viernes, 26 de junio de 2009

Meet the Habsburgs : "Concieved with rage"



Todo el mundo estaba en silencio, solo los niños cuchicheaban y reian al ver a su primita tan feliz por el regreso de la madre ausente. Al separarse de la niña, Carolath condujo a su hija a una mecedora en donde le sento. La siguio Miana la cual no tenia intenciones de seguir la fiesta, sino de compartir con la indiferente de Mimi.


Ella estaba igual de divertida por la batahola de su llegada. Le daba mucha gracia como "Ferdi" y Franz Joseph le miraba, como Maria Josepha se enrojecia con su avasalladora presencia, como Gisela le sonreia y como sus cuñadas hablaban quizas que de ella. Estaba adolorida, pero no podia perderse aquella ocasion, no tanto porque fuese el cumpleaños de su hija, sino por la variedad de "personajes" que se encontraban en el.

-Pienso que deberias de recostarte.

-Por que?.- pregunto el kaiser.

-Acaso le interesa mi salud?. Vaya! que novedad!.- dijo burlona

-Mamita. Me has traido aquella torta que te encarge?.

-Amor, veras tu... Tuve problemas con mi equipaje y vendra despues.

-Sabia que no lo olvidarias!.- decia mientras le daba besos en el brazo

-Marie Sophie, contestame, Que te ocurre?.- Volvio a preguntar Franz Joseph

Resoplaba y lo miraba fijamente con una sonrisa malvada en los labios.

-Mimi, contestale.- exigio Franz F.

-Querido esposo!. Como has estado?.

-Sophie no comiences...- le susurro su madre.

-Mami, papa te extraño muchisimo. Sabes?.

-Ah si?. Bueno, despues hablaremos de eso.- contesto observando cruelmente a su marido.

Este temblaba mientras su prima Gisela le acariciaba el brazo.

-Bueno!. Por que no continuamos la fiesta!. Ven, Miana, tu mami esta algo cansadita, vamos a jugar.- acoto ella

-No me tardo nada, mamita. Ya vuelvo!.

Los niños corrrieron cerca de la laguna, dejando a los adultos solos.

-Aprovechen la distraccion y arreglen sus problemas. Como estas, pequeña?.- pregunto Gisela a Mimi.

-Aqui, ni bien ni mal.- contesto dandole una sincera sonrisa

Gisela era la unica , aparte de su madre y padre, a la cual Sophie respetaba. Habian sido muy cercanas de pequeñas, a pesar de la diferencia de edad entre las dos. Se volvieron a sonreir y luego la mujer partio hacia donde los niños para hacerles fiesta y alejarlos del clima denso que hacia en el gazebo.

-Que frio hace aqui en Austria. Por eso no queria volver.- resoplo haciendose la tonta.

-Que te ocurre Mimi?.- pregunto Franz Joseph por tercera vez.

-Ay! pues nada, solamente he tenido un pequeño accidente. Andaba a caballo por la playa y zas! me resbale y cai. Nada grave, solo un fuerte dolor en la pelvis que ya pasara.

-Viste al doctor?.- pregunto su marido preocupado

-Doh! pues claro, tontuelo!. Me ha dado algo de calmantes para el dolor y recetado reposo.

-Entonces ve a reposar. Vamos, yo te ayudo.

-No necesito tu ayuda. Ademas...no creo que te guste la sorpresita que me espera en el cuarto.- susurro cruelmente en su oido

El joven estaba petrificado y al borde de las lagrimas. No entendia tanta rabia y crueldad hacia su persona de parte de Sophie. Que le habia hecho para que le detestase asi?.

Franz J no entendia que ocurria, Carolath le conversaba de otras cosas para distraerlo, pero el no era tonto y sabia que algo mas pasaba ahi. Fue Ludwig el que logro por fin sacar al "objeto de la discordia"

-Mimi, preciosa, por favor. Vamos a tu cuarto?. No creo que te haga bien estar aqui...

-Hmm..pensandolo bien, padre, si, te hare caso. Ven, ayudame a ponerme de pie...

Le ofrecio la mano y esta se agarro de su brazo, acariciando con su rostro el hombro de su papà

-Voy con ustedes...

-Franz por favor...tu anda con Miana. No hagas de su cumpleaños una tragedia.- suplico su suegra

Mordiendose las ganas cedio y vio como su amada esposa se perdia en las inmensidades de la mansion, no sin antes guiñarle coquetamente un ojo. No habia caso, por mas que ella trapease el piso con el , estaba totalmente envenenado con su persona, y eso seria de por vida.

-Vamos, ven. Que la niña nos esta haciendo señas.- dijo su tio llevandolo del brazo hacia donde los niños, junto a Gisela y Maria Josepha, jugaban.

Carolath quedo sola y aun temblando de nervios por el escandalo y tragedia que se pudo haber desencadenado. Cayo sentada en la mecedora y luego un frio aire golpeo su rostro.

-Recuerdas aquel frio viento?. Aquel frio viento que hizo volar la carta que le escribias a Napoleon?.

Le costo mucho decidirse, pero al final lo hizo. Se sento a duras penas, debido a su estado , en el escritorio de su marido para comunicarle su estado a su amante frances. Entre lagrimas, recordando el trato de Franzl, comenzo la misiva, contandole sin preambulos tontos, de que esperaba un hijo. Cuando la firmaba, una rafaga fuerte llevo volando hacia la nada la carta, cosa que Carolath considero como mensaje divino de callar y dejar pasar las cosas. Total, por todas las de la ley, este hijo seria hijo de Ludwig y aquello seria indiscutible.


Pero F. Joseph se le habia adelantado y en el arranque de rabia, enviado una carta al emperador frances contandole "que seria padre de un pequeño bastardito, gentileza de la Archiduquesa Carolath". La respuesta no se hizo esperar y un dia tramquilo en que Carolath dormia placidamente, se vio violentamente despertada por unos gritos que provenian del pasillo.

-No puede pasar, su majestad!. Su alteza duerme!!.- chillaba una de las sirvientas

-Y a mi que!. quiero verla!

La puerta se abrio de golpe y afirmado con un baston, agitado y mirandola fijamente estaba el...

-Napoleon!! que haces aqui?

-Dios santo...con que era verdad...

Rapidamente, ayudandose del baston, camino hacia donde yacia la joven, se sento a su lado y luego timidamente, acaricio la barriga que se hacia notar bajo las gasas del pijama. Ella no pudo mas que romper en suave llanto mientras el emperador apegaba su cabeza al pecho de su amada.

-Ya no llores que no estas sola.

-No lloro por eso.

-Entonces?

-Es porque.... Te sere sincera porque te adoro. Yo...yo no tengo certeza de quien es el padre...

Se levanto y encogio los hombros

-Bah, eso es lo de menos. Rogaremos para que yo sea el padre biologico , y si no, igual lo sere. Ahora eso es lo de menos. No dejare que pases esto sola...

-Que haremos?. Tu tienes un imperio que gobernar...

-Te iras conmigo...

-Que?

-Eso. Iras con Ludwig a pasar los ultimos meses alla, asi te tendre cerca y podre mimar. Que dices?

Estuvo a punto de decir que no pero despues penso en los desprecios de Franz. No tenia nada que perder.

-Si...si...ire contigo.

-Que feliz me haces, mon petite!. Anda, dile a las sirvientas que arreglen el equipaje de ambos. Partimos mañana sin falta.

La noticia del inminente viaje tomo de sorpresa a Ludwig el cual tuvo el incomodo papel de ser el que le comunicase la partida a su hermano mayor. Este estaba de piedra, muerto de pena y arrepentimiento por haber actuado tan impulsivamente , solamente balbuceaba apretandose nerviosamente la pierna.

-Y cuando sera eso?.

-Manaña a las 3 de la tarde.

-Tan rapido?.

-Te importa?.

-Claro que si!. Se va....se va mi hijo.

-Hmmm ya. Ahora te interesa Louie?

-Siempre me ha interesado! tu lo sabes!

-Por eso en estos cuatro meses no has ido a visitarlo....

Quedo mudo. Era verdad. Se contentaba solo con ver la foto del pequeño que llevaba siempre consigo. La verguenza de enfrentar a Carolath despues de haberla tratado como basura, era mucho mas grande que sus ganas de ver a su niño.

-Eso tenia que decirte, ahora me marcho. Tenemos mucho que hacer.

-Bubi... por favor...

-Que , hermano?

-Dile a Carolath que no se vaya. Trata de convencerla, por favor.

-No, no puedo. Ya esta decidido y la apoyo completamente en su desicion. Adios.

Camino rapido hacia la salida, haciendo caso omiso de los llamados de Franzl el cual quedo devastado por la inesperada partida.

El viaje fue una tortura para la joven. Las nauseas la tenian abrumada y sentia mucha pena por el hombre que dejaba en Austria. El bebe apenas se movia y se imaginaba lo peor. Un doctor de confianza de Napoleon la ausculto

-Pues yo escucho movimiento ahi dentro. El niño debe ser algo perezoso, pero solo eso. No se preocupe Madame.

-Esta seguro?

-Pues si. Relajese y disfrute su estado.

El emperador fue todo un futuro padre preocupado, satisfaciendo hasta el mas minimo capricho de Carolath . Pasaba dia y noche junto a su amante, con la venia de la emperatriz, la cual sentia gran simpatia por la joven al estar haber hecho algo que ni ella misma habia logrado : sacar a la petulante de la condesa de Castiglione para siempre de la corte imperial. Por su parte, Ludwig nuevamente sentia que estorbaba y se dedicaba a pasar sus dias disfrutando la bohemia parisina.


Las cartas desde Austria llegaban seguidas ; La archiduquesa Sophie preguntando por la salud de su nuera, los padres de Carolath insistiendo en que volviese a metersele por los ojos a Napoleon y Franz...Franz rogando por la vuelta pronta de ambos antes del nacimiento. Aquellas cartas terminaban ardiendo en las chimeneas de la habitacion.

-Segura?.

-Si, no quiero saber nada de el.

El emperador soltaba el papel y veia como las sentidas y sinceras palabras de aquel joven enamorado ardian en el fuego y lentamente se convertian en cenizas.

El dia siguiente del cumpleaños numero 22 de Carolath. despues de una bonita celebracion intima con aquellos dos hombres que adoraba, esta empezo con los dolores de parto. Napoleon se encontraba en una importante reunion cuando su secretario personal, Felix, le comunico la noticia.

-Su majestad...

-Que ocurre?. Dije que no me interrumpieran.

-Il bambini...

Aquello frase fue suficiente para que el emperador saliese rapidamente del despacho, sin siquiera excusarse con su ministro, el cual quedo a cargo de Baccioci.

Al llegar a la residencia, Carol estaba en pujando en pleno, desesperada por el dolor y porque el bebe , simplemente, no queria salir.


-Calma, Madame, que ya veo la cabecita.- suplicaba el doctor

-No doy mas. Morire!

-No seas melodramatica, esposa!.- se burlaba Ludwig

-Como estas, querida?.- pregunto Napoleon

-Yo ya no puedo...

-Puje, Madame!

Un pujo grande, falta de aire, Franzl en el pensamiento...

El bebè salio y fue tomado por el doctor el cual lo limpio con una sabanita para sacarle la sangre y estimularlo, pero aun asi, no lloraba. Ludwig abanicaba desesperadamente a la ahogada parturienta mientras Napoleon no sabia que hacer, si seguir apretando la mano de la joven o ver a su hijo.

-El niño.- balbuceaba casi inconciente Carol

-Doctor! que ocurre?.

El no respondia, movia al bebe pero nada. Hasta que lo cargo y pego una sonoro nalgada. Fue entonces que el infante exploto en llanto, para la tranquilidad de los presentes en el cuarto.

-Dios! que susto me has hecho pasar, pequeña!.- dijo aliviado el galeno

-Pequeña?.- pregunto la madre

-Si, es una hermosa y sana bebita.

Se las acerco para que la mirasen. Era una muñequita.

-Pero que bello botoncito de rosa.- suspiro Ludwig

El maduro emperador solo balbuceaba emocionado por haber sido testigo por primera vez en sus largos años del milagro de la vida. No habia entrado para el nacimiento de su hijo Napoleon Eugene y menos para los de los que tenia desparramados por Francia.

Carolath observaba embelesada a su niñita la cual le miraba fijamente.

-Mira como te tiene la vista encima! como si nos reprochara algo!.- decia su marido muerto de la risa

La joven no respondia, pues estaba analizando cada faccion de la pequeña para adivinar quien era el padre. Al quitarle la mantita de la cabeza, no le quepo duda. Aquella pelusita rubia rojiza...

Aun asi, Napoleon la tomo como hija y la emperatriz Eugenia como ahijada . Esta , de regalo a la nueva madre mando el mas lindo de los ajuares para el bautizo que se efectuaria apenas llegasen a Austria. Ambos gobernantes, estaban cordialmente invitados.

A lo que la niña cumplio mes y medio, partieron hacia casa, dejando a Bonaparte con el corazon apretado y prometiendoles visita periodica. Al arrivar al puerto de Viena, de incognito, los esperaba Franz el cual, nervioso, ansiaba por conocer a el pequeño.


Bajaron los tres del barco, caminaron hacia el carruaje en donde los esperaba el.

-Como estan?.- balbuceo nervioso

-Muy bien.- contesto friamente Carolath

Ludwig miraba por la ventana y solo contestaba con movimientos de cabeza. Franzl retorcia las manos, muerto de curiosidad por verle la carita al bultito que su Carol llevaba en los brazos

-Puedo...?

-Y para que quieres ver si segun tu te "consta" que no es tuyo?

-Carolath...estoy muy arrepentido por todo lo que te dije. No debi de comportarme asi. Estaba cegado por los celos, abrumado por los problemas en mi vida...

-Es una niña...- susurro interrumpiendolo.

Este quedo boquiabierto y luego sonrio con el menton tembloroso.

-Vaya....una pequeña...

-Quieres cargarla?

Movio la cabeza en gesto positivo, con una gran sonrisa en el rostro y recibio al bebe en los brazos. Esta dormia placidamente. Con el dedo corrio la mantita y fue entonces que de golpe, la culpa que ya lo tenia atormentado se hizo aun mas fuerte. No cabia duda alguna que era su hija.

-Disculpame, pequeñita, disculpame Carolath.- gemia entre sollozos

La joven junto a su esposo se agarraban de la mano y observaban al arrepentido hombre que rogaba por redencion a su pequeña hija.

Los años siguientes la relacion entre Franz y la pequeña a la que bautizaron como Marie Sophie Karoline , fue dificultosa, porque la niña, la cual era "complicada y mimada", solia tenerle cierta antipatia congenita a su progenitor. El kaiser atribuia esto a lo desgraciado que habia sido con ella desde el momento que se entero de su existencia. Asi , por mas que Carolath y Ludwig, tratasen de inculcarle a la pequeña, amor por el "tio Franzie", esta le rechazaba y preferia jugar con Bubi y observar por horas el retrato del cual ella creia su padre, Napoleon III. Por esto, y por los acontecimientos posteriores como la guerra de 7 semanas, la muerte de Maximiliano en mexico y la posterior locura de su esposa, Charlotte, lograron por distanciar definitivamente a los dos. El kaiser solo mantenia firme y cercano contacto con su hijo Franz Ludwig, que en aquel entonces , con seis años, admiraba al que, inconscientemente, identificaba como padre.

-Yo se por que esta niña tiene ese caracter.- decia su suegra mientreas observaba a la pequeña jugar solitariamente con sus muñecas.

-Que dice?.

-Que se el por que del caracter de Mimi. La niña fue concebida con rabia..

-Que?

-Concebida con rabia. Tuvieron alguna pelea tu y Bubi en el momento de concebirla?. Ya lo creo, fue asi. Asi son los niños que son concebidos o con furia o con despecho. Salen con caracter fuerte e irrrascible. Cuida a la pequeña e inculcale buenos valores, sino, la perderas...


Concebida con rabia...

Con los años de experiencia e historia con su hija, Carolath no podia estar mas de acuerdo con su fallecida suegra. Suspiraba y abanicaba por la falta de aire, mientras Franzl le observaba.

-Que miras?.

-Nada.- contesto riendo

-Me pones nerviosa.

-Aun?

Suspiro y respondio abanicandose aun mas rapido.

-Aun...

Se sento a su lado y le acaricio la mano. Ella le correspondio tomandosela y apretandosela, despertando asi las ganas de ambos de entregarse al amor como en antaño.


Estaban en su mundo, volviendo atras los años, no imaginando la tempestad que estaba por desencadenarse dentro, en el cuarto de Mimi...

(Continuara)

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