lunes, 27 de julio de 2009

Meet the Habsburgs : "Fulfilled wishes"



Otto , sin que los invitados lo notasen, salio corriendo hacia la salida en donde encontro a su amigo, el doctor Jensen, fumando nerviosamente.

-Muchas gracias por el favor. Ya vere como te lo recompensare.- dijo sonriendo

-Las cosas que me hacen inventar!. Y que si la archiduquesa pide una segunda opinion?. Ahi el diagnostico sera el acertado y mi reputacion se ira al infierno.

-Que eso no ocurrira. En un par de dias mas volveremos a Francia.

-En el estado quese encuentra no deberia hacerlo.

-Tan mal esta?

-Pues esta vez se le ha complicado. Cuando tomaran consciencia de que esto no es un jueguito?. No puede someterse a esa "intervencion" cada vez que se vean en apuros.

-Fue de urgencia. Ademas yo no lo sabia..- mintio

-Pues estate mas atento con ella, y dile a su marido que haga lo mismo. Si continua en esa actitud, puede perder la vida.

Se despidio rapidamente y subio al carruaje. Otto apretaba el puño, recordando el dia que encontro a una Mimi vestida de gala sentada en la cama mirando a la nada.

-Nos vamos, amor. Que te ocurre?.

-Lo peor...

-Vamos! no me metas miedo. Te sientes mal?.

-Pesimo. Tengo la bilis haciendo olas en mi garganta.

-Eso te pasa por tragona!

-Ojalas fuese eso.

Se acerco a ella y sento a su lado. Agarro suavemente la mano enguantada acariciandola.

-Cuentame, Mimi. Que ocurre?

-Pues que tu hermano lo ha hecho de nuevo!

No necesito decir mas. La ira en los ojos de su amada y la impotencia latiendo en su pecho basto para que el joven supiese de que hablaba. Le abrazo, consolo y luego partieron a la fiesta con la promesa de una solucion rapida. Siempre era lo mismo, ya sabian como seria el asunto, asi que luego , Sophie se tranquilizo pudo de disfrutar de las locas noches en la casa de los Marqueses de Morni, intimos amigos de ambos.



Por su parte, Franz batallaba con Carolath para entrar al dormitorio y hablar con su mujer.

-Deja que descanse, mañana le pediras explicaciones.

-No no puedo!. necesito hablar con ella.

-Que diablos, chico!. Por favor!. Baja a compartir con tu hija y deja a Sophie descansar. Ya ambos han hecho bastante hoy...

Abatido, se dejo vencer y bajo junto a su suegra al gran salon en donde los niños continuaban la fiesta. A pesar de ser temprano, casi las cinco de la tarde, el dia se habia oscurecido bastante, anunciando que pronto , la lluvia caeria.

-Papà, donde esta mamà?.- le susurro Miana

-Esta descansando. Esta bastante cansada con el viaje.

-Que pena. Queria que me viese soplar las velitas.

Le abrazo y cerro los ojos. Se vio ahi mismo en aquel mismo salon, hace sai nueve años atras, observando como su prima tocaba una dulce melodia de piano. Aun tenia la imagen de Sophie salir del agua con aquellas telas transparentes y pegadas al cuerpo. Tambien tenia en mente el plan que habia creado para hacerla suya.

Mimi, sin saber nada de lo que se maquinaba en la mente del sonsito "Franzie" alternaba mirada con Otto y a la vez con su "primo" Rudolph el cual ultimamente se habia acercado mucho, "demasiado" a Sophie, segun la opinion de sus devotos primos.

En su mente la muchacha sentia locos deseos de seducir al mayor de sus primos, para asi sacarle canas verdes a el Kaiser, pero tambien, deseaba ardientemente entregarse a Otto. La pareja habia tenido un par de intentos fallidos durante los ultimos meses, todos interrumpidos por Mimi, la cual no aguantaba el dolor. La ultima vez habia sido en el estudio de Ludwig durante una cena familiar. Ambos yacian desnudos de la cintura para abajo, apretados y casi delirantes. Otto era el que avanzaba mientras su prima se retorcia debajo apretando involutariamente los muslos.

-Mimi, por favor...-suplicaba

-No..sale...sale!. Duele.

-Se supone que debe doler.

-Quien te dijo eso!. Mentira!, sino las mujeres no se llenarian de hijos y no habrian prostitutas.

-Es solo la primera vez..

-Dejame!, por favor!

Lo empujo a un lado y dificultosdamente bajo las enaguas y falda.

-Juro por dios que sere tuya pronto. Ahora no, porque no es el lugar ni el minuto. Seras paciente y me esperaras?

Resoplando y decepcionado, movio la cabeza y luego murmuro:

-Siempre.

La joven se acerco a besarlo y ayudarle a vestirse para que ambos , a destiempo, bajasen a juntarse con los demas. Salieron del cuarto entre risitas y apretandose fuertemente la mano, no sintiendo la presencia de Franz Ferdinand , el cual estuvo todo el rato con el corazon en la garganta escuchando cada uno de los susurros, suspiros y gemidos de la pareja. Aliviado, mas no cien por ciento tranquilo, empezo a ingeniarselas para impedirle a su hermano lograr su cometido. El no la tocaria primero que el...


Fue entonces que una noche los escucho conversar sobre que "El momento" seria el dia del cumpleaños de Carolath. Delirante y algo fuera de sus cabales por la fiebre que lo calcinaba desde hace algun tiempo, el joven de 17 años esperò pacientemente que llegase el dia y se presento en la gran fiesta con el mentado plan entre manos. Miro con rabia como Mimi bailaba alegre con Rudolph, luego pasaba a los brazos de su hermano y a escondidas, tomaba largos sorbos de champagne. Reia divertida y sonsacaba a Franz con sus bromitas.

-Y tu no bailas, sonsito?

-Yo...

-Vamos!. Saca a bailar a Gisela...o a Valerie!.

-No quiero bailar.- replico apretando los dientes.

-Ah...y yo te insisto. Bueno..sigue disfrutando la fiesta!.- replico burlonamente

Y partio corriendo hacia donde sus amigas, guiñandole un ojo a lo lejos a Otto el cual tambien estaba expectante por lo que pasaria en un rato mas. Entonces, el joven supo que tenia que actuar. Se acerco a su hermano y le susurro:

-Me he robado una botella de bourbon.

-Que?. Tu?!.- respondio riendo

-Claro. Tu sabes que a veces tambien bebo y...

-Ya...Donde la tienes?. Que ya este liquido insipido me tiene aburrido.

-En la fuente del jardin, vamos.

Se dirigieron hacia afuera y le sirvio una copa. Luego otra y otra hasta que Otto comenzo a sentirse mareado.

-Que cosas, no?. Que Bourbon es este que marea tanto?.

-El que toma tio Ludwig.

-Aja! ya veo!.- bramaba riendo.

Franz saco el reloj de su chaqueta y vio la hora. Diez para las once, hora en la que se iban a juntar Sophie y su hermano en el estudio de Ludwig Viktor. Se excuso con Otto, el cual ni le hizo caso y corrio hacia donde estaba su madrastra, Maria Theresa.

-Que ocurre, querido?

-Es Otto.

-Que pasa con el?

-Esta algo mareado alla afuera.

-Dios santo!, Este niño!. Donde esta?

-Sentado al lado de la fuente.

Discretamente, la mujer se escurrio en busqueda de su hijastro y Franz, tragando saliva se dirigio al tercer piso...

Camino lentamente, casi no haciendo ruido, vibrando con cada risotada , camino al encuentro de su amada. Al llegar frente a la puerta respiro hondo y dio vuelta el pomo. Adentro estaba todo en penumbras , pero aun podia distingir lo claro de las telas del vestido de Mimi. Esta estaba de espaldas y al sentirse acompañada, susurro :

-Que demorabas!

Apreto los ojos y sintio como se cerraba la puerta. Franz se acerco a paso lento pero largo hasta que la tuvo lo suficientemente cerca. Queria tocarla, queria besarle la nuca, pero vacilaba, muerto de nervios, a la vez que se sentia algo envalentonado con el licor que habia tomado. Mimi por su parte, escuchaba ansiosa y llena de deseo la respiracion casi jadeante del que creia Otto. Aun dandole la espalda y apretando los ojos, dijo:

-Y...que esperas para desnudarme?. Sacame este vestido.

Tembloroso, acerco los dedos a la espalda y comenzo a sacar boton tras boton. Luego, sin pedir mas ordenes, desato los lazos del corse y por fin, se atrevio a besarla, comenzando por la nuca y bajando por la espalda, a medida de le sacaba la ropa interior. Al estar completamente desnuda, Mimi se dio lentamente vuelta, aun con los ojos cerrados y fue ahi que Franz le beso apasionadamente. Ella se aferro y apego a el casi desesperadamente y le saco violentamente la casaca. Daban vueltas por la habitacion, gemian y temblaban. Por fin el momento tan ansiado para ambos habia llegado...

Cuando separaron sus bocas para recobrar algo el aliento, Sophie lentamente abrio los ojos y se sorprendio al ver que el que besaba no era quien ella creia...

-Franz!.- chillo

-Sophie..yo..por favor...

-Donde esta Otto?.

-Eso no importa...yo estoy aqui. Yo..

A pesar de su "horror", Mimi no le alejo cuando este lentamente bajo a besarle el cuello y los pechos. Ya estaba ahi, lista y dispuesta y no se echaria atras. Solo cerraria los ojos e imaginaria que era su "Schonen Otto".

Lentamente se dejo llevar, acostandose sobre la alfombra, ayudando a Franz a desnudarse y dejando que la besase y acariciase, mas que mal, todo aquello le estaba gustando, y mucho. El joven ,emocionado, no podia parar de mirarla. Por fin, despues de tantos meses deseandola, de tantos años amandola, seria suya. Apoyo ambas manos en el suelo, rozo su nariz contra la de ella y con suaves movimientos la hizo suya.

Se apretaban, queriendose fundir aun mas, Sophie ya casi no sentia dolor y se entregaba al placer al igual que su pareja que no paraba de observarla y acariciarla. La imagen era sobrecogedora, ambos cuerpos moviendose ondulantemente al ritmo de gemidos suaves, iluminados por la luz de la luna. Luego vino el momento cuspide, explotando ambos casi al unisono entre besos y movimientos que de lentos habian subido la intensidad. Se miraron algo confundidos, sonrieron , quedaron un rato abrazados , aun unidos, agotados y sin aliento.

Al separarse, Franz se arreglo y luego ayudo a su prima , la cual sentia una extraña pero calida sensacion en el cuerpo. Nadie pronuncio palabra, todo fue como en camara lenta...

Al estar listos, caminaron juntos hacia la salida y fue entonces cuando Sophie dijo

-Esto no se volvera a repetir.

-Pero por que?

-Tu sabes por que.

-Te arrepientes de lo que ha ocurrido?. Si lo haces, no me importa, pero quiero que sepas que yo no y que atesorare estos momentos por el resto de mis dias.

Mimi le miro casi burlona y luego le solto:

-Pero que cursi eres!.

Rio a carcajadas mientras el joven le miraba desencajado y luego bajo a la fiesta. Aun asi ella hubiese sido hiriente con el, no le importaba, el habia sido el primero, y nadie le quitaria aquel privilegio. Ahora era solo cosa de perseverar y pronto la haria definitivamente su mujer...para siempre.

Perseverar...perseverar...

Primero que nada se encargo discretamente de mandar a su hermano a una academia militar a las afueras de Salzburgo, asi tendria total libertad para cortejar a su prima. Karl, que siempre escuchaba a su hijo, tomo en cuenta la sugerencia de este y en menos de una semana estaban despidiendose en la estacion de trenes. Al abrazar a su hermano mayor, le susurro al oido :

-No creas que no se cual es tu jueguito. Lo se todo, Sophie me lo ha dicho.

-No se de que hablas.

-No te hagas el bobo. Solo quiero que sepas que esto es mucho mas fuerte de lo que tu crees, y no importa lo lejos que lleges con ella, siempre sera mia.

Le sonrio burlescamente y luego subio al tren. Franz solo atino a sacarse el sombrero y menearlo en el aire en forma de despedida, luego fue directo a la residencia de su tio Ludwig a visitar a Mimi, la cual solo le miraba de lejos entre risitas.

-Espero que no te haya molestado que le contase a Otto lo que ocurrio.

-Era lo justo, merecia saberlo.

Silencio, solo el tic tac del reloj y el ruido que emitia la joven al reir. Estaban solos, Carolath y Ludwig habian salido de visita a casa de unos conocidos y la chaperona brillaba por su ausencia. Oportunidad ideal para el joven archiduque que se acerco a ella y comenzo a besarle el cuello apasionadamente .

-No..

-Por que no?

-Porque no quiero. Anda! dejame!.

-Te deseo tanto...

-Pues...(suspiros y gemidos)Yo no!. Alejate ya!.

-Sophie...- suspiraba febrilmente en su oido.

La muchacha se puso de pie y luego dijo :

-Vete...Si quieres vuelves mañana y salimos a pasear.

-Si?.- dijo emocionado

-Sosito!, claro que si!- suspiro corriendo hacia su dormitorio.

Aquel paseo marcaria sus vidas para siempre. Sellaria el destino de la pareja y abriria un nuevo capitulo en este naciente "romance"....




-Cumpleaños feliz, te deseamos a ti. Feliz cumpleaños, querida Miana, que los cumplas feliz!. Bravo!!.- cantaban todos al unisono. La niña sonreia encantada y emocionada.

-Anda, amor. Pide un deseo.- dijo Franz a su hija

-El que yo quiera?.

-Si, pero debes decirlo en silencio para que se cumpla.

-Esta bien!.

Cerro los ojitos y soplo fuertemente hasta apagar las seis velitas que adornaban el pastel.

-Ojalas se cumpla pronto.- dijo tomando con sus manitas el rostro de su atribulado padre.

-Seguro, preciosa.- murmuro sonriendole

Desde lejos, Carolath y Franz Joseph veian la escena, apretandose disimulada, pero ansiosamente las manos, mientras arriba, Mimi aferrada a Otto, ansiaba salir rapidamente de aquella casa que tanto detestaba.

(Continuara..)

No hay comentarios: