domingo, 20 de enero de 2008

Eramos 3...Capitulo I


(Este es el capitulo n-1 de un fanfic que he hecho dedicado a 2 de mis amores pasados imposibles ultra platonicos y necrofilicos, Los Hermanos Lionel y John Barrymore. Mañana sin falta termino la historia que consta de 5 capitulos)


Éramos 3, para donde fuese, íbamos juntos.


Y yo que creí que después de la muerte de mis padres estaría sola (con Mo) de por vida, pero no. Ellos aparecieron en mi vida para llenarla de momentos dulces y amargos. Han pasado más de 50 años desde la primera vez que los vi. El Primero fue Lionel, con sus ojos verdes y su elegante traje de noche. Lo acompañaban unos amigos, no recuerdo sus nombres, ya que el brillo de aquellos ojos claros me deslumbro he hizo que nada de lo que nos rodeaba, existiese.


Mayo de 1899, yo solo contaba con 17 años, hacia 6 que mis padres habían muerto y era una pobre hija de emigrantes italianos, huérfana y refugiada en casa de una de las mejores amigas de ellos (y madrina mia) Maureen (Mo) Feherty, la cual, al momento de fallecer ambos, me acogió como una hija. Y vaya hija que le toco!.


Estudiaba por las mañanas en un estricto colegio católico cerca de Manhattan y en las noches, me escurría de casa (aprovechando las borracheras y aventurillas de Mo) para actuar y bailar en un atrevido show Vaudeville en un teatrucho de cuarta.



Era la atracción principal, la joven Chiara Garibaldi (Chiara es mi segundo nombre, y Garibaldi por Giuseppe Garibaldi). Cantaba canciones de alto contenido erótico, bailaba en mallitas apretadas y cuando no en vestidos de can can , mostrando la ropa interior y moviendo los senos al publico (mayoritariamente masculino). "Voz de ángel" y "Cuerpo de pecadora" eran dos apodos con los que los parroquianos me vitoreaban.

El jefe de la tropa juraba que tenia 20 años (Fui muy convincente con mi mentira en el momento de audicionar) por eso me anunciaba con bombos y platillos cada noche y me "sugería" que subiera el tono de mis actuaciones

-Allegra, tu sabes que cada vez que subes al espectáculos los dejas muertos, no cierto?. Bueno, trata hoy de ampliar el escote, subir el maquillaje y bueno...Ser mas explicita en tu dialogo.


"Perfecto", conteste, y no por darle el gusto, no...era porque me gustaba ver a esos hombres babear por mi, la mayoría de clase alta y con la edad suficiente para ser mi padre ....Viejos verdes!. Que manera de entretenerme noche por medio.



Hasta que llego Aquella noche de Mayo. Tenía que cantar y bailar una rutina bastante erótica. No estaba nerviosa, para nada, era algo común para mi, nunca fui de las que se sonrojan por hablar de sexo, pero al momento de poner un pie en el escenario, en primera fila estaba el, muy elegantemente vestido con un par de amigos, riendo a mandíbula batiente, seguramente por el sketch anterior.


Nuestras miradas se cruzaron en el instante que empezó a sonar la música y el show que solía hacerle a los viejos verdes, paso a ser para el y dedicado a el. Nos mirábamos, me acercaba a el y por primera vez con un poco de pudor, me levante la falda mostrando mi ropa interior. Su mirada lo decía todo, tenía la boca entreabierta, los ojos brillantes y se apretaba ambas rodillas. Y entonces hice algo que jamás había hecho; al terminar el numero, baje de la tarima y me senté en su regazo.


Estábamos ambos agitados, yo por la danza y el canto y el por la excitación que mis miradas, palabras y baile le habían provocado. Me agarro fuerte de la cintura y sostuvo mi ansiosa mirada con aquellos ojos verdes furioso. Mr Chapman, el dueño del teatro y presentador del show anunciaba el siguiente número, mirándome con angustia e incomodidad mientras rodeaba el cuello de mi admirador con mis enguantados brazos, muriendo por besarlo.


-Y ese ha sido la presentación de nuestra "Bella Ragazza" Chiara Garibaldi...Chiara?. Chiara?

No lo escuchaba, quería estar eternamente sentada en aquel regazo y observando aquella boca sonreírme con malicia y deseo.

-Chiara...bella, tenemos que continuar con el show.

Despabile, lo observe una vez mas y me despedí de el con un suave beso en los labios. Pensé que no lo volvería a ver, pero estaba equivocada. Al terminar el show, en la salida del camarín, estaba esperándome ansioso.

-No podía irme sin despedirme de usted.

Hubiese sido suya en aquel instante, estábamos los dos solos en un oscuro pasillo.

-Déjeme presentarme...Mi nombre es Lionel Blythe...y usted? Chiara es su verdadero nombre?

-Lo es , pero es el segundo. Mi nombre es Allegra, Allegra Tassara.

-Un gusto Allegra. Muy buen show, primera vez que vengo para acá y he quedado prendado, me vera seguido en la primera butaca. Actúa usted todos los días?.

-No, solo día por medio.

-Esta bueno saberlo, para no perder el viaje.


Me sonrió y luego titubeando pregunto:

-Y...tiene quien la acompañe hasta su casa?.

-En realidad no, siempre me voy sola.

-Le molestaría mucho si la acompaño?

-Para nada....para nada..

Nos subimos al carruaje y a la media cuadra de viaje ya nuestras bocas estaban unidas en una apasionado beso y nuestras manos en la entrepierna del otro, acariciando, apretando y agarrando con furia. Al llegar a la puerta de mi casa, nos costo mucho separarnos y entre suspiros me dijo:

-Mañana...donde la puedo ver...donde?

- Afuera del St Bernardette School...le parece?

-Ahí?, es usted Profesora?

Reí, le hice un guiño y le sople un beso

-A las 2 de la tarde

-Ahí estaré mi Bella Allegra...

Y el coche marcho a toda prisa mientras el me observaba por la ventana trasera de este. Esa noche no dormí...daba vueltas en mi cama mientras escuchaba la de al lado crujir con furia. Pensaba en sus ojos verdes, en su singular mentón, en su perfume y hasta en el sabor de su saliva...Era perfecto, perfecto...

El día siguiente, al salir del colegio, ahí estaba, siempre elegantemente vestido, mascando regaliz y moviéndose como gato enjaulado a mi espera, con un ramo de rosas rojas en la mano. Su sorpresa fue mayúscula al ver a la misma mujer de anoche que bailaba ligerita de ropa, vestida con uniforme de colegio católico, con libros en mano y una roja boina en la cabeza.

-Te he espantado...

Rió, hizo un gesto con la cabeza y dijo :

-Para nada, sabe?, esto lo hace todo aun mas divertido.

Me entrego las rosas y a vista y paciencia de las monjas y compañeras que se paseaban por los alrededores, me tomo entre sus brazos y me beso. Después, a lo que nos despegamos para tomar aire, del brazo caminamos por todo Central Park y luego fuimos a comer a un restorán de comida italiana.

-Quiero saberlo todo de usted...ah!...de ti.

-A ver Lionel, que te puedo contar de mi. Tengo 17 años, soy huérfana, tengo una doble vida y me gusta el helado de fresas. Y de ti....cuéntame algo de ti.

-Aspirante a actor, 21 años, huerfano de madre, soltero pero enamorado.

-Ah...tienes a alguien en la mira..

-Si...ahora.

Me tomo ambas manos y las beso.

-Puede que sea algo precipitado e incluso bobo, pero Allegra...serias mi Novia?

Lo mire desencajada y respondí entre balbuceos

-Si que es pronto, yo...yo..Mejor tengamos algo pero sin compromiso serio.

-A que te refieres?

-Seré tuya, pero tu no serás mi carcelero.

-Puedo acceder a eso, aun siendo novios oficiales.

Le sonreí, pues veía angustia en sus palabras. Había sido amor a primera vista, de esos que emboban y quitan la razón. Entonces, tomando la pajita y jugueteando con ella con mi lengua, respondi :

-Si será así, perfecto, soy tuya Lionel Blythe.

Esas palabras y el jugueteo con la pajita fueron combustible para ambos. En menos de 1 hora ya estábamos en mi dormitorio revolcándonos en ropa interior en el suelo, la cama y donde nos pillase la pasión. Estaba dispuesta a todo, pero antes, tenia que dejarle en claro una cosa.

-Lionel...yo, yo...

-Shsst...No te preocupes, será todo lento y dulce..- dijo entre susurros abriendome las piernas y acariciando mi vientre.

Y lo fue, a pesar que tuve que lidiar con el dolor y la desesperación de el, que , con el juicio nublado de tanta excitacion, convertía los suaves vaivenes en fuertes embestidas que me hacían encoger las piernas. Hacia calor y nuestros cuerpos resbalaban en sudor mientras un tibio viento entraba por la ventana.

-No puedo entrar, Allegra, relájate...- decía entre besos y caricias

-Si estoy relajada, ven....- respondía agitada e hiperventilada por tanto gemir, empujando su cadera contra la mía con las piernas y apretando con fuerza su trasero, soportando con valentia los espasmos dolorosos que atacaban cada vez que el entraba rasgando mi sexo.

La agonía y éxtasis duro menos de lo que pensé y agotados, dormimos juntos, el con su cabeza en mi pecho y yo abrazándolo fuertemente hacia mi. Como olvidar ese día...Lionel se encargaría de recordármelo en años venideros.


La relación progreso a base de promesas, besos, lujuria y sexo. El me esperaba en la salida del colegio o yo lo acompañaba a sus ensayos en el teatro y luego íbamos a su residencial o a mi casa, burlando a Mo para no tener problemas. Fueron 4 meses divinos, hasta aquella noche de Octubre, cuando Lionel vino acompañado de su hermano, John. Estaba a punto de salir al escenario cuando el me lo presento

-Allegra , amor, te presento a mi hermanito John…John…esta es Allegra...

Fue como si un rayo me impactara medio a medio y ondas eléctricas recorrían mi cuerpo de pies a cabeza. El me miraba y sonreía de forma pìcara mientras estrechábamos las manos. El mas adelante me diría que en ese instante supo que de una forma u otra, terminaríamos juntos.

-No te dije que era bella…- escuche decir a Lionel mientras me aproximaba al escenario

-Si que lo es, hermano…si que lo es…

Yo apreté las manos y me prepare para salir a la tarima con la imagen de aquella sonrisa en mi mente grabada a fuego...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Bravo!