. Yo no quiero volver a esa casa!. Tengo los peores recuerdos de ahi...

-Mimi....por dios. Tu sabes que tu padre...

-Mi padre estara encantado de tenerme en casa.

-No me refiero a el sino a..

-No empieces con aquello. Bubi estara feliz de que este aqui cerca. Y calma, que no hare nada malo.

-Que ocurrio con Otto?

Silencio. Bajo la mirada y luego la levanto fria y algo mojada con lagrimas.

-No existe.

Carolath suspiro y sonrio en sus adentros. Era mejor asi, que todo terminase y que Sophie volviese aunque fuese al hogar que la vio crecer. Ese seria el primer paso para reformarla, despues volveria a su casa con su esposo e hija.

Fue entonces que Mimi vivio un par de semanas con su madre, casi ida, respondiendo en monosilabos y con la mirada languida, ni la sombra de lo que solia ser y como era de esperar, Miana emocionada no tardo en escribirle a su padre sobre la vuelta de su querida "mamita" al hogar materno

"Querido padre: No sabes la de noticias que te tengo!.
Todo estaba normal hace un dia atras.-Yo jugaba en el jardin con Gemma y no sabes quien ha llegado!. Para mi alegria, mamita!!. Yo que tanto te extrañaba, verla llegar y quedarse aqui en casa de oma me ha devuelto el alma y la alegra al cuerpo. Me siento tan bien de tenerla a mi lado, aunque creo que esta triste porque no te encontro aqui. Por que no vuelves? ella te necesita..."

Al leer la suplica de su hija, Franz Ferdinand apresuro el regreso a Austria y al llegar a la villa de Carolath, quedo frio al ver a su mujer docil y como si solo su cuerpo estuviese en esta tierra, mas no su alma.

-Mimi...

-Vete, dejame sola.

-Mimi, por favor..

-Que no basto lo que te hice?. Deberias aborrecerme a muerte...

-Pero no puedo, no puedo. Yo me trago toda la verguenza , orgullo y humillacion...no ves que te amo? que te adoro hasta con la ultima fibra de mi ser?

-Vete...

-Por favor...vuelve a casa con nosotros....

-No, me quedare aqui con mi madre.

-Marie Sophie..

Le tomo la mano y la comenzo a besar. Sophie le dejo y cerro los ojos. Penso en Otto que hace dos dias atras habia vuelto a buscarla y recordo el estado de la "maldita cabaretera". Suspiro y luego susurro.

-Lo que tu quieras...

Se encontraba vencida, agotada. Todo le abrumaba y sabia que su marido no daria brazo a torcer, asi que decidio ceder a sus suplicas. A dia siguiente se encontraba nuevamente en aquella casa que tanto asco le daba en dias pasados. Ahora le daba algo de gusto pasearse por ella y pensando en Otto dandose por enterado de que habia vuelto con Franz.

Su joven marido se deleitaba al sentirla "volver a el" y que su hija brillase de alegria por tener a su distante y querida madre cerca ella. De noche, esperaba que Mimi cayese profundamente dormida para luego acostarse junto a ella y verla descansar. No, a pesar de todo lo que le habia hecho, jamas dejaria de amarla.

Frecuentemente la joven recibia notitas de su madre diciendole que Otto visitaba periodicamente su casa , suplicandole para que intercediera entre los dos, pero que ella se habia negado. Que su lugar era estar junto a su marido y que el no tenia nada que . Sophie suspiraba apesadumbrada y luego sonreia al imaginarselo muerto de celos sabiendola al lado del idiota de su hermano. Tambien gozaba cuando, por la ventana lo veia merodeando la casa, cual animal a su presa.

Estaba desesperado, aunque ya habia arreglado parte del problema. Habia convencido a un amigo suyo, el doctor Julius Von Hortenau , que se casase con Marie para las apariencias. No le costo mucha suplica ya que el hombre se encontraba embobado con la belleza de la bailarina y aceptaria cualquier cosa para tenerla a su lado. Por su parte, la atribulada ex amante aceptaba todo muy cabizbaja, aun sobandose la cicatriz que Mimi le habia dejado en la mejilla, que la marcaria de por vida. El bebe recibiria una cuantiosa cantidad de dinero mensual y el nombre de Otto seria borrado de la vida de ambos. No queria tener nada que ver con aquel bastardito y menos con su madre, a la cual a esas alturas consideraba "el peor error de su vida".

Ardia de ganas de decirselo a Sophie, se las ingenio para mandarle notas a travez de la servidumbre pero todo en vano. Al llegar a las manos de la muchacha estas terminaban hechas trizas e incineradas en la chimenea.

-Sufre...sufre...aun no estamos a mano.

Y lo estarian...

Mes y medio despues de que se establecio en la residencia matrimonial, mientras desayunaba con su hija, comenzo a sentirse mal. Tuvo que pararse de improvisto y correr al baño en donde explosivamente, vomito. Ya habia notado su cuerpo extraño y llevaba un poco mas de dos semanas de atraso en su periodo. Era lo que esperaba, lo que habia ansiado al enterarse de la traicion de Otto. Con sudor frio en el rostro y los ojos aguados se puso lentamente de pie y sonrio mientras se miraba al espejo. Estaba hecho.

Fue entonces que corrio feliz escaleras arriba mientras Annunziata, preocupada la observaba sacar cosas del armario y llamar a las criadas.

-Mamita, te sientes bien?

-Claro, amor. Mejor que nunca.

-Pero te he visto muy mal minutos antes.

-Miana, preciosa...

Camino hacia ella y le acaricio el rostro.

-Estoy perfecto. Ves esta sonrisa?

-Si....pero...por que estas sacando tus cosas?. Por que empacan?.- pregunto la niña asustada.

-Tengo que hacer un pequeño viaje.

-Llevame contigo!

-Pequeña..no puedo. Es un viaje que debo hacer sola. Pero prometo que volvere pronto.

-Lo juras?.

-Lo juro..

Beso la frentecita y luego se dirigio hacia las sirvientas para dar ordenes de que empacar o no. Annunziata observaba sobrecogida como la madre se le volvia a escapar. Habia sido tan feliz junto a ella el ultimo mes. Jugaban, le conversaba y ella le sonreia, le sonreia!!. Amaba la sonrisa de su "mamita linda" y la extrañaria terriblemente en su "corta ausencia".

Aprovechando que Franz F no se encontraba en casa, partio de inmediato hacia Hungria, mientras desde la ventana, tal como lo hacia de pequeña, Miana se despedia con los ojos cubiertos en lagrimas, ansiando que los dias de la ausencia de Mimi pasasen rapido.

El viaje se hizo mas apresurado de lo habitual. Con suerte habia encontrado pasaje y se habia ido todo el recorrido temblando de pies a cabeza mientras su sirvienta muda la observaba desde la otra esquina. Se establecio en un lujoso hotel desde donde le envio una nota urgente a Friedrich para que viniese a su lado . Este, temblando y dando gracias a su suerte, de inmediato fue a su encuentro donde la encontro palida y a la vez sonriente. De inmediato, tal como las otras veces, se le tiro al cuello para besarlo con ardor y deseo, pero ella le rehuyo y se sento en el sillon mirandolo seria.

-Que ocurre, Mimi?. Ya no me deseas?

-No es eso. Por favor, sientate.

Contrariado por la frialdad de su actitud, tomo asiento frente a ella, pero lo suficientemente cerca para agarrarle las manos.

-Te espere tanto. El dia a dia me agobia y tu recuerdo es mi incentivo para aguantar la rutina.

Silencio. Ella no sabia como darle la noticia.

-Que pasa?. Tu no eres asi...

-Tenemos que hablar algo serio.

-Que? Este sera nuestro ultimo encuentro?. Por favor, no digas eso. Que? he hecho algo mal?, Te
he herido?. Disculpa por no haberte escrito estas ultimas semanas pero he estado hasta la coronilla de asignaciones y...

-Nada de eso.

-Entonces?

Le apreto las manos y fue entonces que solto la bomba.

-Vengo a hablarte de las consecuencias de nuestro ultimo encuentro.

Abrio los ojos de par en par y le solto las manos. Ella, asustada por primera vez se sobrecogio y llevo instintivamente las manos a su vientre.

-Que dices?

Suspiro y contesto :

-Lo que acabas de oir. Espero un hijo tuyo

El hombre se recosto en el respaldo del sillon y se llevo las manos a la cara para luego dar un gemido. Mimi estaba expectante.

-Yo...- musito asustada

-Tu....tu nada. No te preocupes que lo llevaremos bien.- contesto sonriendole

-Pero...

-Mimi, preciosa. Soy muy feliz con esta noticia.

-Mientes.

-Por que dices eso?. Los momentos contigo han sido los mas hermosos de mi vida.

-No digas eso porque tu sabes que...

-De amor nada, no te preocupes. Pero estima y deseo profundo, si, mucho.

-Que haremos?.

-Pues...Yo te arrendare una villa discreta a la afueras de Budapest y ....

-Tienes por sabido que no puedo conservarlo, no?.

Le miro apesadumbrado y volvio a agarrarle las manos.

-Pues....si. Pero no te preocupes que aquello lo arreglare yo.

Se sonrieron mutuamente y luego se sento a su lado para besarla y abrazarla. Estaba feliz. porque, despues de siete niñas, veia con ilusion la posible llegada ,al fin!, de un varoncito del cual , personalmente, velaria.

Y asi, en menos de una semana, Sophie se vio instalada en una hermosa residencia con aires campestres en donde tenia todo a su disposicion. Friedrich habia conversado con su madre sobre la "delicada situacion" y esta , con cierto estupor por el calibre de el affaire de su hijo, encontro la solucion perfecta para el destino de aquel infante.

-Se quedara aqui y sera adoptado por Hildegard (dama de compañia) y su esposo. Asi lo tendras siempre cercano para cuando quieras verlo y por supuesto, crecera en el seno de una buena familia que lo cuidara y amara cual hijo legitimo.

-Gracias , madre.

-Ahora, tu, ve y preocupate de tu mujer y tus pequeñas, que de Sophie, yo me hago cargo.

A pesar de haberse sentido escandalizada por la escapadita de su hijo, la archiduquesa Elisabeth Fransiska sentia gran simpatia por Mimi, convirtiendose en su fiel compañia durante los ocho meses que estuvo en Hungria. Por su parte, Sophie la consideraba una madre y esto la hacia extrañar menos Viena en donde todos, en especial su marido, se preguntaban porque habia partido de forma tan apresurada, sin avisar.

A pesar de las circunstancias en la que habia ocurrido la concepcion, la joven se sentia bastante a gusto llevando aquel inquieto bebe en el vientre, no tanto por quien era su padre ni mucho menos, sino porque el era la venganza que habia ansiado tanto, porque despues de su nacimiento, Otto tomaria una cucharada de su propia medicina

-Tu seras el puñal que clavare en su corazon.- susurraba mientras se acariciaba la abultada barriga.

Una noche tibia, comenzo con las contracciones. Friedrich junto a su madre y dos doctores se encontraban presentes. El nervioso padre consolaba a la parturienta que estoica trataba de soportar los horribles dolores. Elisabeth la azuzaba y felicitaba por su valentia mientras seguia los consejos de los doctores. A pesar de lo sufrido, con solo tres pujos, el bebe vino al mundo llorando vigorosamente.

-Es una niña. Felicitaciones.- dijo lugubremente el doctor que la atendio.

El orgulloso padre se acerco para verla , fue el quien corto el cordon y envolvio a la pequeñita que no paraba de llorar. A pesar de no ser lo que el esperaba, le alegraba el corazon verle la carita a su retoñito y comprobar con agrado que poseia los rasgos de su madre, rasgos que tiempo despues se harian mas marcados e incomparables.

-Mirala...es preciosa.

Mimi estiro los brazos mientras la archiduquesa daba gracias a dios porque madre e hija se encontraban bien. Le vio la carita y sonrio encantada de verse reflejada en ella, pues tiempo despues se la restregaria en la cara a su infiel primo.

-Ves, madre?. No hay caso. Yo solo engendro niñas!.- comento riendo el archiduque acariciandole la cabecita a su pequeña.

Un mes y medio pasaron juntas y luego llego la hora de decir adios. Al contrario de lo que pensaba, le costo separarse de la pequeña a la cual bautizaron como Sophie Fransiska y tambien de "Freddie", con el que, ahora, tenian un lazo indestructible de por vida.

-Continuare ansiando tus cartas y compañia.

-Tratare de escribir...

-Hazlo, por favor. Yo te mantendre periodicamente informada de nuestra pequeña.

-Por favor..

Se abrazaron por ultima vez y amparados en la oscuridad de la estacion se besaron.

-Adios , Mimi. Por favor, no nos olvides.

-No lo hare. Estare pendiente...

Subio al tren y suspirando, mientras veia por ultima vez a su amante, pensaba en la pequeña que habia dejado durmiendo placidamente en su cunita. Estaba feliz, porque habia quedado en buenas manos, su padre velaria por ella en complemento de los adoptivos, los cuales recibieron el hermoso regalito con agrado y emocion.

A pesar de haber prometido cartearse seguido con Friedrich, lo hizo solo el primer mes y luego se nego a seguir respondiendo las cartas hasta llegar a un punto de ni querer leerlas. Borraria aquel capitulo de su mente y solo quedaria plasmado en un diario que quedaria confinado en el fondo de un baul de recuerdos para la posteridad. La niña y freddie serian felices sin ella y su malevola y toxica presencia. Era mejor asi, funcionaba, Maria Annunziata era la prueba.

Una noche fria de Enero de 1893, la archiduquesa Marie Sophie de austria volvio a Viena, dirigiendose directamente al apartamento que compartia con Otto. Al llegar a este le enconto tirado en una esquina, hecho un guiñapo y abrazado a una botella de ginebra. Lentamente se acerco a el y se puso de rodillas a su lado, acariciandole el rostro.

-Mein Schone...

De a poco se desperezo y al abrir los ojos le vio frente suyo. No era una vision....por fin! era ella!!

-Mimi....Mimi?!!!. Mi bella Mimi!!

La botella rodo a un lado y se aferro a ella pegando la cabeza a su pecho.

-No me dejes mas, por favor!!. Nunca mas!!!

-Nunca mas, Mein Schone, nunca...

Lloraba cual bebito , desconsoladamente repitiendo el nombre de su prima apasionadamente.

-Juramelo, juramelo, Mimi!!. Nunca mas me abandonaras!

-Lo juro. Y sabes por que?. Porque ahora, estamos a mano.

Aun asi se encontrase algo borracho, le miro sorprendido y shockeado entendio el significado de aquello. La miro boquiabierto y luego volvio a aferrarse a ella con el menton temblando tratando de sonreir. No importaba lo que ella hubiese hecho, habia vuelto a su lado, para siempre...

(Continuara)

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Sophie Fransiska, llamada amorosamente "Sossie" por su padre biologico y los adoptivos. Budapest. 1893

sábado, 31 de octubre de 2009

Meet the Habsburg XV: "Give and Take"


"Adan y Eva expulsados del paraiso". Otto y Sophie se refugiaron en aquel hotel en las afueras de Viena quehabia sido testigo de muchas noches de locura. Pero a pesar de las circunstancias en las que salieron decasa de Carolath, ninguno de los dos estaban triste, es mas, se sentian aliviados de estar en un territorio neutro y libre de malas vibras. Con mucho cuidado el joven, que llevaba en brazos a Mimi, la acosto sobre la cama y esta de inmediato se arropo.

-Tengo frio...- susurro con una sonrisa en los labios

-Te sientes mal, no?

-No, soy feliz. Por fin les hemos dado en la cara con nuestro amor y no molestaran mas.

Estaba palida y apenas abria lo ojos. Preocupado Otto mando a llamar a su amigo Johan para que la examinase.

-Nada grave. Solo esta algo abrumada con lo de hoy.

-Ya veo. Nos iremos lo antes posible. El aire aca se ha vuelto irrespirable.

-No es inteligente partir tan pronto. Deja que se recupere algo, o sino puede que se complique mas.

-Cuanto?

-Un par de semanas.

Pateo con fuerza un cojin que estaba en el suelo y dio un gruñido cual niño malcriado. Luego, agotado , cayo sobre el sillon.

-Puedo entrar a verla.

-Le de dado un par de calmantes para el dolor. Debe de estar durmiendo.

Suspiro , se puso de pie y despidio de su amigo. A continuacion abrio la puerta y la vio ahi acostada, casi transparente, respirando pesado mientras dormia profundamente. Se acosto con mucho cuidado a su lado y aferro a ella. Esta gimio suavemente y continuo hundida en el sopor de las drogas....

Los dias pasaron lentos para ambos, se miraban con deseo pero se limitaban a acariciar y besarse pues aun el estado de Mimi era delicado. Recibieron las visitas de Franz Ludwig, hermano de Sophie el cual lamentaba mucho como se habian dado las cosas pero comprendia en cierto punto la posicion de su hermana la que habia sido casada por obligacion, aun teniendose conocimiento de el amor que ella sentia por Otto y Vice
versa. Tambien fue Gisela para tratar de hacer entrar en razon a la pareja.

-Comprendo perfectamente a ambos pero deben darse cuenta que estan haciendolo mal, todo mal. Mimi, estas dejando a tu pequeña de lado y a Franz que esta inconsolable, mudo..ido!

-No me interesa.

-Que no te interesa?. Y tu hija?. Al menos Annunziata te interesa?

-El me hizo aquella niña, el la quiso. Yo del principio le dije que no queria hijos.

-Por favor, Mimiusha (apodo cariñoso exclusivo de Gisela a su media hermana), entra en razon...ambos estan sufriendo. Por favor vuelve,si no es por Franzl, hazlo por la pequeña.

Mimi, levantando lentamente la cabeza, le dedico la mas frias de las miradas y luego contesto.

-Parto mañana y espero no volver en un buen tiempo. Te dejare la direccion para que me escribas...

-Pero...!

-Pero....la niña estara mejor si yo estoy lejos de ella.

Fue la ultima palabra que se menciono. Beso a Gisela en la cara y luego se puso de pie para encerrarse en el cuarto hasta que sintio que ella se habia marchado. Mirando por la ventna se quedo toda la tarde dandole vuelta a mil cosas y siguio ahi plantada aun cuando Otto llego a eso del anochecer.

-Amor, traigo alguno de esos pasteles que tanto te gustan...que haces ahi?

-Espero a Rudolph.

-Que? no ha venido aun?.

-No, solo estuvo Gisela.- suspiro molesta

-Hmm, ya veo. Que raro que Rudi aun no haya venido. Quedo de estar aqui a las seis.

-Ya son las ocho. Jamas demora. Apuesto mi vida a que esta con esa asquerosa de Vetsera!


Vetsera...la manzana de la discordia. Rudolph y Mimi fueron siempre unidos, mas aun despues de la boda de Otto cuando se convirtieron brevemente en amantes. Siempre diligente y puntual con su "prima", si esta le llamaba estaba ahi...siempre, hasta que aparecio Mary Vetsera, una bella joven que se me metio por los ojos al joven Crownprince. Al principio, a Sophie le agrado porque le encantaba ver humillada a Stephanie, pero cuando vio lo absorvente y trepador del caracter de la joven, la odio al punto de arrojarle una copa de vino en la cara y gritarle a todo pulmon que no era mas que una "puta con ansias de emperatriz", cosa que indigno a Rudolph y lo hizo alejarse de su prima favorita.

Otto de lejos la observaba con la frente pegada al cristal, algo molesta y algo triste por el desden de su Rudi al que tanto queria. La mañana siguiente, cuando ya disponian a porfin marcharse de Viena, furiosa le escribio una hiriente y sentida carta a su primo reprochandole su indiferencia, maldiciendole y deseandole lo peor, amenazandolo que se "iba a arrepentir de haberla herido de esa forma" entre otras cosas mas. Ella
jamas supo si recibio la carta o no pero la tuvo presente la mañana del primero de Febrero de 1889...


La pareja llevaba bastante tiempo en Biarritz, Mimi se habia recuperado perfectamente y habia vuelto a la vida en bailes y orgias descarriadas con los mas variopintos personajes de la realeza europea. La fama de "come
hombres" e "insaciable" de la archiduquesa habia llegado a los oidos de su madre, la que se pegaba en el pecho culpandose de aquello y a los de su marido que era motivo de burla en la familia, siendo humillado diariamente en sus espaldas con murmullos malintencionados y llenos de veneno, los que a la final lo convirtieron en un hombre serio y frio, solo capaz de mostrar su parte calida y amable a su pequeña que crecia sin traumas y complicaciones, pero aun asi extrañando a su madre entrañablemente.

La fiesta en el balneario frances era sin fin. La noche anterior a aquella fria mañana , la pareja habia ido a un casino con la duquesa Anastasia de Mecklenburg-Schwerin, amiga y confidente de Mimi. Habian tomado mas de la cuenta y ambos, apenas pudiendose el cuerpo regresaron a su hotel. A eso de las 8 de la mañana, la puerta fue golpeada freneticamente. Otto, molesto por aquel agravio y con una resaca de los mil demonios,
entre gritos, abrio molesto. Era el dueño del hotel el que traia un papel crispado en la mano. Le observaba con los ojos casi fuera de orbita.

-Que mierda ocurre!. Es esta manera de despertar a alguien?

-Otto....creo que...creo que debes saber esto...

-Que ocurre?

Le arrebato el papel que sujetaba temblorosamente y lo abrio de mala gana. Al leer las noticias tambaleo y apenas escucho lo que su amigo decia..

-Acaba de llegar y vine de inmediato a avisarles. Que tragedia, por dios santo!. Lo apreciabamos tanto por aqui...

El mundo se le movia y ya no era por el alcohol que habia ingerido la noche anterior. Mudo y titubeando se dirigio al cuarto donde Mimi dormia. Era tal el mareo que sentia que cayo de rodillas y arrastrandose llego al lado de su amada. Le acaricio el rostro y beso sollozando su boca. Desperto suavemente y le sonrio .

-Que ocurre?. Esa cara?.

-Mimi....Mimi...- sollozaba

-Dime!

-Es Rudolph...el...

Le dijo todo con voz temblorosa. Ella, en shock, de golpe se sento en la cama y luego comenzo a llorar compulsivamente, llantos que se hicieron aun mas profundos al enterarse de los increibles detalles de su muerte. Ese mismo dia, tomaron un tren hacia Austria y al llegar, sin importarle el que diran, se dirigieron a la casa de Carolath en donde la conmocion reinaba. Destruida, Mimi se tiro a los brazos de su madre a llorar desconsoladamente. Otto , desencajado, observaba todo apoyado contra la pared.

El velorio y el posterior funeral fue lugubre. La viuda junto a su pequeña, Elisabeth sentadas en una esquina, en la otra la emperatriz con el rostro cubierto en un espeso velo negro y junto a ella, sus dos hijas y Franz Joseph que no sacaba la vista del ataud. En el asiento de atras, Carolath , Ludwig Viktor e hijos junto a Otto el cual no se separo ningun instante de Sophie que estaba inconsolable

-Es mi culpa...es mi culpa. No debi de haberle maldecido.- susurraba entre lagrimas

-No digas eso que no fue asi.- le respondia serio acariciandole la mano.

Testigo de todo esto eran Karl Ludwig, su familia , Josepha, que por fin comprendio lo que ocurria y por supuesto Franz Ferdinand que los observaba con odio. En aquel velorio velaba tambien el alma del hijo que ella habia cruelmente abortado, y entre contradicciones, la maldecia y aun deseaba con locura.

Sepultado Rudolph, a la pareja de amantes no le quedaron ganas de volver a Biarritz. Otto arrendo un piso en un centrico departamento en Viena y continuaron su vida tranquilamente por un tiempo, el bebiendo y apostando y ella cuestionandose las causas de la muerte de su primo.

-Dudo que se haya suicidado, lo dudo. Quizas esa maldita le mato al querer dejarla. La creo muy capaz de haber cometido esa aberracion.

Su madre la miraba triste y le respondia con dulzura.

-Amor...fue suicidio. Dejo una carta despidiendose

-No me la creo..el no era asi!. Ademas, por que hacer eso cuando adoraba tanto a su hijita...

Fue entonces que interrumpio en el cuarto Franz Joseph. Desde la muerte de su hijo se habia refugiado en Carolath, la que en ese punto se habia convertido en mas que una ex amante, una amiga fiel y comprensiva.

-Mimi...- susurro al ver a su hija.

Estaba impresionado, no le veia del funeral y toparsela nuevamente, mas cuando le habia informalmente exiliado. Esta se encontraba de riguroso luto, con la mejillas rosa pero el resto mas palido que nunca. Sus ojos celeste centellearon al ver a su padre entrar al cuarto.

-A mi no me engañan. A Rudolph lo han matado.

-Mimi...de que hablas?

-No se haga el tonto, emperador!. Usted sabe perfectamente que Rudolph hubiese sido incapaz de atentar contra su vida. Si, le gustaba el vicio y la buena vida, si, estaba enfermo, pero no al punto de querer morir! El estaba tan joven y lleno de vida!.

-La version oficial es..

-Me importa un carajo la version oficial!. Se nota que usted no conocio bien a su hijo como lo hice yo..!

Carolath dio un respingo y se puso de pie para alejar a su hija de Franz al que se acercaba amenazante y casi fuera de control.

-Que dices?..Sophie..yo...

-Usted nada!!!. Mal padre! dejar que la honra de su hijo se manche mintiendo descaradamente y poniendolo de "Suicida"!. Me da verguenza! me da verguenza llevar su sucia sangre en mis venas!.- chillo golpeandole con el puño cerrado el pecho

Primera y ultima vez en su vida que Sophie le reconociese como padre. El kaiser estaba de piedra con los ojos mojados en lagrimas y Carolath sollozando afirmando a su hija del brazo. Algo de razon tenian sus palabras...

Furiosa, se deshizo de su madre y empujando a su padre se dirigio hacia la salida. No volvio a pisar aquella residencia en un año y era su madre la que tenia que visitarla en su departamento. El tiempo era un torbellino para Sophie, lo era para Otto y el resto de la familia que habia quedado devastada por la horrible muerte del futuro de los Habsburg.

Tiempo....tiempo paso rapido y el luto exterior fue desapareciendo, pero siempre estaria presente dentro, en el corazon. Sin darse cuenta, Marie Sophie se vio sumergida en el mismo remolino que su madre despues de la muerte de su hermanito. Volvio a la vida banal y sibarita y con pena y rencor vio que Otto, SU Otto, fijaba la atencion en una bella y joven bailarina llamada Marie Schleinzer . Muerta de coraje y de rabia al verlo galante e interesado en la mujer aquella, decidio hacerle la competencia y sacarle celos. Eso si...con quien?.

Despechada se dirigio al burdel de Frau Von Traut. Esta la atendio de inmediato llenandola de atenciones.

-Y por que esa carita tan triste?. Y donde esta tu hombre?

-No quiero hablar con el. Me debe una grande...

-Hmm.,..ya veo...- contesto prefiriendo no ahondar en el asunto

Interrumpio la conversacion un bullicio que venia del hall principal.

-Que ocurre?

-Es el alto rango del ejercito Austro- Hungaro.

-Ah si?

-Si. Han venido a la ciudad a hablar con el Emperador y me parece que les ha ido genial pues han pasado toda la tarde aqui festejando y tirando dinero a manos llenas .

Dio media vuelta y sonrio. Luego pidio una botella de Bourbon y se dirigio donde estaba el contingente. Los hombres estaban vueltos locos, algunos desnudos, otros persiguiendo a las chicas del local, otros cantando, otros ya abatidos por el alcohol. Deleitada por la escena, se apoyo contra el umbral del cuarto y cuando disponia a tomar un sorbo de su licor, sintio unas manos acariciar ansiosamente su vientre. Dio un salto y luego, mordiendose el labio apoyo la cabeza en el pecho de su admirador.

-Otto....- suspiro

-Primita...esa es forma de tratar a tu primito querido?.

Asustada, rapidamente se dio vuelta y comprobó que aquel hombre no era el que esperaba y deseaba, sino que un primo lejano, Friederich de Austria - Teschen. Este le sonreia y se desabrochaba los botones de su camisa, pues el ambiente en el lugar estaba caluroso y caldeado.

-Yo...

-Tantos años sin vernos. Cuantos van a ser...diez?. Si , claro, para tu matrimonio con el mequetrefe ese de Franz Ferdinand...

Le sonrio coquetamente y este le respondio. Fue entonces recordo la antipatia que Otto tenia contra el y se aprovecho de esto. Como gata en celo se acerco a su primo y le acaricio el rostro, teniendo la vista fija en la de el. Luego, sensualmente tomo un sorbo de bourbon y a continuacion se vio imantada a la boca de su objetivo, dando vueltas alrededor del alegre cuarto. No se dio ni cuenta cuando estaban en una habitacion acariciandose mutuamente de punta a cabo. En cierto punto olvido la venganza y se sintio sensualmente intoxicada con la esencia de "Freddie". No paso mucho tiempo antes de que se viese desnuda apoyada a uno de los pilares de la cama mientras Friederich fieramente la hacia suya, susurrandole insinuantes palabras, magreandole los pechos y besando su espalda. Terminaron en la cama, el cubriendola con su cuerpo y empapandola de salado sudor. Ella, boquiabajo, aun apretando las cubres, suspiraba, jadeaba y tenia los ojos cubiertos en lagrimas, mezcla de pena y extasis. Habia sido mucho mas de lo que habia esperado, pues aparte de verse vengada, habia conseguido un nuevo amante que sabia como tratarla y llenarla de placer.

Fue un encuentro monumental de toda una tarde en donde Sophie rio en sus adentros al ver a su primo temblar al tocarla, besarla e incluso al gemir, saliendo sollozos ahogados desde su garganta en especial cuando alcanzaba el climax.

Quedaron de juntarse al dia siguiente en el mismo lugar, pero al llegar a casa y encontrarse sola, cambio de opinion. La mañana siguiente apenas le dirigio palabra a Otto y este salio sin avisar donde ni a que hora volveria. A pesar de esto Mimi sabia donde pasaria el dia y en el ardor del despecho y odio, mando una nota al hotel donde Friederich se encontraba para citarlo en su departamento. Puntual llego y sin siquiera
saludarse, se tiro directo a la boca de su nueva amante. La joven tenia todo completamente calculado, harian el amor en todas partes en especial en la cama que compartia con Otto para impregnarlas del perfume de Frittie. Quería humillarlo, que oliese, que supiese que no solo el estaba pasandola bien y que perfectamente podria obtener todo el placer que le estaba negando en brazos de otro hombre. Queria molestarlo y que le doliese y en cierto punto lo obtuvo, porque la pelea que tuvieron a consecuencia de las sabanas impregnadas fue monumental y la comidilla de la sociedad Vienesa, retumbando fuerte en Carolath y en especial en Franz Ferdinand que aun ansiaba que volviese a su lado.

Las relaciones entre la joven pareja de amantes pasaron de cordial- distante a fria y casi inexistentes. Aun dormian en la misma cama pero apenas se tocaban. Otto por supuesto estaba gastando todas sus energias en su nueva amante y Mimi hacia lo mismo con Friederich. Este, al marchar de vuelta a Hungria, se dedico a escribirle fogosas misivas las cuales eran respondidas devotamente por la joven .

"Dedico horas a fantasear con tus curvas, tus pechos, tu boca. Me tienes en estado de total extasis y excitacion las veinticuatro horas del dia, ansiando por tus perfumadas y apasionadas cartas. Es todo a lo que puedo aspirar por el momento, el deber y el yugo (familia) me tiene anclado en esta maldita ciudad. Te extraño, muero por sentir los escalofrios que inundan mi cuerpo cuando tu piel desnuda hace contacto con la mia.."

"Con mucha pena y angustia veo que te encuentras atrapado en aquella aburrida ciudad. Al igual que tu ansio que me hagas tuya, que me beses y que me aprietes fuerte entre tus brazos. Si las cosas resultan como lo planeo, puede que pronto me tengas en Hungria, lista y dispuesta a entregarme a ti"

Le gustaba sonsacarlo, que las cartas siguientes llegasen llenas de angustiosos ruegos y peticiones. No iba, disfrutaba de esas cartas tanto como el contacto fisico y se las restregaba en la cara a Otto.

-Me ha vuelto a escribir.

-Quien?.- preguntaba casi sin interes.

-Friederich

-Imbecil..

-No , el imbecil eres tu que se ha dejado sorber el seso por aquella mujerzuela y que ha roto una promesa a la mujer mas importante de tu vida.

Aquello le dolio. Tanto que no salio esa noche y titubio muchas veces de ir a pedirle disculpas a Sophie para volver a rehabilitar las relaciones que tan rotas estaban. La mañana siguiente lo hizo y se reconciliaron enredandose entre las sabanas entre te amos y sollozos de felicidad.


Felicidad...felicidad verdadera....poco sabian de esto. Recien lo descubrian al volver a ser "marido y mujer" y poco les duraria , porque, noticias inesperadas cambiarian el rumbo de todo y llevarian a la desesperacion y descontrol a ambos...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Meet the Habsburg : "Poisoned Heart"

Tuvieron que llevarlo a rastras y llamar a la servidumbre para sacarle a su hermano de encima. Franz Joseph llevaba cargando a su inconsolable sobrino hacia un cuarto contiguo para que pudiese calmarse. Lo encerro y vio con pena como el pobre Ferdinand se tiraba a la cama angustiado , apretando las sabanas con rabia y pena.

-Dios santo...que te ha hecho Sophie..?

No le contesto, solo lloraba desconsoladamente. Al rato llego una asustada sirvienta con un vaso de agua con azucar para el pobre muchacho. El emperador se lo alargo y tomo un sorbo.

-Quiero estar solo.

-Seguro que no quieres hablar de lo que paso?.- pregunto pacientemente su tio

-No, no es asunto suyo ni de nadie mas. Es entre Marie Sophie y yo. Por favor, puede salir del cuarto?. Quiero dormir.

Se puso de pie y camino silente hacia la puerta. Luego, preocupado dio la media vuelta y pregunto.

-No haras ninguna locura, no?.

-Soy lo suficientemente insensato para seguir amando a esa mujer a pesar de todo, pero no para atentar contra mi vida. Antes que todo, esta mi hija.

-Me alegro escuchar eso...

Y salio.

A continuacion, se dirigio al cuarto de Mimi la cual era fuertemente encarada por su madre. Junto a ella, estaba Otto el cual la abrazaba y acariciaba el cabello.

-No entiendo aquel afan tuyo por ir contra la corriente. Y el tuyo, Otto!, deberias estar con tu mujer e hijo.- dijo desesperada su tia

-Y seguir la farsa?. Ellos estan mejor sin mi.

-Carolath tiene razon. Tu ahora te vas con Josepha y Karl.

-Vaya, tio. Se habia mantenido bastante mudo, eh?.

-Has escuchado lo que dije?. Te vas inmediatamente a cumplir tu rol de padre de familia o..

-...O que?. Me mandara al exilio?, Me quitara el titulo de archiduque?. Usted sabe lo que aquello desencadenaria, no?. Se sabria todo, incluso la sucia jugarreta que mi"intachable" hermano hizo para CAZAR a Mimi.Tambien se enteraran de todas sus aventurillas en el pasado y el presente...- menciono con una leve sonrisa en el rostro

La joven observaba todo complacida, aferrada a su primo. Sabia que Franz Joseph no haria nada pues creia muy capaz a su sobrino de soltar la lengua y hablar cosas de la familia que afectarian su reputacion y de paso la de todos los Habsburgo. Otto reia llevando la sarten por el mango ...

-No se olvide de que se todo. Usted muy Kaiser puede ser pero una sola palabra mia lo puede hundir en el fango de la humillacion...

-Pero a ti te importa un carajo tu familia!.- grito impotente.

-Solo me importa Mimi...no me interesan los titulos ni lo que se me haya impuesto, porque si, usted sabe que aquella mujer se me fue impuesta.

Carolath y Franz estaban de piedra, no sabiando como actuar. El rigido y correcto emperador se veia totalmente indefenso ante el amor que Otto Franz le profesaba a su hija y el cual defenderia con uñas y dientes, no importando pasar por encima de la familia.

La verdad es que estaba desesperado, sin miedo pero el ver a su amada maltratada y vapuleada le sacaba de quicio, y lo enervaba aun mas en la situacion que se encontraban. Pero no siempre fue asi, hubo un tiempo que, aunque en silencio y a escondidas, se amaron libremente.

Despues del nacimiento de Annunziata, el distanciamiento entre Sophie y Franz se hizo aun mas notorio. Este , poniendo todas las cartas sobre la mesa, trato de reconquistarla pero todo en vano, su mujer se desaparecia y habia veces que no llegaba en dias. El, por supuesto, por amor y evitarle los retos de su madre, ocultaba todo y se sumergia en el trabajo y en la pequeña, que se convirtio en el centro de su universo. Por su parte, la discola Mimi pasaba sus dias y noches junto a Otto en distintos locales de mala muerte y en el elegante burdel de Frau Von Traut, la cual recibia con entusiasmo a la niña que consideraba "fruto de sus enseñanzas".

La malcriaba con exquisitos manjares, las mejores bebidas y la mejor habitacion para la pareja. Se encerraban abarrotados de toda clase de licores y comidas y pasaban horas emborrachandose y haciendo el amor. Se amaban con locura y pasion animal, la cual derrochaban en horas de erotismo y carnalidad extrema, de la cual eran testigos las "niñas" de Von Traut, las que se turnaban para escucharlos fuera de la puerta o vigilarlos desde un cuarto contiguo a travez de un agujero estrategicamente ubicado para no perder detalle de aquellas soberbias copulas.

Estaban ambos extasiados y sumergidos en un mundo banal y sibarita, todo era valido con tal de alcanzar el placer maximo, no importanto si aquello conllevaba experimentar con drogas o incluir terceros, las cuales eran de sexo femenino y elegidas por Mimi. La unica regla era...

-No te enamores ni involucres mas alla de lo necesario. Me romperias el corazon si lo hicieses...

-No te preocupes, preciosa. Jamas hare eso.- respondia rozandole los labios

Pero lo haria. Despues de esquivar por años el compromiso, su padre le puso ante la espada y la pared imponiendole una bella y candida muchacha, Maria Josepha de Sajonia a finales de 1885. Sophie estaba confundida e irritada con la noticia, cosa que no se molesto en disimular, causando la indignacion en su madre.

-Pero muchacha!. Con que cara vienes hacer berrinches por la noticia!.

-Tu lo sabes bien, no se para que preguntas!

-Tu no tienes derecho!

-Si lo tengo, porque soy su mujer!

Carolath quedaba en silencio y tartamudeando. Aunque ya sabia la relacion que habia entre su sobrino y su hija, que esta se lo tirara asi como asi en la cara le dolia, y no tanto por ella, sino por el pobre Franz Ferdinand, el cual a esas alturas, despues de cuatro año de matrimonio, tenia dos cuernos del tamaño del Everest. Pero a pesar de los desplantes de su mujer y sus rabietas por el compromiso de Otto, el no se daba por enterado. Desde hace algun tiempo habia optado por hacerse el tonto y dedicarse a su hija , tambien a ser sombra de Mimi la que disfrutaba casi maquiavelicamente el sentir cerca a su desesperado marido ansioso por tocarla y hacerla suya. A veces se daba baños con la puerta abierta y rompia en risa estridente al ver al pobre joven observandola con cara de becerro desde una esquina.

En visperas de la boda, reventando de celos y ganas de ver a su rival, la joven conocio a la candida Josepha. Batallo duro por no reirse en su cara cuando la vio. La encontro sonsa, fea, poca cosa e idiota a morir, exactamente la misma observacion que Otto hizo al conocer a su futura mujer. Fue entonces que pudo respirar tranquila y dar su venia definitiva a esa union que le resultaba un chiste.

La boda se llevo a cabo en octubre de 1886 y Mimi, junto a su resignado marido, fueron testigos en primera fila de aquella farsa. Reia complacida observando a la candida novia sonreirle con la cara llena de rubor a su novio que le mentia descaradamente mientras le recitaba sus previamente aprendidos votos matrimoniales. Le resultaba todo tan penoso, tan patetico, pero se aguanto porque, celebraria mas tarde con su amado que aquel circo habia salido a la perfeccion.

Y asi fue. Despues de la recepcion y de la noche de bodas que fue fugaz y traumatica para Josepha por lo rudo y poco delicado que fue su marido, Otto corrio hacia lo de Frau Von Traut para encontrarse su Sophie. La gente ahi presente que sabian de la boda, se sorprendio al ver la pareja de lo mas acarameladita cuando , en teoria, se suponia que el joven deberia estar con su flamante esposa. Pero despues sacudieron cabeza y , como les conocian, aquello se veia venir.

Esa noche fue especial, no solo por el nuevos status que llevaba Otto, sino porque, en plan de innovar en la tacticas amatorias, incluyeron al mas improbable compañero de orgias a sus jueguitos. Eran las 2 de la mañana y en el bar bebia Rudolph, el primo de ambos. Sophie sonrio coquetamente y ronroneo como gata en celo. Otto le observo y acariciandole la espalda, susurro:

-Y? que esperas?

-Le busco?

-Anda, ve...los espero

Se acerco caminando cual gacela hacia su presa y suavemente le susurro al oido:

-No tienes ganas de jugar, primito?

Rudolph se dio vuelta sorprendido y le respondio elevando su vaso de cognac.

-Por que no?.

Se sonrieron y luego ambos caminaron hacia el recien casado para despues encaminarse escaleras arriba hacia el cuarto que les esperaba. Frau Von Traut miraba esto desde lejos acompañada de una de sus favoritas. Tragaba lento y temblaba.

-Que le ocurre?. Por que esta asi?. Pareciese que vio un fantasma.

-Peor que eso. Acabo de ver una aberracion.

-De que habla?.- pregunto la chica preocupada.

Le encargo el negocio y subio rapidamente hasta llegar al cuarto continuo el cual estaba ocupado. No importandole interrumpir lo que ahi ocurria, entro violentamente , movio el cuadro y ahi, con sus propios ojos vio como Sophie se entregaba a Rudolph mientras Otto satisfacia su lujuria observandolos. Dio un chillido y se llevo la mano a la garganta. La chica que se encontraba en aquel cuarto, se dirigio preocupada hacia su madama y le ofrecio un vaso de agua.

-Pero que le pasa? que vio?!. Dios santo , responda!

Fue incapaz de interrumpir a aquellas bestias hambrientas, por mas que lo que estuviesen haciendo fuese una aberracion y un pecado. Se persigno, respiro hondo y se le condujo hacia su habitacion de donde no salio hasta el dia siguiente. Se arrepintio de haberlo hecho cuando en el desayuno, escucho a algunas de las muchachas comentar de la orgia que se habian mandado los Archiduques con el Crownprince .

-No era normal!. Chillaba de una manera!. Ni yo, que soy actriz puedo finger aquel tono de pasion!

-Y los vieron? era toda una escena. Aquella mujer sabe como montarselos...imaginense! y con dos al mismo tiempo!- risas

-Callen!! callen!!!. Quiero que aquel incidente se olvide para siempre!. No quiero escuchar palabra de aquello. Me entendieron?!.- bramo furiosa y por primera vez en su vida, escandalizada

Las chicas titubeaban asustadas y respondieron "si" al unisono.

-Muchas gracias. Ahora coman y despues ponganse decentes que vendra el doctor a verlas.

A continuacion se retiro a su cuarto y despues de años de no hacerlo, se puso a rezar miles de padres nuestros y a pedirle fuerza a dios para no soltar la lengua ante su amiga Carolath, porque una noticia como aquella , la destrozaria. Eso si, habilmente evito que el trio hiciese de las suyas bajo su techo, evitando malentendidos y peleas. A pesar de todo, queria mucho a Sophie e ignorando que esta sabia la verdad, prefirio llevar el asunto con tacto para evitar cualquier drama.

Para el alivio de Frau Von Traut, las relaciones con Rudolph duraron poco y nada, pero ambos entablaron una solida relacion de amistad que encontraba punto en comun en el gusto de ambos por las bacanales y el libertinaje. Otto con el tiempo se habia vuelto mas posesivo con Mimi y la queria para solo para el, a pesar de que este al llegar a casa , cumplia sus obligaciones como marido a la perfeccion. Estas dieron fruto en Agosto de 1887 cuando el primogenito de los recien casados vino al mundo, un hermoso varoncito llamado Karl.

A Otto le daba gracia su nuevo titulo de flamante padre, pero no le quitaba el sueño. Le gustaba jugar con el pequeñito, cargarlo y hacerle arrumacos, pero se aburria luego y se lo entregaba a la madre o a la enfermera. Josepha veia con desazon el fracaso de su union y se propuso dedicarse devotamente en criar a su pequeño y hacer de el un hombre de bien, tratando de mantenerlo lo mas lejos posible de la mala influencia de su padre.

El joven vio esto como un alivio y prosiguio su banal vida junto a su prima. Una tarde, ya algo embebidos de alcohol, decidieron hacer de las suyas en la residencia de Marie Sophie, recordando aquella maravillosa primera vez en que hicieron el amor. A tropezones y muertos de la risa subieron las escaleras y luego se desgarraron la ropa para caer rebotando sobre la cama, acariciandose y besandose fundidos en un abrazo. Aquella tarde Franz habia sacado a Annunziata de paseo al campo. Al encontrarse la niña cansada, se devolvieron a casa y la llevo hacia su dormitorio para que durmiese tranquilamente la siesta. Luego, tomo un ramo de flores que habia cogido en el paseo y se dirigio hacia el dormitorio para ponerla en la mesita de noche de su mujer. Aquel dia se cumplian siete años desde su proposicion de matrimonio, y pensaba agasajar a Mimi con flores, una cena y cariños varios, los cuales ultimamente habian sido aceptados por ella de forma excepcional.

Se sentia confiado y feliz, quizas esa noche la volveria a hacer suya con la pasion de los primeros dias de matrimonio y asi, ampliar la familia, pues ansiaba tener un varoncito. Subio lentamente , sonriendo y observando las coloridas flores, camino hacia el cuarto y al dar la vuelta el pomo, la escena que vio termino por romperle el corazon : Su hermano y su mujer unidos en cuerpo y alma, ambos en extasis mientras se apretaban el uno al otro. Las flores cayeron al piso y rapidamente salio de ahi para quedar con la espalda pegada a la pared, frio y con el llanto atravesado en la garganta. Fueron minutos que estuvo en shock escuchando los gemidos de ambos, hasta que no dio mas y, tomando su chaqueta, salio a perderse por lo alrededores de su residencia para gritar y llorar de impotencia. Le desgarraba el alma que la persona que amaba tan devotamente y su hermano, su propio hermano! le traicionaran de esa forma, ahi, en sus narices, en el lecho que compartia noche tras noche con ella!

Igual de impotente que ese dia, meses atras se encontro nuevamente, pero ahora el dolor era mas profundo, porque, a pesar de todo, seguia amando a aquella despiadada mujer.

Se puso de pie y camino hacia la ventana para observar la lluvia caer. Recordo el dia siguiente a aquel horrible episodio. Era primavera y Mimi se habia despertado de particular buen humor, tanto que vistio a Annunziata y la acompaño hasta la puerta donde la esperaba su madre para llevarla a su casa. Vestia una vaporosa bata de gasa purpura y caminaba tarareando una alegre cancion.

Franz la observaba fijamente desde donde se encontraba y esta le sonreia y guiñaba el ojo. Se sento al frente de el y pidio bollos rellenos.

-Y a ti que te pasa que me miras asi?. Nuevamente has tenido un "sueño humedo" conmigo?.- pregunto sonriendole

No le respondio. Sorbia su te sin sacarle la mirada de encima. A ella no le importaba y comia feliz. Fue tanta la impotencia que causo en el la despreocupacion de su mujer y las imagenes que desde ayer le atormentaban que no aguanto mas y, con el paso firme se acerco a ella. Esta le miro desafiante y el la agarro firme del brazo para luego besarla con furia. Ella trato de alejarse de el, pero la tenia fuertemente apretada contra si. Luego de romperse los labios besandola, de un manotazo tiro todo lo de la mesa hacia el suelo y la subio a la fuerza sobre esta, mientras Mimi pataleaba desesperada batallando contra el. Toda intebto de escapar fue inutil al sentirse de un golpe poseida por el. Echo el cuerpo para atras y luego se dejo amar mientras gemia con fuerza de la agitacion y Franz, como nunca, le hacia el amor de forma casi animal, como tratando de destrozarla por dentro.

Mientras veia el cuerpo de su mujer sacudirse violentamente con cada embestida, el joven se sentia triunfador, por fin sabia que le volvia tan loca de Otto y por fin volveria a sus brazos. Ella se retorcia y gritaba, no importando que los sirvientes estuviesen rondando, y al rato, se corrio entre temblores y luces brillantes que le nublaban la vista. Franz hizo lo propio segundos despues que su mujer y suavemente la levanto de la mesa para estrecharla contra suyo. Mimi poso su cabeza sobre el agitado pecho y luego el murmuro:

-Ahora si me amaras?. Ahora si seras mia para siempre?. Puedo ser este fiero amante siempre...siempre...

La muchacha levanto lentamente la cabeza y le observo fijamente. Sin mediar este palabra, comprendio que el lo sabia todo. El habia sido el que habia dejado las flores tiradas en el suelo.
Suspiro, cerro los ojos y luego dijo:

-No te dejes engañar por lo que has visto. No le llegas ni a los talones a tu hermano.

Con fuerza le empujo y este cayo pesado y boquiabierto sobre una silla. Sophie se paro, arreglo la bata y con una servilleta limpio sus muslos, luego le tiro la servilleta encima a su marido y camino hacia el dormitorio, no sin antes decirle con tonito ironico.

-Levantate los pantalones que te ves ridiculo. Y ah...que la servidumbre limpie el desastre que has dejado.

Esa fue la ultima vez que vio a Mimi en meses. Luego de aquello, la joven abandono el hogar para quedarse unos dias en un hotel y luego partir junto a Otto hacia Biarritz.

Fue aquel dia que engendro aquella criaturita que meses despues ella se arranco del cuerpo. Maldita...mil veces maldita!. Maldita asesina, maldita hechicera que le tenia sorbido el seso y el corazon envenenado per secula!. Apreto el visillo y cerro los ojos tratando de desenmarañar el nudo que le apretaba la garganta. Respiro profundo y se dirigio al cuarto de su hija para sentirla cerca y consolarse.

Por mientras, al lado, El kaiser por fin , despues del shock de las amenazas de su sobrino, decidio abrir la boca.

-Pues bien, si quieren que las cosas sean asi, salgan de aqui, de inmediato. Desaparezcan y dejen de hacer daño!

-Franz!.- chillo impresionada Carol.

-Tiene razon. Sera mejor que no larguemos aqui. Yo ya no doy mas del tedio de soportar todo este ambiente.- replico Mimi.

-Tu no puedes partir en este estado...

-Madre....tu crees que es primera vez que esto me ocurre? Por dios! que inocente eres!.- contesto riendo

Sus padres no daban mas de la impresion. Como si fuese poco ella le enrostraba que no era primera vez que abortaba!.

-Pero que cosas dices!. No puede ser verdad! estas loca!. Descriteriada!.- dijo enrabiada su madre

Pero ella solo reia. Escuchaba los retos de Franz Joseph y su madre, pero eran sonidos distorsionados al mirar a su primo a los ojos. Se sonreian y sin mediar palabra, ambos salieron del cuarto para dirigirse hacia la salida. Ambos le seguian el paso reprochandolos y diciendole mil y una cosas, pero ambos no escuchaban. Sophie le pidio entre susurros a una de las sirvientas que le llevase sus pertenencias donde "ella ya sabia" y llamaron a uno de los cocheros de la residencia para que los llevasen lejos de ahi.

Carolath lloraba impotente, Franz le trataba de consolar mientras fijaba sus claros ojos en aquel coche que se alejaba entre la lluvia y desde el tercer piso, la pequeña Annunziata, con lagrimas en los ojos y abrazada de su padre, veia como su madre volvia a desaparecer de su vida...

-Mama!!! mamita!!! vuelve!! no te vayas por favor no dejes solita!!.- gritaba llorando desconsoladamente


(continuara..)

lunes, 7 de septiembre de 2009

Meet the Habsburgs : "And now...do you still love me?"


Franz acariciaba suavemente la palida mano de su mujer y le sonreia conciliadoramente. Sophie no atinaba a decir nada y le miraba seriamente.

-Empezamos tan bien. Por que las cosas tuvieron que tomar este camino.

-No te engañes que la cosa nunca empezo bien. Fue solo una ilusion de tu parte.

-Mimi...

-Por que no te vas y me dejas tranquila?

-No, no lo hare. Tu eres mi mujer, te adoro y no te dejare ir.

-Franz...estoy tan cansada de todo esto. No comprendes que esto no da para mas?. Por favor...dame el divorcio.

-Estas loca?. Eso nunca!,Sophie..te amo y quiero que volvamos a ser lo que fuimos

-Nunca fuimos algo. Por dios Franz Ferdinand!. Dejalo ya!.-chillo.

Se puso de pie violentamentamente y sintio una fuerte punzada en el vientre, recordatorio de su delicado estado. Se llevo la mano hacia el y le miro con rabia...la misma rabia que cargo en si al enterarse que estaba encinta.

Solo tenia dieciseis años, habian pasado tres meses de la boda y se veia sumergida en aquel problema que solo ella encontraba terrible. La familia estaba toda feliz y emocionada con la noticia, respirando tranquilos de haberlos casado antes de que el asunto fuese notorio.

-Te imaginas haber andado inventando historias de "sietemesinos". Por dios! ya nadie las cree!.- reia Ludwig Viktor


Carolath le miraba seria sintiendose identificada con aquello, porque le habia ocurrido al quedar encinta de Ludwig Franz. Por su parte Sophie estaba como en una burbuja, sobreprotegida y mimada por todos, en especial por Franz Ferdinad el cual estaba en las nubes por la pronta llegada de su primer hijo. Era todo lo que el deseaba, por fin tendria su familia completa y un lazo indestructible con Mimi.

La joven estaba aburrida, acostada haciendo reposo por peticion del medico y negandose a tejer o bordarle el ajuar a la criaturita. Estaba asqueada de todo, en especial de ver su esbelto cuerpo cambiar de forma tan dramatica y mas aun, de tener a su marido cerca en todo momento, hotigandole y calmandole antojos imaginarios. Franz, al ver la batalla mas que ganada, dejo que Otto la visitase, pues, que haria el con una mujer encinta?. Ya no le pertenecia, ella era sagrada, llevaba vida dentro suyo, no se atreveria a tocarla o llenarle la cabeza de promesas de amor que jamas cumpliria.

Pero se equivocaba. Al no serle reciproco en las atenciones que ella le daba para que la hiciese suya, Otto tomo su lugar satisfaciendola y haciendo caso omiso del doctor que le habia prohibido tener intimidad al menos hasta despues del nacimiento. Sophie , con seis meses y la salud ya estable no aguanto y recibio feliz y melosa las caricias y besos que su primo le daba. Se juntaban en el departamento de Johann Jensen , amigo de Otto y doctor, el cual "atendia" el embarazo de Mimi en su consulta privada y se dedicaban a explorar us cuerpos y a poner a prueba los limites del placer. A el no le importaba el estado de su amada ni en las condiciones en las cuales debian verse, la tenia consigo, dispuesta y mimosa solo para el, disfrutando la derrota de su hermano que se creia ya ganador por haberle hecho un hijo.

-Ganador de que?. Se las da de campeon por haberte desgraciado la vida?.- comentaba descansando y recuperando el aliento.

-Es su hijo. El se hara cargo. Yo no quiero saber nada de el.- respondia seria Mimi con la cabeza apoyada en el sudado pecho de su amante.

-Largemonos de aqui a lo que nazca?

-Si?

-Claro!. Yo estare un par de meses el Salzburgo terminando mi intruccion y al estar libre de aquello, no vamos por ahi. Te parece?

-Si, si!!. Vamonos a Praga. Yo quiero vivir en Praga!

-Pues Praga sera.

Feliz se aferro a el besandole ansiosamente la boca. Paro en seco , abriendo lo ojos de par en par cuando sintio el fuerte pataleo del ser que cargaba en ella.

-Te siente mal?

-Yo...

Se sentia confundida. Estaba segura de que no queria hacerse responsable de aquel bebè. Habia sido obligada a cargarlo dentro, pero no la obligarian a criarlo y amarlo . Ella se habia criado con "british nurses" y no veia por que aquel niño no habria de hacerlo tambien, pero, al sentirlo moverse, sentir que estaba ahi, la sobrecogia. Jamas se hubiese pensado en esa situacion y recordaba el incidente de su madre cuando Phillipe de Saxe Coburg la hizo abortar a golpes.

-Llevame a casa. Franz llegara y no quiero que comienze con sermones.

-Y te importan sus sermones?.- pregunto burlesco

-No estoy para drama.- contesto friamente, vistiendose.

Con aquella mezcla de sentimientos, entre comidas familiares y apasionadas tardes con su primo paso los nueve meses, hasta que llego el dia del parto. Empezo al atardecer con fuertes dolores de espalda y muerta de miedo se refugio en su madre y suegra las cuales le sirvieron de compañia y alivio.

-Calma, calma que es completamente normal.- le susurraba su madre.

-Desde ahora todo sera rapido. Solo tienes que respirar hondo y rezar.- aconsejaba Maria Theresa

Rezar...Rezar! . Jamas habia estado tan peleada con dios como lo estaba entonces. Le odiaba por los dolores que sentia y por haber marcado su destino de esa forma, uniendola al "idiota" de Ferdinand. Luego, para hacer su tortura aun peor, llego su marido para acompañarla, dispuesto a estar presente en el parto.

-No te quiero aqui!.- chillaba entre dientes

-Tengo que estar aqui. Es mi derecho.

-Tu derecho!. Tu no tienes derecho a nada. No tenias derecho a hacerme esto, mas cuando te deje la reglas del juego claras desde un principio!.

Carolath y Marie Therese observaban impavidas la escena. El pobre Franz callado mirando al suelo, mientras su joven mujer se retorcia reprochandole el sufrimiento que sentia en aquel momento. No sabian si quedarse siendo expectadora de tan patetico show o salir para acompañar a los "abuelos" que se encontraban expectantes afuera.

A eso de la media noche , despues de horas de recriminaciones, llantos, maldiciones y angustias, comenzo el trabajo de parto. Para aquel entonces, Mimi no podia mas.

-Venga, puje!

-No puedo, no puedo. Saquenlo ya!, no doy mas!

-No puede salir si no puja. Por favor, esto hara mas rapido todo.

-Anda, Sophie...puja.-pedia su marido

-Vete...vete..no quiero ver tu cara.- le respondia con la mirada fiera

-Puje, por favor!

Con un gran grito dio el primer pujo, con el salio la cabecita. El joven miraba atonito el nacimiento , sin atinar a decir ni hacer nada, solo no sacarle la vista de encima a su retoño.

-Uno mas! uno mas y sale.

Respiro hondo, dio un sollozo y pujò. De inmediato se sintio aliviada de cualquier molestia y escucho el llanto de su hijo...

-Es una nenita. Felicitaciones a ambos!.

Franz se acerco a la enfermera que limpiaba a la pequeñita y la enrrollaba en una frazada. Nacio completamente sana y hacia desplante de sus buenos pulmones. Las abuelas felices miraban la escena del emocionado padre y confortaban a la parturienta que miraba seria el techo.

-Vamos, Mimi!!. Ha nacido tu hija

-Hija, es preciosa. Ven Franz, muestrasela.- pidio Carolath

-No...

Silencio. Johann dio vuelta lentamente mientras se lavaba la manos, Franz le miraba desencajado y Carolath junto a Maria le observaban horrorizadas.

-Pero Sophie..

-Llevensela...llevense a ese bulto berreante. No le quiero ver.

-Marie Sophie..no sabes lo que dices.- replico molesta y sentida su suegra

-Maldito seas tu y aquella cosa. Vete de aqui que no quiero verte mas. Me has desgraciado de por vida!.

-Dio santo, niña!. Entra en razon!.- chillo horrorizada su madre

La nena lloraba cada vez mas fuerte y su marido, con lagrimas en los ojos le miraba petrificado y herido por el desprecio que Mimi les hacia a el y a la inocente criaturita.

-No tengo que entrar en razon en nada. Estoy completamente sana y en mis cabales. Se acabo. Esto no es asunto mio. Tu no querias hijos?. Pues ahi la tienes. Criala, amala y amoldala a tu manera. Yo no quiero saber nada con ella, ni contigo.

-Mimi...no nos hagas esto.-contesto con un hilo de voz.

Maria Theresa, ahorrandole mas humillacion a su hijastro lo saco del cuarto a rastras con la nena en brazos hacia una pieza continua. Carolath estaba totalmente shockeada y sintio el peso de la culpa sobre ella. Solo atino a decir, antes de salir del cuarto...

-Te arrepentiras de esto, Marie Sophie. Cada palabra que has dicho aqui hoy te pesara tarde o temprano.

-Dejame. Quiero estar sola.- respondio secamente.

Salio del cuarto y quedo con Johann a solas.

-Dile a Otto que quiero verle. Le escribiria una nota pero estoy muy debil.

-Si , si. Claro, yo le dire.- respondio aun impresionado por la cruel escena que tuvo que presenciar.

Sophie al estar sola y ya acomodada en su cama, se vio aliviada, libre, aunque adolorida. Ahora era solo cosa de tiempo para largarse de ahi y hacer su vida en Praga junto a Otto. Este llego horas depues a visitar a su prima. Llego con un gran ramo de flores para la "flamante" nueva madre.

-Es una broma, no?

-No, no lo es. Es un detalle para la mamacita.

-Callate...-- respondio molesta.

-Ya, disculpame.

Se sento a su lado y aprovechando la soledad le beso los labios y acaricio el cabello.

-Te ves bellisima

-Ya lo creo. Estoy sana, recuperandome pero sana. Me he sacado el parasito de adentro.

-Sophie...no hables asi.

-Ya comenzaras tu?

-No, pero..

-Ya, olvidalo. Mira, de aqui a dos semanas estare lista para partir, asi que ve comprando los tickets para tener todo listo.

-Perfecto , pero...la nena?

-Ya tiene su enfermera.

-Pero le encontraron ama de leche?

-No se ni me interesa. Ese es asunto de Franz.

-Si...el esta con ella, por eso no la pude ver.

-Yo tampoco la he visto.- menciono apretando la almohada.

Otto por primera vez en su vida reprocho internamente el comportamiento de su prima. No entendia cuanta frialdad, mas con un ser tan inocente como la pequeña. Al menos que partiese preocupandose que todo estaba bien y que tenia una buena ama de leche. Pero no...a ella solo le importaba salir de ahi lo mas pronto posible.

Para la mala suerte de la joven, la beba no acepto a ninguna de las amas de leche que su padre y abuelas le eligieron, aparte, la leche comenzo a bajarle a raudales endureciendole los pechos y enfermandola al negarse a amamantarla.

-No seas tozuda, hija. Amamanta a la pequeña

-No...no...- repetia febrilmente.

Se nego tajantemente hasta que Jensen le llevo a la bebe para que mamase, quisiese ella o no. Con eso se mataban dos pajaros de un tiro : la niña, que se habia alimentado mal por dias tendria buen alimento a su disposicion y Sophie saldria de la creciente mastitis que la afectaba.

Delirando, recibio y miro a su hja por primera vez. Tenia una suave peluita oscura de cabello, piel rosadita, un botoncito de nariz y las orejas del padre. Este observaba la escena prudentemente de lejos, emocionado de por fin ver a su mujer teniendo gestos cariñosos con la niña.

Al recuperarse, Marie Sophie tomando algo de consciencia, postergo los planes de huida, cosa que tranquilizo a Otto, el cual se sentiria culpable de dejar a la pequeña sin alimento . Se dedico a vegetar por la casa, a seguir encontrandose en lo de Jensen con su primo y a darle de mamar a la bebe, la cual fue bautizada como Maria Annunziata. Aun asi pasase tiempo considerable con su hija, esta tenia un trato distante con ella y se dedicaba a reprocharle a su marido los defectos de la pequeña.

-Saco tus orejotas y tu mirada saltona.

-No digas esas cosas.

-No salio en nada a mi. Vino a este mundo a ser recordatorio de el error que cometi al dejarte hacerme tuya.

Luego salia del cuarto dejando a la niña en los brazos de su apesumbrado padre el que la miraba con ternura y pena.

-Miana, mi pequeñita bella. Tu madre no sabe de lo que habla...

La acercaba a si y la besaba amorosamente en la frente, para luego arrularla hasta que caia dormida..

Pronto, a los cuatro meses de nacida Annunziata, Sophie comenzo a desaparecer de casa, a llegar a altas horas de la madrugada y a actuar erraticamente. Franz suponia que andaba en malos pasos, pero no imaginaba que su hermano estaba detras de esto. Le creia aun en Salzburgo dandole instruccion a los cadetes, pero nuevamente estaba equivocado.

Se juntaban ahora en el burdel de Frau Von Traut a beber, bailar y a dejarse llevar por la pasion en forma descarriada y decadente. Fue entonces que Sophie, por diferentes razones, cayo en el mismo torbellino que, casi diez años atras, habia caido su madre....



-Yo no te dejare ir. Me niego a perderte.

-Perderme?. Pues nunca me tuviste!. Tu sabias que amaba a Otto desde un comienzo.

-Si, pero...pero yo aun puedo hacerte amarme.

-Deja de hablar estupideces.

Camino unos pasos y un fuerte dolor en el vientre la hizo caer sentada sobre el sillon.

-Sophie..- dijo diligente mientras se acercaba a ella

-Alejate.

-Dejame cuidarte, dejame amarte. No sabes cuanto te extraño. Estoy dispuesto a perdonarte todo. A ti y a Otto.

-Que tonto eres.

-No soy tonto. Solo te adoro y no concibo mi vida sin ti. Ha sido un verdadero via crucis todos estos meses....Vamos, vuelve a mi.

-Odiame.

-No puedo. Te amo demasiado para albergar cualquier sentimiento hostil hacia ti.

-Ah si?

-Si.- contesto con una candida y esperanzada sonrisa al ver la centellante mirada azul de su mujer.

-No debieses...

-Y por que?. Ya te dije que no me importa y que estoy mas que dispueto a hacer borron y cuenta nueva junto a ti .


Guardo silencio y luego respondio:

-Quieres saber por que estoy asi?

-Como?

-Por que estoy postrada en una cama en vez de estar pasandola divino en Biarritz.

-Pero ya se. Tuviste un grave accidente mientras galopabas. Yo siempre te dije que no debias de andar tan rapido.- contesto sonriendo

-Pero eres mas bruto de lo que pensaba!

-Por que lo dices?

La joven puso ambas manos en los hombros de Franz y luejo, entre risitas y con una malevola mirada, le contesto.

-Estoy asi porque me arranque de adentro el bastardo que me engendraste de regalo de despedida.

Estaba confundido y tieso. No esperaba aquella respuesta. Se puso mecanicamente de pie y tambaleo. Sophie reia al verlo shockeado, pero aquello le duro solo hasta que este volvio en si y le dio una dura cachetada que retumbo en el dormitorio. La cara le ardia y de su nariz corria un hilo de tibia sangre.

-Maldita..Maldita!

-Ahora me amas?. Continuas amandome devotamente?.- pregunto

-Eres una perra maldita, sin corazon!!.

-Sabes?. Esto se complico porque ya estaba avanzado. El muy ladino crecio sin provocarme sintomas. Era un niñito. Estaba completamente formadito por lo que dijo la comadrona.- comento burlonamente.

-Eres una desgraciada, maldita, Perra!.- gritaba entre lagrima mientra la zamarreaba agarrandola fuertemente de lo bucles.


El escandalo era tal que al unisono entraron al cuarto Otto , Carolath y Franz Joseph a separarlos. Ferdinand estaba fuera de si, maldiciendo a viva voz a su mujer y no queriendo soltarla, mientras Franz trataba de apaciguarlo y Otto trataba de golpearle. Por su parte, Carolath abrazaba a su hija la que reia con la boca y menton embadurnados de carmesi.

-Pero que ocurre aqui?!.- preguntaba escandalizado y asustado el emperador.

-Maldita, maldita!.- lloraba desesperado el joven.

-Animal!. Tu no aprendes?!. Deja a Sophie en paz, rastrero!.- le gritaba Otto.

Desde el final del pasillo se escuchaba a la pequeña Annunziata, asustada preguntando entre gritos que ocurria mientras su Nanny le trataba de calmar cantandole dulces canciones de cuna para distraerla de la violenta tormenta que se desencadenaba unos cuartos mas alla...

(Continuara..)