jueves, 30 de julio de 2009

Meet the Habsburgs : " Sealed destiny"


A eso de las ocho de la tarde, Annunziata comenzo a bostezar. Fue entonces que los invitados de a poco comenzaron a dejar la casa y los despidio el orgulloso padre que, a pesar de la ocasion, tenia llena de pena la mirada. Al despedirse de su cuñada, Maria Josepha , se sintio fatal.

-Ya sabes. Si tienes noticias de Otto, me avisas. Ya?. Tanto tiempo sin saber de el.

Hirvio de ganas de contarle que el muy canalla estaba en Viena, en la misma casa con su amante, nada mas y nada menos que su propia mujer. Pero no, solo le sonrio y replico :

-Por supuesto. Pero no te preocupes que debe de estar bien.

Luego, al encontrarse solo con Ludwig, su tio Franz y Carolath, se retiro con la niña para acostarla. Le ayudo a lavarse los dientes, le puso la pijamita y la arropo.

-Ya que mamà esta aqui, cuando volveremos a casa?.

-No se amor. A lo que se sienta bien. Recuerda que esta algo cansada por su viaje.

-Ya veo. Extraño mucho mi cuarto y los columpios.

-Si quieres te instalo uno aqui.

-No, quiero volver a casa con ustedes.

Quedo mudo y luego le contesto

-Hablare con ella, a ver si apresuramos las cosas

La niña le sonrio y luego estiro los brazos para abrazarlo y besarlo. A continuacion cayo profundamente dormida. La acaricio y salio del cuarto donde se encontro con su suegro.

-Y esa cara?

-Miana quiere que volvamos a casa.

-Y que piensas hacer al respecto. Hablaras con Mimi?

-Pues...

-Muchacho. No te gastes mas. Anda, dale el divorcio y date la oportunidad de rehacer tu vida.

-Estas loco!!!. Para nada!, eso jamas!. Sophie es mia y no se la dare en bandeja a Otto.

Ludwig sintio pena por su obstinado sobrino y luego dijo:

-Esta bien, como quieras. Yo ahora saldre, creo que, con lo que esta ocurriendo alla abajo, sobro.

-Yo ire a...

Lo agarro del pecho , impidiendo que hiciese una tonteria.

-Ahora si hazme caso. No vayas, que sigue con tu hermano.

Si, tio Ludwig tenia razon. No habia motivo para seguir humillandose, al menos ese dia. Ya estaba cansado de pelear y solo queria descansar para tomar fuerzas y volver a la batalla. No dejaria ir a su Mimi tan facilmente. Espero que su tio se fuese y luego se dirigio hacia el cuarto de invitados para acostarse. Se deshizo de la levita y los zapatos, se saco el cuello y luego la corbata. A continuacion se recosto mirando los apliquès del cielo raso. Se remonto a aquella tarde de primavera de 1880 cuando ilusionado, paso a buscar a su prima para pasear a caballo. Al llegar la encontro en la entrada, pegandose levemente en la pierna con la fusta. Vestia un negro y ceñido traje de montar, tambien un simpatico sombrerito de copa. A pesar de que el dia estaba algo abochornado, al verla se le ilumino completamente.

-Te ves bellisima. Yo..

-Ya...menos blah blah y partamos que me aburro!

-Esta bien.

Les trajeron sus caballo, dos hermosos sementales arabes negro azabache y se internaron a paso lento en el bosque. Luego, para hacer mas entretenido el paseo, ambos aceleraron el paso, siendo primero Sophie la que pegase con la fusta al suyo. En la carrera, el sombrerito salio volando..

-Franz! Franz! mi sombrero!. Para , para!.

Con fuerza hizo parar su caballo y luego Franz hizo lo mismo, acercandose a ella para buscar el dichoso articulo. Ataron los caballos a un arbol y a pie comenzaron a buscarlo.

-Estas segura que es por aca?

-Si, si!. Dios santo! me encanta ese sombrero!. Si lo pierdo, muero!

Buscaron hasta que Mimi lo encontro enredado en unas ramas.

-Por fin! aqui esta!

Lo tomo y abrazo cerrando los ojos de alegria. Entonces sintio un tibio aliento en cuello, luego, una boca ansiosa besandolo y lamiendolo, tambien manos juguetonas, apretado y acariciandole el vientre.

Sophie primero se resistio tratando de escapar de su ansioso primo, el que, la apretaba fuertemente contra si tratando de subir las telas de su falda.

-Estas loco...

-Vamos, Mimi. Nadie nos vera...

La joven no podia creer lo descarado que estaba siendo el tranquilo "sonsito" el cual , despues de aquella noche, habia perdido todo atisbo de timidez y sentido comun. Por fin Sophie se deshizo de el y le quedo mirando de frente con sonrisa malevola. El pobre chico jadeaba, tenia las mejoillas rojas y las pupilas completamente dilatadas. Con el dedo, su prima le llamo y este como hierro al iman se le volvio a apegar besandole y mordiendole los labios. Entonces el sombrerito rodo por el suelo y de a poco Franz la doblego hasta esta quedar acostada en el verde prado. Con la dificultad de un hombre angustiado y excitado, bajo sus pantalones a la altura de las rodillas, subio las telas de la falda de Mimi y se acosto sobre ella. La joven dio un salto al sentirlo dentro suyo y le abrazo la cintura con las piernas.

Se abrazaban, gemian , disfrutaban. Franz se movia de lento a rapido, dando todo de si con cada embestida, ella le miraba fijamente a los ojos, cosa que a su primo le volvia loco. Estaban absortos el uno con el otro, cada uno gozando de las sensaciones que aquella copula les daban. Tan absortos estaban que olvidaron que en los alrededores estaban Karl Ludwig y su mujer. Estos habian ido de visita a la casa de Carolath aprovechando que Karl debia de hablar algunos asuntos con su hermano. Por mientras que los hombres conversaban, Maria Theresa y Carolath decidieron sacar sus perritos a pasear por el bosque circundante. Aquel dia Theresa andaba de un particular buen humor, debido a los logros de sus dos pequeñas hijas que eran su sol y orgullo. Paseaban ambas tranquilas conversando y riendo de mil cosas cuando el pekines de Maria escapo.

-Pero que rebelde me ha salido. Creo que Otto le ha pegado todas sus malas mañas.. dijo en tono de broma.

-Que cosas dices! .-contesto Carolath riendo.- Te espero aca que se me va el aliento.

Entonces la mujer se interno entre arbol y matorrales para buscar al perrito. No camino mucho hasta encontrarlo, pero, para la mala suerte de los jovenes amantes, muy cerca de ellos, tanto que podia escuchar el sonido de los besos y los gemidos. Theresa curiosa, sin hacer el menor ruido, siguio los sonidos hasta que dio con ellos. Lo que vio la dejo espantada: su hijastro, con los pantalones abajo, jadeando como animal y debajo suyo una febril Sophie , rasguñandole la espalda.

Petrificada, apretando su can, volvio donde Carol .

-Y quie te ha ocurrido?. Pareciese que has visto un fantasma.

-No, nada. Son solo mareos y palpitaciones.

-Ah...ya veo. Entonces volvamos a casa y mandare a que te hagan un tecito.

-Gracias.- contesto con la garganta apretada.

Toda la tarde la mujer se la paso muda e impavida, no pudiendo sacar de su mente aquella "horrible" imagen. Tanto que confiaba en Franz, en su sentido comun y ahora le encontraba fornicando como animal con su prima!. Sabia del amor de este por ella , pero jamas penso que llegaria tan lejos. El no era pasional como Otto...por lo menos eso pensaba hasta aquel dia.

Al volver la pareja a casa. Karl noto a su esposa extraña.

-Cariño, ocurre algo?

Theresa se mordio el labio y luego cayo pesada sobre el sillon.

-Ni te lo imaginas.- contesto suspirando y afirmandose la cabeza con la mano.

-Dime, que ya me tienes curiosa.

-Es Franz.

-Que con el?.

-Es que hoy me he topado con el en el bosque..

-Y...?

-Dios santo, Karl...

-Que ocurre mujer!. que me asustas!

-Que he agarrado a Franz con Maria Sophie...fornicando.

-QUE?!!!!


El grito que dio el escandalizado hombre retumbo en toda la mansion. Su mujer le miraba copn los ojos abiertos de par en par, mientras este caminaba de un lado para otro, con la cara roja de ira y verguenza. Aquello era lo peor que su hijo podria hacer, mas aun cuando lo habia hecho con su prima.

-Como pudo ser capaz...como!.

-Yo tampoco lo entiendo. Siempre ha sido muy sensato y...

-Donde esta el?

-No se...Sophie volvio sola a casa. Quizas ya este acostado.

Karl hecho furia subio rapidamente los escalones y entro intempestivamente en el cuarto donde su hijo dormia. Le levanto violentamente y tiro al suelo. El pobre , aun adormilado, no entendia nada.

-Que ocurre, padre?

-Tu...TU!. Por que!.- bramaba

-Que cosa?

-Me lo esperaba de Otto, pero nunca de ti, hijo mio.

-Me confundes.

-Que te confundo? TU me confundes a mi!. Como fuiste capaz...

Aun no entendia que ocurria. Entonces su padre le solto

-Mañana iremos a hablar con tu tio Franz y luego con Ludwig y Carolath. Remendaras el daño causado.

-Que?

-No te hagas el tonto. Lo se todo!. Todo lo tuyo con Mimi...

Quedo helado. Pero como sabia?. Se lo habria dicho Otto?.

-Padre...yo...

-Te han visto en el mas deleznable de los actos. Deberias sentir asco de ti y de ser incapaz de controlar tus impulsos y lujuria!

Quedo de una pieza. No solamente sabia que habia iniciado una relacion con su prima, sino que tambien de las relaciones carnales entre ellos. Y que los habian visto!. Pero quien?. Quedo en silencio y bajo la cabeza mirando al suelo. Luego lentamente se puso de pie.

-Y?! no vas a decir nada?!

-Padre. Yo amo con toda el alma a Sophie, por eso creo que lo que nosotros hemos hecho, aunque vaya con las reglas de dios, sera perdonado, porque no hemos fornicado, hemos hecho el amor.

Karl trato de decir algo pero su hijo le interrumpio.

-Tambien aceptare como hombre mis actos adelante de quien sea. No me averguenzo ni arrepiento de nada. Estoy enamorado y como hombre enamorado, yo...yo quiero desposar a Mimi.

-Ah si?.- dijo el hombre algo perplejo

-Por supuesto. No hay nada que desee mas fervientemente.

El hombre suspiro y luego dio una sonrisa algo apagada a su hijo mayor. A pesar de que sus actos afectaban profundamente su fe, estaba feliz de ver que no habia perdido del todo la chaveta y que seguia siendo el hombre sensato que criò.

Entonces al dia siguiente, ambos se dirigieron donde el emperador el cual les miraba curioso.

-Y?, ustedes diran para que soy bueno.

-Tenemos que pedirte algo muy importante.- dijo Karl

Franz temblaba al mirar a su tio. Este le miraba de reojo y algo tentado de la risa por comos e encontraba el pobre muchacho.

-Ya, digan.

-Ya pues!.- dijo dandole un codazo a su hijo

-Yo, yo quiero la mano de Marie Sophie.

El kaiser quedo estupefacto con la peticion. Primero balbuceo y dijo:

-Que?

-Me quiero casar con Mimi.

-Y ella quiere?. Le han preguntado?

-Bueno, precisamente, lo que ella opine, creo que debidos a las circunstancias, da lo mismo...

-De que hablas?.- pregunto algo extrañado Franz J.

El joven bajo la cabeza avergonzado y carraspeando, Karl respondio:

-Pues...que el asunto esta "consumado".

Franz Joseph se puso rojo y unas ganas de agarrar de la solapa a su sobrino le invadieron. Pero respiro hondo y dijo:

-De ser asi...

-Nos urge hacer todo lo mas rapido posible. Quien sabe si aquellos "actos" tuvieron consecuencias.- menciono entre dientes Karl Ludwig

-Padre...

Aquello puso aun mas nervioso y furioso a el emperador, al cual no le quedo mas que aceptarla propuesta y firmar el futuro de su hija.

-Ire a hablar con Carolath y Ludwig. Mañana haremos una cena y se anunciara el compromiso. El matrimonio sera en menos de tres meses....en caso de haber "consecuencias".

Estrecharon manos sellando el acuerdo y el apreton fue particularmente mas fuerte para Franz Ferdinand al cual ni le importo, porque estaba en el cielo imaginandose marido de Mimi.

Al kaiser le toco la incomoda tarea de comunicarle a su hermano y a Carol que Sophie se casaria con su primo. La mujer, la que sabia perfectamente el amor de su hija por Otto, se nego acerrimamente al compromiso.

-Tu estas loco!. Como se te ocurre casar a la niña con Franz!

-Tiene que ser asi..

-Y por que?!

-No me hagas contartelo que lo imagino y me siento enfermo.

-No me digas que...

-Si...los dos . Los han pillado con las "manos en la masa".

-Dios santo...Pero Otto...

-Otto no tiene absolutamente nada que ver!. Dime, y esta seria la unica "carta de escape" de Sophie...Ella ya ha menstruado?

-P..pues si..

-Entonces nada se puede hacer. Lo siento.

Carolath cayo sobre el sillon, justo al lado de Ludwig que observaba silente la situacion.

-Ardera troya...lo saben, no cierto?.- solto

-Pues no queda otra, hermano.- termino por decir antes de tragar de un sorbo el whisky que tenia en su vaso.

-Y cuando piensan decirle a Mimi todo esto?

Todos guardaron silencio y nadie se atrevio a contarle nada a la joven hasta la cena. Esta se desarrollo en casi completo silencio, pudiendose cortar el ambiente con cuchillo carnicero.

-Y a ustedes que les pasa!. Esto parece un funeral- termino de decie Marie Sophie mientras bebian un aperitivo en el living.

El unico que sonreia nervioso era Franz Ferdinand, el que no soltaba la copa de vermouth. Carolath se acerco a su hija y la sento a su lado. Le agarro la mano y a continuacion, el show comenzo. Karl se puso a hablar de las virtudes del matrimonio y demases. La joven comenzaba a bostezar aburrida, haciendole ojitos a su primo el que se los respondia con mas sonrisas nerviosas. Luego Karl miro a su hijo y este se puso de pie. Temblaba cual gelatina...

-Y a ti que te ocurre!.- dijo muerta de la risa Mimi

-Yo..Marie Sophie...le he pedido la mano a tu padre..

Miro hacia Franz Joseph y Ludwig los cuales estaban impavidos y expectantes, al igual que Maria Theresa y Carolath, la que le apretaba fuertemente la mano a su hija.

-Esto es una broma, no cierto?

-No, no lo es. Franz Ferdinand ha hablado con nosotros y debido a los acontecimientos...- susurro Ludwig.

-Que "acontecimientos"?.- pregunto confundida

-Mimi...lo saben todo.- respondio su primo

Estaba helada, titubeaba y no sabia que decir.

-Yo...no me siento bien...

Se puso de pie apenas y chocando con los muebles, trato de dirigirse hacia su dormitorio. La intercepto su madre con los ojos llenos de lagrimas. Se imagino a ella misma, casi veinte años atras.

-Amor. Se sensata. No hay nada que no tenga solucion.

-Ustedes no me pueden obligar.- respondio con mirada fiera.

-Hija, por favor...

Franz se sentia desfallecer por la incertidumbre. Su madrastra le abrazaba y daba apoyo en silencio. Ludwig de lejos le guiño un ojo a su hija y esta, analizando la situacion y suspirando hondo, respondio :

-Esta bien..Esta bien. Franzie...acepto.

El joven respiro aliviado y sonriendo y todos sonrieron. Luego, miles de brindis por el compromiso y los novios.

Que llevo a Mimi a decir si?. El recuerdo del matrimonio de su madre con Ludwig Viktor. Ella haria exactamente lo mismo. Estaria casada, le daria el gusto a la familia, pero seguiria viviendo una vida normal y libertina con Otto, eso si, con el amparo que da aquel bendito anillo en el dedo. Tambien tendria ,siempre que ella quisiese, lo que tanto anhelaba, aquella nueva sensacion que habia descubierto con su primo, la cual le habia convertido en adicta y codiciosa de tener aun mas y mas.

Despues del salud, la joven enrollo su brazo con el de su prometido y le beso suavemente la mejilla. Este le acaricio detras de las orejas y beso dulcemente los labios, no imaginando lo que su futura mujer tenia en mente... La creia suya, por fin completamente suya...


Pero no...


Con el tic tac del reloj, Franz Ferdinand, con lagrimas en los ojos, se quejaba de su triste suerte, ansiando tener de vuelta a aquella apasionada mujer con la que se habia casado siete años atras...

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