viernes, 7 de marzo de 2008

For Better or Worse. Chapter VI

Los dos días posteriores al matrimonio fueron solo de entrega mutua. Se encerraron en el dormitorio y dedicaron las 24 horas del día a acariciarse, besarse y hacer el amor. Catherine, en el sopor amoroso no se dio cuenta del comportamiento errático de su marido y de sus ansias desesperadas por estar con ella. La abrazaba, besaba con ardor e incluso lloraba al llegar al orgasmo.


La mañana del 14 de Abril de 1865, comenzó normal para la pareja. Cathy despertó y vio que el lugar de su marido estaba vació. Desnuda como estaba, caminó hacia el baño y lo encontró hundido hasta el cuello y con la mirada perdida.

-Que ocurre cariño?.- preguntó su esposa.

-Nada, nada. Estaba pensando en nuestro futuro. En los hijos que tendremos y en que envejeceremos juntos.

-Quieres empezar con los niños ahora?

-En un tiempo más. Tendré mucho que hacer en los próximos meses y quiero estar contigo en todas las etapas del embarazo.

-Esta bien, esperaremos un tiempo.

-Ven, métete al agua conmigo

Se acomodó al lado de su marido y el la abrazó, besando su cabeza. Suspiro un "te amo" y quedaron quietos, oyendo el ruido de los pájaros que revoloteaban en el jardín.


A las 8:00 de la mañana en punto, después de arreglarse y vestirse de punta en blanco John dijo a Catherine que saldría a visitar a su viejo amigo John T. Ford, dueño del teatro Ford.


-A las 10:15 saldremos de paseo. Estate lista que pasarè a buscarte puntualmente.

-Esta bien, amor. Mándale mis saludos a Jake.

-De tu parte.


Caminó hacia la puerta y antes de girar la manilla, vaciló y se devolvió donde estaba su mujer para apretarla fuertemente entre sus brazos y besarla con ardor.


-Te amo...te amo mucho Cathy.

-Yo también John. Anda, no hagas esperar a tu amigo...



Lo que ocurrió con Booth después de salir de casa, fue un misterio para Catherine. Ella se dedicó las horas siguientes a ordenar la casa, regar las plantas y preparar el almuerzo. A las 10:15, sentada en el recibidor de su casa con traje de paseo, espero a John hasta las 10:45, hora en la cual llegò alterado, cojeando y ensangrentado.

-Por dios Santo John!...Que ha ocurrido?

-Nada, nada Cath.


Corrió como pudo escaleras arriba a sacar un morral para llenarlo de cosas.


-Que haces? . Que pasa John?!. Dime algo por favor.- suplicaba desesperada

-Tengo que desaparecer de aquí...

-Que ha pasado...Que has hecho?!

-Nada!, no preguntes nada, es mejor así.

-Esta bien, esta bien. Pero si tú te vas, voy contigo.

-A donde voy no te puedo llevar.

-No importa, te seguiré.

-Catherine....no....no quiero ponerte en peligro...

-Peligro?. He vencido a la tuberculosis y mil infortunios mas en mis cortos 19 años, esto no será nada, mientras este a tu lado...

El desesperado joven la tomó de los hombros y la miró con ojos húmedos

-Cathy...le he disparado al presidente..

La joven lo miro impávida y con el corazón apretado al ver la desesperación de su amado. Lo abrazo, hundió la cabeza en el pecho de su marido y dijo:

-No importa lo que hayas hecho...soy tu mujer y te seguiré hasta el fin del mundo...

John paró en seco y observó a su mujer que lo miraba con los ojos llenos de lagrimas, decidida a ir con el. Se aferrò a ella y dijo:

-Esta bien...entonces llena este morral con lo justo y necesario y nos iremos de inmediato de aquí.

-Si si...


Al tener todo listo, cerraron la casa con llave y en un caballo, partieron a todo galope al
"Navy Yard Bridge" en donde Booth se encontró con uno de sus cómplices, David Herold .


-Y esta mujer, Booth?.- pregunto molesto Herold

-Es mi mujer, Catherine. Vendrá con nosotros.

-Aja. Esta bien, vamos, que el camino es largo y ya deben estar tras nosotros

-John necesita atención medica. Tiene herida la pierna.-dijo Catherine

-Es verdad?

-Creo que me la he roto al tratar de escapar.

-Pues bien...vamos, yo se donde te pueden curar.


Cabalgaron los 3 hacia la casa del Doctor Samuel A. Mudd en donde se le dio tratamiento a la pierna rota de John


-Y como te has hecho esto, muchacho?.

-Gajes del oficio, señor. Ahora estamos de viaje y necesito curarme lo mas rápido posible

-Haré lo que pueda, pero no le garantizo nada .Su lesión es de cuidado y usted debería reposar algún tiempo.

-Me es imposible. Tengo asuntos importantes que atender y tengo que reiniciar la marcha pronto.

-Esta bien. Pero por favor, para que no empeore su pierna, descanse algún tiempo acá. Yo acomodaré a su sirviente y esposa.

-Muchas gracias Doctor Mudd.


Catherine solo se dedicó a rezar en silencio y a estar en todo instante al lado de su marido. Esa madrugada no durmió, paso la noche estar alerta en la ventana, junto a Herold, mientras John descansaba.

-Mrs Booth...tome..- dijo entregándole un revolver.

-Y para que?

-Tarde o temprano lo necesitara.


Con recelo, guardó el pequeño revolver en su bolso y continuo mirando por la ventana.


Al anochecer del día 15, los tres, mas un guía contratado por ellos, partieron hacia la casa de Samuel Cox. Al el no poder darles ayuda, los guió hacia la casa de un conocido y ferviente confederado llamado Thomas Jane, el que los refugio por 5 días. A pesar de la situación en la que se encontraban, Catherine estaba feliz de ver una leve mejoría en la pierna y estado anímico de su marido.

-Espero que algún día puedas perdonarme esto, Catherine. Nunca pensé que seria así.

-No sacas absolutamente nada con quejarte por el pasado. Ahora hay que mirar hacia el futuro. Y luchar por el si es necesario.

-Tu no Catherine....Si nos llegan a atrapar, ríndete. Aun eres joven, puedes volver a casarte y reiniciar tu vida...

-Yo no quiero!, No quiero!. Sin ti, no. Me devolviste la alegría y ganas de vivir y sin ti....que haré sin ti?.


Pasaba el día aferrada a el, siguiéndole el paso y atendiéndolo. El día antes de partir de la casa de Jane, a John se le metió en la cabeza la idea de darle un hijo, como si presintiese lo que sucedería con el.


-Al menos, si algo me ocurre, quiero que cargues mi hijo en tu vientre.

-Ya tendremos tiempo para eso....

-No contemos con aquello, puede que no.


Horrorizada por la idea de perderlo y movida por su devoción y amor hacia el, durante los días siguientes del escape, Catherine se entrego sucesivamente a John, esperando que de esas uniones, se gestara el hijo que el tanto deseaba.



El 26 de abril de 1865, la odisea de los Booth - Hennessy llegaría a su final, cuando fueron interceptados en un campo de tabaco por un batallón de soldados que les venían siguiendo el paso desde hace algún tiempo. El primero en caer fue Herold, el cual se rindió ante los soldados, atrapado en un campo de tabaco. Al John negarse a la rendición, marido y mujer continuaron escapando bajo una lluvia de balas


-Cathy, por favor, déjame, quédate aquí, no te arriesgues mas!.

-No!, contigo hasta el final, John.- respondió aferrandose a su mano


Alcanzaron a correr solo unos metros mas, cuando una bala se incrusto en el cuello de Booth, haciéndolo caer.


-John!!!


La joven cayo de rodillas al lado de su malherido esposo y tapò con su mano la herida, tratando de parar la hemorragia


-Señorita, salga de ahí. Deje al prófugo solo.

-No!, es mi marido!. John, Reacciona, reacciona mi amor, por favor!.- suplicaba llorando desconsolada.

A la fuerza la separaron de el y a este lo arrastraron hasta la entrada de la casa Garrett en donde entre patadas y burlas, lo dejaron desangrarse. Catherine, al borde de la histeria, escoltada por dos soldados, suplicó que la dejasen estar con su marido. El Teniente encargado de los soldados, al ver la desesperación de Cathy y la inminente muerte de Booth, ordenó a los soldados que la soltasen. Al instante, la joven se arrodilló al lado de su marido, lo abrazó y besó:


-John, John, amor...aquí estoy.

-No estas herida?.- dijo con dificultad

-Estoy bien...y tu también lo estarás

-Ya no, ya no…

-John, por favor, no te des por vencido, no cierres los ojos. Ayuda, por favor, alguien haga algo!!!


Los soldados, haciendo un círculo alrededor de ellos solo la observaban abrazando sus rifles. Tres horas estuvo tirado en el porche de la casa, paralizado y desangrándose. En sus momentos finales, pidió a Catherine que no lo soltase y dijo:

-Amor mío....por favor...dile a mi madre y hermanos que lo hice por mi patria. También dile eso a nuestro hijo.

-Lo haré, lo haré....no te preocupes. Ahora descansa, descansa.- murmuraba entre llantos.

-Cathy....por favor....levanta mis manos para verlas.

-Si, si...


Apoyando cuidadosamente la cabeza de su marido en su regazo, Catherine tomo ambas manos y las condujo al frente del rostro de Booth, el cual las mirò emocionado.

-Inútil...que inútil...Te amo...Catherine....Bésame.


Al juntar sus temblorosos labios con los de ella, John dio su último suspiro y falleció al amanecer. Sin soltar lagrima, Catherine, al igual que lo había hecho al morir Vincent y su hijo, abrazó al cadáver y rezó cientos de ave marías, mientras los soldados la miraban con pena y recogimiento.


Al arribar el coronel que llevaría el cadáver de Booth a Washington, a la fuerza se le separó de su marido. El hombre al ver el dolor de la mujer, tomo consideración de aquello y fue dulce y gentil con ella.


-Vamos señorita, yo la llevare al cuartel.

-Yo quiero estar con mi marido...

-Me temo que eso no será posible. Lo siento, venga conmigo, yo la escolto.


La llevó a un cuartel cercano a la casa de Barret en donde se le atendió e interrogó .Con temple frió y mirada perdida, respondió cada una de las preguntas que el Coronel Cooper le hizo:


-Su nombre?

-Catherine Adelaide Booth neè Hennessy

-Fecha de nacimiento

-8 de marzo de 1846

-Tenia usted conocimiento de los planes de su marido?

-Para nada. Si bien el fue siempre sincero al respecto de su odio contra el presidente Lincoln, que es paz descanse, jamás menciono sus intenciones de hacer algo en su contra. Al menos conmigo no.

-Ya. El tenía contactos con gente de la confederación?.

-Si, y nunca me simpatizaron. Solía salir de donde ellos estaban cuando lo visitaban.

-Y por que?

-Porque según mi punto de vista, eran unas bestias abominables. Jamás estuve de acuerdo con ellos.

-Pero apoyo a su marido...

-Se equivoca. Jamás apoyé sus puntos de vista, pero si los respeté. Teníamos un acuerdo de no hablar de política jamás. Éramos de bandos opuestos y certeramente, discusiones sobre la unión y la confederación entre nosotros hubiesen acabado con nuestro matrimonio.


El coronel admiró la sinceridad y docilidad de la joven al contestar sus preguntas, pero aun así, tuvo que dejarla encarcelada en una fría celda, por mientras que se hacían las investigaciones pertinentes para liberarla de culpa. Al escoltarla a la celda, Cooper preguntó:


-Por que lo hizo?

-Hice que?

-Seguir a su marido en la huida...

-Porque lo amaba, porque era su esposa y porque en el altar, prometí estar con el en las buenas y en las malas.


Con una un gesto triste, se despidió de ella y la dejó en la oscuridad del calabozo, mirando un pequeño rayo de luz que se colaba entre las rejillas. Al día siguiente, a primera hora, fue despertada por un soldado.

-Mrs Booth, Mrs Booth. Tiene visita.

-Visita?

Se arregló, se lavó la cara y puso un chal sobre sus hombros y esperó sentada la misteriosa visita. Grande fue su sorpresa al ver quien era

-Edwin..?

-Catherine....como estas.

-Edwin...Edwin!


Desesperada se lanzó a sus brazos y por fin, horas después del fallecimiento de su marido, pudo llorar.

-Calma Catherine, ya estoy aquí.

-Oh Edwin!, murió en mis brazos!

-Catherine, quiero que sepas que he contratado al mejor abogado de Washington para que te defienda, si es necesario. Te sacare de aquí

-Que paso con John?. Donde esta el cuerpo de John?

-Solo se que lo han trasladado a la naval para hacerle la autopsia de rigor.

-Nos entregaran el cuerpo?, Quiero que lo entierren en el panteón familiar junto a tu padre.

-Estoy abogando por eso, no te preocupes. Estas bien?, Necesitas algo?

-Estoy bien, no te preocupes. Solo necesitaba un hombro en el cual llorar. Gracias por estar aquí.- dijo agarrándole las manos.

-Me quedare aquí contigo haciéndote compañía. Ya no estarás mas sola.


Edwin se quedo toda esa mañana con Catherine. Le trajo comida, ropa de recambio y le hizo compañía toda la semana que estuvo detenida. Después, al ser liberada, la llevo consigo a Baltimore. Estaba taciturna y se le veía perdida y ausente. Preocupado por la salud física y mental de su cuñada, el tomó doble cuidado de ella y la tuvo bajo vigilancia las 24 horas del día. Una noche en particular, al el caer dormido, Catherine vio su oportunidad de hacer algo que deseaba con ansias. De puntillas se dirigió hacia su baúl de ropas, y entre ellas, encontró un antiguo revolver que había pertenecido a John. Se dirigió hacia el patio y de rodillas, murmurando palabras de amor, puso el cañón sobre el corazón.

-John....John...


Edwin sobresaltado despertó, y al no verla en la cama, rápidamente la buscó por todo el chalet y al salir del patio la encontró llorando y temblando, arrodillada sobre el césped. Lentamente se acerco, se arrodillo al lado de ella y dijo:

-Cathy...por favor, no lo hagas.

-No tengo a nadie...No tengo nada...no quiero vivir mas...

-Te equivocas....me tienes a mi. Dame el arma...venga, dámela


Apretando los ojos soltó el arma que cayó en las manos de su cuñado y se recostó sobre el prado llorando desconsolada. El la recogió y tomo entre sus brazo y la consoló hasta que se durmio. En brazos la llevó a la cama y continúo velando por ella hasta que se encontró mejor.


Se hicieron compañeros, cómplices y amigos y a fines de 1866, el se atrevió a pedirle matrimonio.

-Se mi compañera de vida, Catherine.

-Yo....no se que decir.

-Di que si...ven, dame tu mano.


La besó y colocó con cuidado un hermoso anillo de rubí en su dedo.


El 11 de Febrero de 1867, contrajeron matrimonio en una ceremonia intima a la cual solo asistieron los Booth. No hubo fiesta de matrimonio, solo una comida familiar y en la noche, en la habitación nupcial, entre lagrimas, abrazados el uno al otro, hicieron el amor por primera vez.


9 meses después de aquella noche, un 8 de Noviembre del mismo año, Saffron Wilkes Booth vino al mundo.





7 años ya han pasado , el tiempo ha sanado las heridas, pero dejado profundas cicatrices como recordatorio de tragedias pasadas. Sin poder creerlo, Catherine es feliz y plena. Saffy ha cumplido 3 años, es sana y bella. Ama a Edwin y el la ama a ella. Ha encontrado su vocacion como artista lirica, hipnotizando con su bella voz y dotes musicales a sus seguidores y hace algunas horas, se ha enterado de que esta encinta.


-Saffy, he recibido carta de tu hermanita Edwina.- dijo feliz su marido

-Edwina ha escrito?

-Si, vendrá a visitarnos en un par de semanas y pasara las vacaciones con nosotros. Que te parece?

-Ehhh Eddy!!.- chillo la niña

-Me parece espectacular, así la recibiremos con las buenas nuevas.

-De que hablas?

-Edwin...estoy en estado.

-Que...que...maravillosa noticia!. Escuchaste Saffy?. Tendrás un hermanito...o hermanita!

-Otro mas?

-Si amor, otro.- dijo su madre feliz

-Lo podré acunar?

-Pues claro!, serás su hermana mayor.

-Que felices noticias he tenido hoy, querida. Ah!, lo olvidaba!.Antes de volver al hotel, he pasado a buscar las fotos que me tomé con Saffy. Querida, anda con mamá para que pueda ir a buscar el sobre.

Se paró de un salto y corrió a buscarlas. Al regresar, traía el sobre consigo y se lo alargó a su mujer.

-Miralas...


Emocionada abrió el sobre y vio las dulces fotografías de su marido con la pequeña en brazos acunándola y sosteniéndole la manita con ternura. Al borde de las lágrimas, Catherine suspiró y dio gracias a dios por la felicidad a manos llenas que le estaba dando, mientras Edwin le acariciaba el cabello y susurraba "Te amo".




Fin

1 comentario:

kornikabrosalvaje dijo...

Que relato más bonito niña, un abrazo.