viernes, 9 de abril de 2010

Meet the Habsburg XVII : Fly Free...My love


Desde aquella noche, Otto y Mimi no se habian separado mas. Habian vuelto a su vida decadente llena de excesos pero el uno era la sombra del otro siempre. Por otra parte, Carolath, al ver que las aguas se calmaban y despues de una conversacion con un atribulado, pero resignado Franz Ferdinand, decidio viajar a Francia junto a su marido para encontrarse con su amante, cosa que dejo bastante cabizbajo al ya anciano Kaiser el cual se sumergio en el trabajo y en su relacion con Katharina Schratt, su amante de años.

Annunziata, tomando la misma actitud de su padre y con una madurez excepcional para sus diez años, se resigno a ver esporadicamente a su madre y aun con algo de pena, decidio acompañar a Franz en una gira por Africa e India. Jamas habia salido de Austria y Hungria y el conocer las tierras que solo conocia por cuentos la emocionaba de manera.

La niña asi paso una temporada entretenida pero melancolica en tierras exoticas conociendo nuevas culturas, haciendo nuevos amigos y sufriendo por los animales que su padre cazaba por hobbie

-Es esto realmente necesario?.- preguntaba atribulada tirando las cintitas de su vestido

-Que cosa, amor?

-Que mates a aquellos animalitos. No es justo, que te han hecho?

Quedo mirando fijamente la carita de su hija y luego trago saliva para responder

-Nada..- dijo entre suspiros

-Entonces por que no los dejas en paz?. Papito, eso me haria muy feliz!.- dijo apretandole el brazo.

Nada le habian hecho los elefantes, leones y tigres que habia matado en la sabàna africana, pero en cada uno de ellos vertia toda la rabia y amargura que aun anidaba por su mujer y hermano, encono que crecia cada vez mas al recibir las burlescas misivas de Mimi, restregandole lo bien que la pasaba en Viena y lo feliz que le hacia Otto."Dame el divorcio" era la frase con la que terminaba todas sus cartas, la cual era respondida pòr un firme y subrayado "nunca" de parte del atribulado Archiduque que no daria brazo a torcer ni facilitaria mas la infamia de el par.

Una carta, dos tres, diez, cientos...1895...

Egipto...

Franz Ferdinand ya harto de las burlas de su alrededor decidio pasar menos tiempo en Austria y viajar por el mundo. Penso que a Miana tambien le haria bien esto pues consideraba a Marie Sophie una pesima influencia para la joven muchachita que cada vez mas, ya con catorce años, pasaba tiempo con su madre. La decision la tomo una tarde que encontro a Mimi hablando con la joven en el dormitorio.

-Y , Annunziata. Ya tienes noviecito?

-Que dices, madre!. Para nada...quien podria ser?.- contestaba ruborizada

-Ay pequeña. Yo ya tuve tu edad y soy muy observadora. No creas que no me he fijado en como Georg te mira...

Aquello basto para que la muchacha corriese hacia la ventana para abrirla de sopeton ya que sentia desfallecer. Hace algun tiempo atras Georg, su primo, hijo de Gisela, la cortejaba inocentemente a travez de guiños, cartitas y regalitos.

-Con Georg no pasa nada. Y jamas pasara.

-Y por que no?. Es un muchachito guapo y nota interes por ti.

-Pues no tengo tiempo.

-Pero que tanto haces?

-Los estudios, las clases de piano, cuidar a Maximilian

Desde el nacimiento de su primito, Miana se habia consagrado a aquel pequeño que queria como hermano, ganandose el cariño y simpatia de Maria Josepha, la cual hasta hace poco solo la veia como una extension de la venenosa y suelta de cascos de su madre. Al pasar tiempo con ella, se dio cuenta de la gran mujercita que tenia en frente y que , gracias a dios y sus oraciones, no habia heredado el caracter discolo y pervertido de Marie Sophie.

-Miana, esas no son excusas. No sera que no tienes interes en Georg porque tienes el corazoncito y mente en otro muchacho?

Muchacho....muchacho no, un hombre, todo un hombre.

Desde hace algun tiempo, Maria Annunziata habia puesto los ojos en un guapo primo lejano, el archiduque Josef ferdinand, de la rama toscana. El joven de veinticuatro años pasaba a menudo en la residencia de Franz Ferdinand ya que mantenian una cercana amistad. Cada vez que el aparecia, la muchacha era toda suspiros e ilusiones, cosas que aumentaban aun mas cuando este le sonreia y cerraba un ojo.

-Si...podria casarme con el y ser feliz.- se decia mientras fantaseaba con un futuro incierto junto al apuesto archiduque. Pero el problema era la edad. Ella era solo una cria de catorce años y el la superaba en diez . Su padre no aceptaria aquello

-He adivinado entonces?

-No quisiera hablar de aquello...

-Te entiendo, perfectamente. Solo dejame decirte algo...

Se puso de pie y acerco a Miana la cual miraba con el pecho agitado por la ventana rogando por la brisa helada que templara sus ardientes mejillas....y pensamientos.

Mimi tragaba saliva y por primera vez en años le dedico sentidas palabras desde el corazon a su hija.

-No dejes que te impongan marido. Elije a quien tu quieras y se feliz....no dejes que arruinen tu vida.

La garganta se le apretaba y las lagrimas cubrian sus celestes ojos.

-Mama...- susurro sorprendida

Fue entonces que interrumpio Franz para acabar aquella dolorosa situacion, no solo para Mimi, sino tambien para el al considerarsele "un error que arruino la vida", no solamente a Mimi, sino tambien a su hermano. Aun le pesaban aquellas palabras mencionadas en 1886 por Otto mientras Marie Sophie yacia aun debil por aquel infame aborto.

-Maria Annunziata. Ha llegado tu instructor de piano. Sera mejor que bajes.

-Si padre. Gracias, madre...- dijo apretandole las manos y besandole fria mejilla

Y quedaron solos en el cuarto mirandose a los ojos.

-Yo ya me voy.- titubeo Mimi

-Seria bueno.- contesto friamente

Tomo su manguito y se dirigio a la puerta. Antes de pasar el umbral la intercepto su marido tomandola firmemente de los brazos.

-Franz...dejame , por favor..

No dijo nada, solo aspiro fuerte el suave y embriagante perfume de sus cabellos, apretando su cuerpo desesperadamente contra el de Mimi, mientras ella oponia suave resistencia. Luego, lentamente la solto y dejo ir. Sin mirar hacia atras y a punto de estallar en llanto, dijo:

-Me llevare a Miana a Egipto. Estaremos fuera una larga temporada

Despues de un suspiro y luego una sarcastica risita, respondio.

-Es lo mejor.


Y se marcho.

Marie Sophie se encontro aliviada de tenerlo lejos, pero extrañaba a Annunziata con la que en los ultimos años habia trabado una linda amistad mas que una relacion entre madre e hija. Entonces,para distraerse un poco volvio a las andadas con Otto el cual reticente le daba el gusto.No se involucro sexualmente con ningun hombre pero si le gustaba flirtear y sonsacar a los oficiales que rondaban el burdel de Frau von Traut, sacando asi de sus casillas a su celoso primo que no dudaba en irse a los golpes con ellos. Despues del episodio del hijo bastardito, el se habia prometido no volver a ceder a la tentacion y portarse como "un esposo ejemplar" con Mimi, promesa solemne que ella, no parecia acatar ni apreciar tanto.


A mitad de año, Marie Sophie, despertando de una borrachera de aquellas, recibio una desgarradora carta de su hija suplicando de que se uniese a ella en el Cairo pues su padre estaba gravemente enfermo de tuberculosis y necesitaba verla. Sintiendo una angusta que jamas habia sentido en su vida, ni siquiera el dia en que la ataron a Franz, no dudo en ir al encuentro de Miana y empaco rapidamente, no dandole mas explicaciones a su amante, solo mostrandole la carta que su hija habia escrito. Este con cierta culpa solo la beso en los labios y comenzo a empacar tambien para acompañarla.

-No soportaria tanto tiempo sin ti.

-Pero ...

-Si quieres yo me hare a un lado o te esperare en el hotel, pero no me pidas que te deje ir. Ya no mas..recuerdas?.


Y asi partieron a Egipto, llenos de angustia y con un aura lugubre rondandoles.Al arribar, Mimi corrio hacia el hospital donde le esperaba su hija vuelta un mar de lagrimas.

-Madre...madre!!

-Como esta el?

-Mal...muy mal. Le han deshauciado.

Apreto a Annunziata entre sus brazos y luego se dirigieron hacia donde estaba el enfermo, hecho un guiñapo en la cama, cubierto de sudor y delirando. Contrariando las indicaciones del medico y en un acto muy raro de ella, entro al cuarto, se sento a su lado y le agarro la mano.

-Ferdie...

El enfermo dio un salto y luego entreabrio los ojos.

-Es verdad?

-Si, estoy aqui, contigo.

-Mimi....no me has abandonado.

Silencio. Franz le acariciaba febrilmente la mano y ella, por reflejo e increiblemente sintiendolo, respondio :

-Nunca.

Le sonrio y este volvio a la vida. Cual enfermera, le cuido hasta que estuvo, milagrosamente lo suficientemente bien para partir . Franz no se la creia, por que aquella mujer que tanto decia odiarle habia hecho aquello?. No hizo preguntas, solo se dejo querer y diusfruto de las miradas languidas de su mujer, llegando a pensar que quizas habia una oportunidad de recuperarla. Miana, por su parte, siempre con los pies en la tierra, considero la conducta de su madre un acto de amor y redencion, no con su padre sino con ella , por la indiferencia , frialdad y falta de amor materno demostrado en la tierna infancia de la joven.


De regreso a Viena, todo transcurrio normalmente, casi pues Sophie tenia una presion rara en el pecho y recordaba con mucha angustia las miradas de su marido, casi a las puertas de la muerte, sonriendole y diciendole "te amo". Aquel nudo que le molestaba se hizo aun mas apretado al enterarse de su regreso a la ciudad...

Se vio sola, pues Otto se encontraba en Salzburgo, y en la desesperacion partio a lo de Fray Von Traut y se dio a las copas, una tras otras, llenas al tope con el turbio y embriagante ron.

Estaba sentada sola en una mesa, observando la alegria alrededor y se dedico a sacar con palabrotas a los buitres ansiosos de atacar. Iba en su cuarto vaso cuando borrosamente vio lo que parecia un espejismo...

-Franz?

Este se sento al frente suyo. Era otro, se le veia muy compuesto, incluso mas alto y fornido. El mostacho aun lo llevaba y sus azules ojos echaban llamas. Vestia de riguroso negro y llevaba en vez del clasico pañuelo, un ramo de violetas prendado en el bolsillo de la pechera.

Se saco el sombrero y lo puso arriba de la mesa. Al llegar se habia enterado de que su hermano se encontraba dando instruccion a alferez fuera de la ciudad y como poseido por unas ganas, siguio su instinto, caminando ciegamente por las calles hasta encontrarla.

-Mimi...

Esta sonrio y se saco de la frente un mechon que le molestaba.

-Esto es un sueño...

-Tomalo como quieras.- contesto sonriendole.

Mas alla del alcohol, Marie Sophie ahora se encontraba embriagada con aquel perfume que tanto asco y rechazo le causo en tiempos pasados. Se aferro de aquella mano que le acariciaba suavemente los dedos y cerro los ojos apretandolos y tratando de que las lagrimas que inundaban no escapasen. Pero en vano...

-Franzl...

Lentamente este sepuso de pie y tomo el sombrero. Mimi abrio rapidamente los ojos y le miro fijamente. Se acerco a ella y suavemente corrio la silla para que se parase. Mecanicamente esta lo hizo y rapidamente pero con cuidado, Franz la tomo de la cintura y caminaron hacia la escalera. Todo esto lo miraba Von Traut que no podia creer lo que sus ojos veian.

-Debe ser una alucinacion o ya con los años estoy perdiendo la lucides.

-Para nada, mein Frau....es lo que ve.- respondio sorprendida la mano derecha de la Madame

Mimi sentia flotar y sabia a lo que iba. El alcohol se habia evaporizado de su cuerpo y este le latia al son del corazon.

-Es por...

-Por aqui...ya se.- respondio el con una melancolica sonrisa en los labios.


Claro que lo sabia. El habia estado en el cuarto contiguo muchas veces observando como su mujer con su hermano y a veces su propio primo Rudolph se revolcaban salvajente. Veia esas escenas embriagado rasguñando las paredes, odiando a aquellos que la hacian vibrar y fijando su vista en el febril rostro teñido en carmesi de su mujer, señal del extasis que el jamas le habia hecho sentir...


Ahora el estaba aho abriendo la puerta y pisando aquel cuarto exquisitamente adornado, lleno de espejos y figuras incitantes. Cerro la puerta lentamente y Mimi camino hacia la cama apoyandose de un dosel, respiro ondo y luego comenzo a desvestiurse. Misma cosa hizo su marido y al quedar desnuda, ella dio la media vuelta y mirandole a los ojos , se recosto sobre el suave cubrecamas. Se tomaron todo el tiempo del mundo para acariciarse, besarse y luego hacer el amor. Fue glorioso, para ambos que llegaron al extasis casi al unisono las veces que se entregaron durante horas y horas. Luego , Franz se vistio dejandole durmiendo placidamente, y se marcho, no sin antes besarla por ultima vez en los labios y dejarle una nota.


Mimi desperto sobresaltada y algo mareada. Aun no sabia si lo que habia ocurrido era verdad o solamente una alucinacion por el ron que habia bebido. Adolorida, dio la media vuelta y ahi fue cuando vio la notita en el velador. Lentamente estiro la mano para leerla, no sin antes sentarse en la cama cubriendo entre escalofrios su desnudez.Esta decia..

"Ya eres libre. Mandare con mi abogado los papeles del divorcio y apelaremos si es necesario al vaticano para que disuelvan nuestra union. Vuela, mi bella Mimi, y se feliz. Perdon por todo el daño que te cause. Todo lo hize por amor". Siempre tuyo, Franz"

Sorprendida y algo abatida por la noticia, doblo mil veces la nota y luego suspiro sintiendo como tibias lagrimas de desazon y alegria corrian por sus mejillas. Aquel capitulo agridulce de su vida se habia cerrado....

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