viernes, 19 de junio de 2009

Meet the Habsburgs: "Birthday Wishes"



El dia siguiente, previo a la llegada de los amantes, Franz F estuvo inquieto y preocupado por la salud de su discola mujer. Que se habria pescado alla en tierras francesas?. Le habria contagiado algo el tarambana de su hermano?. Carolath trataba de calmarlo en vano.

-No debe ser nada tan grave. Tu sabes lo exagerado que es tu hermano

-No, no, algo me dice que no es nada bueno.

-Quizas el consumo desmedido de alcohol le ha cobrado la cuenta y esta enferma del higado. Pero nada que no se cure con aceite de bacalao.

- Carol, no, sabes que eso no es.

Muy en sus adentros sabia que los temores de su yerno no eran infundados. Sophie tenia muy mal juicio y se la podia imaginar perfectamente con una sobredosis de drogas o quien sabe que otra aberracion. Le dio un te con gotitas de passiflora el cual bebio a regañadientes.

-No querras que Annunziata te vea asi.

-No. Tienes razon. Pero sabes? , me duele tanto todo esto, tanto que se rian ambos asi de mi.

-Te entiendo. Ahora, trata de no pensar en ellos y veamos los preparativos del cumpleaños de la niña?

El hombre suspiro y movio la cabeza, dirigiendose al salon en donde estaba el encargado de la fiesta para hablar de los pormenores de esta.



Mientras el hombre le hablaba de globos, payasos , pasteles y demases, Carolath recordo su cumpleaños numero 17. Sus padres para variar habian desaparecido del mapa haciendo vida social en Francia y de seguro sonsacando a Napoleon III el cual cada semana le enviaba una misiva llena de pasion y promesas a la joven.

Franz le habia organizado una intima fiesta para dos en donde una banda especial toco vals para ellos, luego se embriagaron con vino tinto y a continuacion, desnudos frente a la chimenea, devoraron pasteles. Ya eran casi dos años juntos.

-Y, Carol...pediras un deseo?.- dijo el joven prendiendo la vela del pastel

-Pero que deseo pedir?. Si tengo todo lo que quiero!

-No se, piensalo. Yo pedire los deseos contigo.

-Y...cuantos son?.- pregunto untando el dedo indice en la dulce crema

-Tres

-Esta bien, entonces pidamos los deseos. Eso si! ni te atrevas a cantarme el cumpleaños feliz!.

-Y por que no?

-Porque no me gusta.

-Esta bien..y...solo la melodia?

Empezo a tararearla mientras esta reia y se lamia el dedo. Luego al terminar, besando sus labios, susurro:

-Ahora, los deseos y despues sopla la vela.

-Esta bien.

Sus deseos fueron : Que esto no terminase jamas, ser feliz para siempre y que Franz lo fuese tambien.

Soplo la vela y observo a su pareja el cual le sonreia candidamente mientras le acariciaba el pelo.

-Que deseos pediste?.- pregunto curiosa

-Si te los digo, jamas se me cumpliran.

-Anda!! no seas malo! dime dime!!

-Que no!

Carolath comenzo a hacerle cosquillas en modo de tortura para sacarle la verdad, pero solo consiguio verse atrapada entre el suelo y el cuerpo de su pareja.

-Ya pronto lo sabras...

La beso e hizo suya suavemente, tratando de alargar el acto lo maximo posible. Carol se sintio en las nubes, pero aun mas al anunciarle su padre a su llegada , la visita de Napoleon III a Austria.

-Viene de incognito para aca solo para verte. No a aguantado mas tu ausencia

-Dios santo. Y no le has parado?!

-Y que iba a hacer yo?. Decirle que mi hija convive con el Kaiser ?

-Y por que no?

-Porque..porque...imaginate! se perderia todo, todo lo que hemos contruido hasta ahora.

-"Hemos" construido?. Estas loco...

-Hija, por dios. Mira...los encuentros seran aqui en casa, pues aqui se quedara . No habra necesidad de que Franz se entere...

-Esta loco. Como mentirle asi?. Suficiente he tenido ocultandole las misivas que me manda!

-Tu sabras como engañarlo. Carolath! , querida!! el esta ciego por ti!. Si le dices que la luna es de queso, probablemente te crea...

A pesar de que se nego y peleo con su padre hasta las ultimas, ya no habia nada que hacer, Napoleon venia en camino. Menos de una semana demoro en llegar a la villa de los Barones y lo primero que hizo al llegar fue ordenar a los dueños de casa que se retirasen para pasar un tiempo a solas con su Carolath. Esta no se sentia bien, sentia la culpa y el deseo mezclados en el cuerpo, lo que le hacian sentir fuera de este mundo y algo "mareada". Aun asi se entrego a los deseos del Emperador, disfrutando como siempre y dejandose querer, ansiosa de aprender mas de aquel "maestro" de las artes amatorias.

Aquello sucedia de mañana, en las tardes era toda de Franz Joseph, el cual de la pasion habia pasado al amor profundo, invitando a su amante a pasear alrededor del nidito de amor o a veces iban lejos a caminar por el litoral. Aun asi la llama de la pasion seguia encendida entre ambos haciendolos amarse donde los instintos le atrapasen, sin nungun pudor.

A mediados de 1860, otro viaje relampago. Carolath era invitada a Paris a pasar una temporada con Napoleon, viaje que no le sento nada bien al sentirse rara y perseguida. Algo de sexto sentido tenia ya que en el mismo barco, nuevamente, Dieter fue a seguirle el paso, enviado por el joven monarca que ya sentia que perdia la chaveta de amor y celos.

Al pisar tierra gala, ya la joven sintio que aquella estadia seria de lo mas desagradable. Se dirigio a la misma casa donde habian hecho el amor por primera vez y fue atendida como reina. Se sentia mal, muy mal, con pocas ganas de fiesta y visitas, pero aun asi, cual amante obediente, se entrego sin remilgos una y otra y otra vez a su ionsaciable amante. Casi al final de su estadia, el emperador organizo una pequeña y discreta fiesta en honor a su nueva favorita, en la misma casa donde la joven se quedaba, con sus amigos mas cercanos.

El mundo le daba vueltas a la pobre Carol y se sintio aun peor cuando en la pista de baile, interrumpio la famosa "putana" de la que tanto Frau Von Traut le hablaba. Ahi, justo frente a ella estaba la condesa de Castiglione en persona, bella, altiva...e indignada!

Carolath bailaba apretada a su "Empereur" cuando la mujer, la cual no habia podido ser reducida por los guardias,separo con rabia a la pareja encarando a su ex amante.

-Y tu, viejito?. Olvidaste mandarme invitacion para esta magna velada?

-Virginia...- dijo este molesto y observandola con rabia

-Que?. Por que me miras asi?. Que falta de consideracion la tuya no invitarme despues de todo lo que hemos pasado juntos .- suspiro burlonamente la mujer.

Carolath estaba firmemente agarrada de la mano de Napoleon el cual tambien la apretaba con fuerza, a la vez que la acariaba con el pulgar

La fulana aquella era hermosa, de rojizos cabellos, piel blanca y ojos azules intenso. Vestia un traje color carmesi de seda y un apretado corse.

-Crei que habia quedado claro el status de nuestra relacion despeus de la ultima visita.


Aquella ultima visita habia sido despues de haber conocido a Carolath, cuando le dio definitivamente calabazas a aquella mujer que ya no le satisfacia, no fisica ni intelectualmente

-Pues no, no me quedo del nada claro.

-Su majestad. La sacamos de aqui?.- pregunto un guardia.

-Ni te atrevas a ponerme la mano encima, imbecil!.- grito furiosa la mujer

-Virginia, por favor ten dignidad y sale por donde llegaste.

-Y dejar que tu y tu nuevo juguetito la pasen bien?. Estas loco....

La pobre Carol a esta altura tenia el cuerpo convertido el un tembloroso flan. Si no fuese por aquella mano que la protegia y daba seguridad!. El emperador discutia con la mujer mientars los invitados observaban expectantes la pelea entre los ex amantes.

-Carolath, anda con Felix y deja que yo solucione esto. No tardare.- dijo acariciandole el hombro

-Pero que protector te has puesto, Napoleon!!. Nunca pense que fueses tan delicado y "paternal" con tus putitas nuevas!.

Aquello hizo parar en seco a Carolath la cual encontro en aquellas burlescas y crudas palabras la fuerza que necesitaba para parar los temblores y enfrentar a aquella mujerzuela que habia estado hablando pestes de ella por todo Paris. Se dio la media vuelta y se acerco a los dos que discutian a viva voz. Empujo a Napoleon a un lado y con todas sus fuerzas le dio con el abanico cerrado en la cara a la Condesa la cual dio un chillido de sorpresa y dolor.

-La unica "putita" en este salon eres tu!. Por que no te vas y dejas de dar pena!.- le grito en la cara

-Pero que te crees tu!.- dijo furiosa acariciando su adolorida mejilla

-Andate! Vete! aqui ya no te quieren. Eres una pobre puta italiana que intercambia sexo por favores politicos!. No me mires asi que puedo ser joven pero se mucho de ti. Ja! quien NO sabe de ti! si tu oscura fama es conocida hasta en Viena! en Viena!.

-Carolath, querida, por favor no te rebajes...

-No, dejame!. Ya he soportado bastante la presencia de esta escoria en MI fiesta!. Guardias!

-Ni se atrevan!!!. Me ire sola. Y tu..muchachita. No sabes en la que te has metido...

-No te atrevas a amenazarme que la que no sabe con quien se ha metido eres tu!

-Te maldigo...te maldigo...a ti y toda tu estirpe!

-Cierra tu maldita boca y vete...YA!

Virginia le dedico una ultima mirada de desprecio luego dio la media vuelta y salio rauda hacia la calle. El salon estaba en silencio, mudo e impresionado por el vailente actuar de la joven austriaca. Esta habia vuelto a temblar, bajo la cabeza ,mientras Napoleon preguntaba :

-Te sientes bien?. No debiste haber hecho eso. Eres demasiado para pelearte con ese tipo de basura.

No hablaba, la boca le salivaba profusamente y comenzaba a ver todo borroso. Miro con los ojos bañados en lagrimas a su acompañante y despues partio corriendo hacia su habitacion. No alcanzo a llegar a ella , pues a mitad de camino cayo desfallecida. Desperto media hora despues acostada en su cama y con pijama. A su lado, un hombre tomandole el pulso y el emperador preocupado, mirandole.

-Napoleon?

-Nos deja a solas, por favor?.- pidio al galeno

Este en silencio salio del cuarto y el hombre ocupo su lugar , sentado al lado de la joven que estaba palida como papel

-Que ocurrio?

-Nada, solo un desmayo. Ya estas bien.

-Desmayo?. Pero yo nunca me desmayo.

El sonrio amargamente y luego, dijo:

-No me lo pensabas decir?

-Que cosa?

-Como que que cosa?. Tu estado?. El ya lo sabe?

-El quien?

-Ay pequeña. Yo ya soy viejo zorro. Yo se todo de ti y se que te comparto con Franz Joseph. Creias que no tenia idea de nada?

Estaba fria y muerta de miedo, no entendiendo nada.

-No pongas esa carita. Anda, ven y abrazame.

Lentamente se sento y pego su cara al pecho de Napoleon y comenzo a llorar confundida y avergonzada por haber querido engañar a aquel hombre que tanto queria y estimaba.

-No llores mas, por favor, que me haras llorar a mi. Ahora, secate las lagrimitas , sonrie y pediremos algo para comer . Tienes hambre?

-No tanto

-Pues comeras algo nutritivo para sostener el estomago. Despues del episodio aquel necesito algo fuerte para llenar el mio!.

-Que pasara con nosotros.- pregunto con la garganta apretada la joven

-Quedara todo en pausa. Mañana mismo te devuelves a Austria y hablas con el. Yo estare siempre aqui para ti, extrañandote como un loco, pero sabre esperar.

Aquello tranquilizo a Carol todo el camino de vuelta a su pais natal y le hizo mas facil enfrentar lo que se le venia por delante. Al llegar a su hogar, le esperaba Franz serio y molesto.

-Lo has hecho de nuevo...

-No.El me ha enviado para aca.

-Que? acaso ya se aburrio de ti?.- pregunto burlonamente.

-No. Franz, tenemos que conversar...

-Tu crees?. Carolath, yo ya no soporto ser tu juguetito. Me duele en el alma que me engañes asi tan descaradamente. Por que me haces esto si sabes que te amo?

-Franz...

-No, Carol!!. Yo ya no puedo mas!. Estoy cansado de llorar, de la angustia que se me acumula en el pecho cada vez que te largas. Por que te gusta hacerme sufrir? te causa algun tipo de placer morboso?

-Franz...estoy en estado...

El joven quedo mudo y le observo boquiabierto no creyendo lo que sus oidos escuchaban.

-Que?

-Que espero un hijo tuyo. Por eso Napoleon me ha mandado de vuelta. El quiere que este contigo, el padre de mi hijo.

Movio la cabeza aun incredulo y cayo al suelo de rodillas estirando los brazos . Carolath camino hacia el y este se aferro de su amante fuertemente pegando su rostro al vientre que gestaba a su hijo.

-Nunca crei que esto de los deseos de cumpleaños se cumplieran.- dijo riendo entre lagrimas

-Asi que eso has pedido?.- susurro sonriendo y acariciandole el cabello a Franz

-Dos veces.- contesto este riendo, haciendo tambien reir a su Carol.

Silencio. Despues volvieron en si...

-Y ahora que haremos?. Tengo miedo

-No, no temas. Ya pensare en algo

Se puso de pie y abrazo a Carol fuertemente y unieron sus bocas en un dulce beso. Ambos estaban felices por la inesperada noticia pero a la vez con una terrible incertidumbre de como se daria todo, de que pasaria con Carolath y aquel niño que, aunque deseado, era ilegitimo. Tenia que idear una forma de evitarle la verguenza, clandestinidad, o peor aun , el exilio a la joven y su hijo.






-Su alteza!. Me escucha?

-Carolath.- pregunto Franz F acariciandole el brazo

-Si?

-Disculpe. Es que yo le decia que si les parecia bien traer unos payasos de esos italianos...

-No, no, payasos no. No le gustan a Miana.

-Yo le decia que algunas hadas?

-Si, podria ser. Espero que a los primos le gusten!.- contesto la mujer sonriendo

Siguieron conversando de los ultimos preparativos para la fiesta de la niña cuando sintio pasos detras suyo, luego, aquel caracteristico perfume.

-Carol?

Se dio vuelta lentamente y le vio ahi...

-Molesto?. Quizas pueda ser util en esto. Tengo experiencia en fiestas de cumpleaños y me gustaria ser parte de este. Digo yo, a falta de Bubi...

-Joseph...- dijo casi suspirando

Se sonrieron y luego saludaron con un apretado abrazo, sintiendo cada uno un calor interno que siempre brotaba al mirarse a los ojos. Donde fuego hubo....

(Continuara)


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