lunes, 4 de febrero de 2008

Merry Go Round

Vísperas de navidad. 1899: A Maureen, un acaudalado amante la había invitado a Boston de compras navideñas. Ella, ni corta ni perezosa, acepto, dejándome a cargo de la casa por una semana

-No hagas locuras Allegra. Pórtate bien y si vas a invitar a tu novio, hazlo con discreción, ya?

-No te preocupes Mo, seré discreta y cauta al respecto.

-Te traeré muchos regalos, vida mía!. Vestidos preciosos, guantes, sombreros!. Le sacare el jugo a Brad!


Partió a las 10 de la mañana del 19 de diciembre entre abrazos, besos, promesas y advertencias.

-Ally, no te prohibiré nada, puesto a que ya eres una mujer y sabes lo que haces con tu cuerpo...PERO, por el amor de dios, por favor, cuídate.

Lo decía con seriedad y turbación tanto en sus palabras como en su mirada.

-Por que lo dices así?. Yo me cuido...

-He tenido un sueño que no me ha gustado para nada, por eso te lo digo. No me gustaría que te vieses con responsabilidades tan grandes a tan temprana edad. Vive tu vida, viaja, disfruta...los hijos pueden venir después.

-Mo....- dije abrazándola fuerte.- no te preocupes, redoblare mis cuidados. Ve tranquila, me cuidaré y cuidaré muy bien la casa.

-Te adoro....- dijo secándose las lágrimas


El encargado de los tickets salio a gritar su "All Aboard" y me despedí emocionada de mi "Mamita". A la vuelta, en las escaleras de la casa, estaba los dos esperándome.

-Llevamos casi 1 hora esperándote Ally. Donde estabas?.- pregunto enfurruñado John

-Ah...lo que pasa es que fui a dejar a Mo a la estación de trenes. Se fue a Boston por una semana. Vuelve en Nochebuena. Hola amor.- salude besando a Lionel.

-Ahhh....entonces estás sola...Mi beso, yo quiero mi beso!.

-Jack...- dijo irritado Lionel

-Entremos y te lo doy. No querrás que los vecinos después hablen...

-Apura entonces!

Abrí la puerta y al poner un pie en el interior, me agarró de la cintura, me levanto del suelo y me besó.

-Ya, Ya! suéltame.- decía entre risas

-No puedo, no puedo!. Te extrañé mucho, noviecita mía!.

-John, por favor!. No ves que la tienes asfixiada?

-Ok , ok...dejo a nuestra novia tranquila.

-Querida...te veníamos a buscar para ir al parque de diversiones.

-Excelente....vamos!. Necesito distracción, extrañaré mucho a Mo..

-Vamos entonces.- dijo Lionel abrazándome y dándome una dulce sonrisa.


El parque estaba lleno, en especial de niños y parejas de enamorados. Yo caminaba entre los 2 agarrada de sus brazos, feliz de la vida y muerta de la risa por las miradas de los demás que veían espantados como 2 caballeros me cortejaban cariñosamente. Jugamos a derribar los patitos con pistola y palitroques con una bola. Lionel me regaló una muñeca que ganó en los patitos (El siempre tuvo mejor puntería con armas que John) y John un teddy bear que ganó en los palitroques. Al verme colmada de regalos, se los encargué y corrí hacia el hermoso nuevo carrusel que hace nada había llegado directo de Francia a Coney Island.


-Yo quiero subir!!

-Ahhh...Allegra quiere montar los caballitos!. No quieres montar un semental mejor?.- acoto galán John, haciendo aquel famoso “levantamiento de cejas”.

-Jack! . Esas acotaciones guárdatelas para la intimidad.

-Me tomaras la palabra?

-Al pie de la letra pero ahora no...

-Y que dices de mi, Ally?- preguntò Lionel con cara de ensueño

-Ahh amor...tu también.- respondí besando suavemente sus labios.- Ya, quiero subir, quiero subir!!!.

-Vamos todos!.

Al mencionar aquellas palabras, Lionel caminó hacia el vendedor de tickets y de paso le encargo los muñecos. Volvió con los tickets y subimos al "Merry go-round". La música sonaba suave al comienzo, las madres se paraban al lado de sus hijos afirmándolos fuerte de la cintura y los chicos al lado mío , apoyados en los demas caballitos, mientras yo montaba un corcel negro con cintas rojas.

-Ni loco me monto uno...viajo a tu lado.- dijo John apoyando su cabeza en mi cintura.

Lionel nos miraba con los brazos y piernas cruzadas apoyándose en un caballito plomo, muerto de la risa con las morisquetas que hacia Jack por la música y el movimiento lento del carrusel.


De repente, empezó a girar cada vez mas rápido, causando el susto de las madres y la excitación de nosotros 3. El operador del juego no sabía que diablos pasaba y miraba asustado la maquinaria operativa. Nosotros reíamos y disfrutábamos el movimiento loco del Carrusel y para hacer el asunto mas divertido, a Lionel se le ocurrió algo.


-Allegra!, Suelta la baranda y dame tu mano.

-Me caeré!

-No, no lo harás, no cierto John?.- dijo cerrándole un ojo a su hermano que entendió al instante el plan de Lionel.

-Hazlo Ally.- dijo Jack.


Con cuidado, solté la baranda agarré una mano de Lionel y otra de John.

-Ahora cierra los ojos e inclina tu cuerpo hacia atrás.


Obediente y sonriendo al techo lo hice. La sensación fue increíble...daba vueltas, subía y bajaba apretada al caballito de madera. Me sentía volar. Reía y chillaba de alegría. Cuando al fin el problema del carrusel fue arreglado, bajamos los tres tambaleándonos y riendo a carcajadas mientras los demás nos observaban horrorizados de que nos alegrásemos de aquella Cuasi- tragedia.


Al volver a casa, aun con la sangre hirviendo en el cuerpo y la cabeza, al entrar al living room, a John se le ocurrió otro jueguito. Tomando una de las tantas pañoletas mías que solía dejar tiradas en los sillones, se acerco a mí por la espalda y me tapo los ojos.

-John, que haces?

-No hablamos de esto cuando estábamos por subir al carrusel?


Recordando sus palabras sobre "montar" y "Semental", reí y me deje llevar.

-Ahora párate Amor.- mando Lionel.

Me paré y al instante sentí sus fuertes brazos agarrar mis piernas.. Abracé su cuello, oliendo el perfume de su cuello y no viendo nada, solo sintiendo sus risitas y cuchicheos. Llegamos al dormitorio y me dejaron parada al medio del dormitorio (o algo así, puesto que no tenia nada cerca mío). Estuve un instante estirando las manos y totalmente desorientada, sintiendo aun los susurros de ambos hermanos que se paseaban por la pieza haciendo sonar fuerte sus pasos.


-Que van a hacer, chicos?. Me tendrán todo el día acá, parada como tonta?.


No respondieron, se limitaron a reír y a caminar hacia a mi. Yo ya en ese entonces me estaba tirando la pechera del vestido, acalorada, nerviosa y susceptible.

Sentí que abrían un cajón mientras que una boca besaba mi espalda aun vestida y unos dedos juguetones desabrochaban los botones del vestido. Cerraron el cajón, se acerco a mí y beso mi boca, ayudando a su hermano. Por la dulzura y delicadeza al acariciar mi rostro, supe que aquel era Lionel.

Instantes después me encontré desnuda y acariciada, aun parada en la mitad de la nada, hasta que unas manos me condujeron a la cama y me sacaron los zapatos, dejándome solo con las medias.


-Te dejo las medias porque me gusta como se ven en ti.....


Ese fue John, quien siempre le gusto aquello. Solía tirar las cintitas de ellas mientras me hacia suya.


Me acomodaron entre los cojines y a continuación tomaron ambas muñecas y las ataron suavemente con otras pañoletas.

-Me ataran a los doseles?


No contestaron pero sabía que seria así. Al terminar la tarea, ambos cuerpos se alejaron de mí y se empezaron a desvestir, tirando sus ropas al suelo con apresuramiento. Estaba temblando de la emoción, me retorcía en la cama, de un lado al otro, apretando las gasas de los pañuelos que me tenían cautiva y amarrada, sentía mis muslos húmedos y en vez de corazón, tenía una paloma inquieta tratando de escaparse de mi pecho.

Levantando mis caderas estaba, cuando dos manos firmes las agarraron y aquietaron, para dejar al dueño de ellas, besar mi sexo. Di un chillido de sorpresa y placer al sentir el contacto de esa firme lengua, explorar hasta mis adentros, haciendo de los ondulantes movimientos de caderas, convulsiones frenéticas y desbocadas, poniendo a prueba la fuerza de aquellos brazos que estaban entrelazados a mis muslos.

Como si esto no hubiese sido suficiente, después, mientras mi sexo era comido por no se cual de los hermanos, unas manos y boca comenzaron a morder, lamer y apretar mis pechos. Era demasiado. Quería acariciar, apretar y rasguñar, pero lo único que podía hacer era apretar y tirar los pañuelos.

Al encontrarme "disuelta" en la cama después de un fulminante y fuerte orgasmo, me dejaron en paz, para recuperar el aliento. No fue un rato muy largo ya que instantes después, fui "tomada" por uno de los dos, agarrándome por las piernas y enrollándolas alrededor de su cintura, con movimientos igual o mas desbocados que los míos cuando me besaban el sexo. Al terminar Lionel (lo supe al final cuando gimió al tener su orgasmo), me tomo John, pero con una variante:


Delicadamente, me puso de rodillas en la cama, ayudó a darme vuelta y se puso debajo mío, quedando a horcajadas sobre el.

-Ahora móntame Ally....- dijo entre susurros

Sentí la risita ahogada de Lionel que acariciaba mi pelo y obediente a sus palabras, lo monte con ansias, apretando mis piernas contra su cintura, inclinando el cuerpo hacia atrás y sintiendo el movimiento furioso de caderas de el, mientras era besada por Lionel...


Así pasamos toda aquella semana. John no iba a la academia de Actores y se quedaba conmigo todo el día, mientras mi novio acudía periódicamente a sus clases, llegando en hora de almuerzo para continuar nuestros jueguitos de tres.

Dos meses después, la tormenta, en pleno verano, cayo sobre Manhattan. Pero no afecto a nadie....solo a mi entorno, al despertar una mañana, mareada y con nauseas. Fue la confirmación de las peores pesadillas de Mo....Estaba embarazada, y....No tenia idea quien era el padre.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

wow!. que cuento mas excitante. salvo el final, jeje.
espero no te moleste que te mande mi escrito por aca.- mi casilla de correo no abre, no se porque.
Bueno este es uno de los primeros que escribí. Espero que te guste!

Los demas.
El cuadro se situa en Londres el otoño de 1937. Clara se encuentra en su cuarto con Margarita, el ama de llaves, y Charlotte su mejor amiga.
-Margarita, prepárame el baño, por favor. Ah!, y tendré invitados esta noche la mesa sera para 7.
-De acuerdo, señorita.
-Eres un amor Margarita...
Margarita se retiro dejándome a solas con Charlotte. Como mi mejor amiga quería estar al tanto de todo.
-veo que vendrá Hans...
-si, llego antes de ayer, y hay que celebrarlo.
Sonrio y me miro con esa picara mirada.
-hmm, te debe haber extrañado mucho.
-por supuesto, como yo a él.
De mirada picara, cambio a mirada complice.
-hmm, fue un viaje muy largo de América hasta aquí .
-ajá. Bien ,querida. El baño me espera.¿ Me disculpas un momento?.
-Por su puesto.
Me bañe. Y pense en él. Cuando me vesti, mientras me colocaba mis mas finas medias de seda, pense en el y no deje de pensarlo hasta que el timbre sonó y luego de algunos segundos lo vi entrando a mi sala de estar.
-Hans!
-Clara ,te ves hermosa.
Me beso apasionadamente. Tratando de compensar todos aquellos besos que no me habia dado durante todo el tiempo que duro su viaje. Entonces recordamos a Charlotte, que esaba mirando por la ventana, tratando de no estorbar.
-oh! Santo cielo, que vulgares somos!. Tengo visita Hans, ¿recuerdas a Charlotte ?
-Es verdad, disculpa. Cómo no la voy a recordar! Como esta usted ,señorita?
-Muy bien, ¿qué tal America?
-oh, no tuve mucho tiempo para recorrer, estuve muy ocupado pero estoy seguro que abra otra ocacion para conocer.
-Por supuesto.
Entonces dije:
-Bien, eres el primero, debemos esperar a los demas.
Con cara de sorpresa, desilusión y un poco de disgusto , hans dijo:
-Los demas?
-Si, pense que te agradaria ver a tus compañeros del Country Club, despus de tanto tiempo y los inivte a cenar.
Y tratando de disimular el enfado por tener que esperar que todos “los demas” se fueran para hacerme el amor, dijo:
-oh, si .claro que me encantara, qué sorpresa, cariño.
“los demas” comenzaron a llegar de a uno y luego pasamos a la mesa. Hans ya no aguantaba mas. Habia pasado un mes sin verme, y lo unico que podia hacer era acariciar mi pierna por debajo de la mesa. Me miraba con sed de venganza y cuando todos estaban distraidos murmuraba a mi oido: “te deseo” . y yo lanzaba una risita y cambiaba de tema.
Asi como llegaron, uno a uno se fueron los invitados. El ultimo fue John Wilde que no se cansaba de decir tonterías acerca de golf, caza y otra estupideces, que en ese momento me parecian muy poco interesantes.pero claro este no lo noto, y esperó que se hiciera la una y media de la mañana para permitirme acompañarlo a la salida. Lo salude cordialmente y en cuanto cerre la puerta, unos labios comenzaron a recorrer mi cuello.
-te extrañe ,querida.
- yo igual Hans.
Me tomo a sus brazos y sin despegar sus labios de los mios me llevo escaleras arriba hasta mi cuarto. Estaba descontrolado . comenzo a desvestirse . y yo riéndome, mientras contemplaba su ansiedad, me despojaba de mi vestido.cuando a unos pocos segundos hubo acabado, me tomo por los hombros con violencia y apreto mi cuerpo contra el suyo. sin separarme de el me puso sobre la cama y comenzo el desenfrenado vaivén.
Después de dos horas de continuo placer me encontre recostada sobre su pecho , mientras el fumaba y decia:
-no se como pude aguantar un mes sin ti.

Samanta Gabriela Clarjk.

Memento Mori dijo...

Que buen escrito!. Deberias tener un blog...yo por eso cree este (y los demas que tengo ;)


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